11 de
octubre de 2020
Distancia:55km
Desnivel
acumulado: 1175mt
IBPindex:
96
Crónica
by Alvaro
Pepe,
Miguel Ángel, Álvaro, Javi, Raúl, Toño, Félix, Pedro Mari, Vitin.
Tick
tack, tick tack, tick tack, así suena las manillas antes de que suene la alarma
para agarrar la btt. Parece que no cueste levantarse, de nunca me ha hecho
falta el despertador, es como un reloj interno que me ayuda, me invita a
desarroparme. Además del despertador, me sobra el café, el lavado de cara y a
veces hasta el desayuno, por que me despierto desganadito…
Eso es lo
que le pasa a la mitad de los locos con los que comparto btt y amistad.
A mí me
suena el despertador como una bocina en una cueva, me arrastro por la casa
buscando café y comida y comida y… comida. Y luego viene cuando llego tarde.
Esta vez la
aventura comienza en Oyón, donde nuestro amigo Miguel Ángel nos había prometido
unas sendas inéditas al otro lado del león dormido. Foz de Angostina.
Nada más oír
que me tocaba la crónica y que M.A. iba a ser nuestro guía, me pegué a él para
que me fuese informando y de paso no perderme.
Pues no
salimos de Oyón y ya nos habíamos perdido. Dos callejeos para dar con la salida
y un par de improperios para reagruparnos tuvieron la culpa.
La ruta
comenzaba con una larga subida hasta La Población. Dirección norte, entre
viñedos y unos cuantos toboganes que se hicieron bastante duros, rematamos la
llegada con la subida por una senda empedrada acelerada y SiN ESPERAR EN LAS
NAVES DE AL LADO DE LA CARRETERA (esto, me pidieron miembros del grupo, que
constase en acta)
En el pueblo reagrupamos, tomamos aire y
recargamos los bidones en la Iglesia de San Roque para dar la vuelta al león
dormido.
Pasamos al
otro lado por los depósitos de agua para salir por la senda de la izquierda
hasta la carretera que baja a Bernedo.
Paralela a
la carretera baja la senda de la Horca, que varios de nosotros no habíamos hecho
nunca. Con una pendiente que permitía bajar sin da un solo pedal, llegamos a la
tierra prometido.
Miguel Ángel
tomó las riendas del grupo y como Moisés guió al pueblo de Israel en el
desierto, nos guió por sendas y veredas. No tardamos cuarenta años, aunque si
que hubo un par de deslices que fueron perdonados por el grupo por semejante
senda para bajar a Angostina.
A Miguel
Ángel le sienta bien el poder, se encuentra cómodo con el bastón de mando. De
hecho, se marcó una bajada, que ya la quisieran muchos descenders y patinetas
portentosas.
Ya se
empezaba a rumorear que nos acercábamos a un mini Petacón. Que si en Marañón hay
un subidón… , que si en Marañón se caen las cucarachas de culo… que si, que si…
Mientras nos
hacían desear la subida prometida, disfrutamos de unas buenas sendas hasta
llegar.
Nuevo punto
de encuentro en Marañón y lugar para la ya obligatoria foto de grupo.
Desde la
fuente la carretera parte una pista que va a dar a los aerogeneradores, de la
carretera que hay entre la población y el cruce de Aguilar de Codés. Una subida
larga, donde hay un tramo al 13% de media durante 2,5 km y zonas de más del
20%. Alguno comentó que se solía hacer en la BTT de Oyón.
Que poco
dura lo bueno, una hora sufriendo y en 10 min estas abajo.
Tomamos el
Camino de Santiago dirección Logroño, dividiendo el grupo en dos para terminar
la mañana; unos por sendas y otros por pista (que pena). Y luego hay que
aguantar que nos llamen carreteros.
Terminamos
la ruta de hoy en el cementerio, un bonito símil para una ruta dura y preciosa.
El norte nunca defrauda y menos con buena compañía.
PD: al
finalizar la jornada, el grupo se separó para tomar direcciones diferentes,
unos tomaron dirección a su casa, otros tomaron dirección a la gasolinera y
otros tomaron y tomaron hasta que del bar los echaron…
Y todos
durmieron la siesta y comieron perdices.
https://photos.app.goo.gl/rHhf5MBbmFTsVn7TA
6 comentarios:
Bien Alvarito, buena crónica, ya tenía ganas de volver a leerte por que eso significa que te vemos.
Buena ruta nos preparó Miguel Angel, la sendita que baja hasta Angostina es una maravilla y además estaba el monte espectacular, cualquier día (que nos dejen) la repetimos.
Espectacular, la cara norte de Sierra Cantabria no defrauda, ademas en buena armonía y compañía, mejor que mejor, un magnífico día.
Gracias a Ricardo que el día anterior hicimos la ruta y de ahí que la recomendáramos al grupo.
Buena crónica Álvaro. Me has generado una ansiedad enorme por perdérmela. Por cierto, he visto a David en una foto y no figura en los créditos
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