6 de marzo de 2022
Distancia: 51km
Desnivel acumulado: 1200 mt
IBPindex: 99
Crónica por Luis
Jero, Pepe, Luis, Fran, Javi, Pedro Mari, Israel, Toño y Victor.
Visto que Israel está en huelga de brazos caídos, me decido a intentar contaros lo que ha acontecido esta estupenda mañana de paseo con nuestra amada bici de campo.
A las 8h00, puntuales a la esperada cita ciclista nos juntamos:
El de los sprints, el del asiento, el que tira del grupo, el que todo lo gana…Toño.
El que reza mirando a Toledo, el que almuerza todos los sábados, el que nos guía, el de las gambas…Víctor.
El que nos equipa, el de las gafas que no valen ni para soldar, el que nos hacía esperar, el del humor con retranca…Fran.
El del ayuno, el que no sabe escribir crónicas, el de los gadgets, el de las fotos bonitas…Isra.
El que no pierde ripia, el que se ríe sin meter ruido, el pareja de hecho de Fran, el disfrutón…Pedro.
El vegano, el de la voz dulce, el de las pantorrillas, el que se tragó un gps de pequeño…Pepón.
El CeD, el “Marga”, el de la sonrisa bonita, el que aplaude con las palmas…Javi.
El ángel de la guarda, el de la eterna juventud, el culo inquieto, el único que le planta cara al “Port”…Jero.
El que suscribe, el que os avitualla, el saco las ostias, el que no almuerza…Luis.
Subida de moral, hemos adelantado a dos bicis en nuestro camino a Alberite. Normalmente nos adelantan a nosotros. Ha sido emocionante.
Pienso que los de este pueblo nos tienen que odiar. Siempre pasamos en domingo, a las 8h.20, dando voces y despertando al medio pueblo.
Vamos camino de Ribafrecha. No es que llevemos una especial prisa, pero el frío apremia y es la mejor forma de entrar en calor. Toño tirando del grupo y Jero riéndole las gracias. Los demás, por detrás, haciendo lo que podemos. El camino a Ribafrecha lo han dejado extraordinariamente bien. Antes era un dolor si había llovido.
Bajamos por la senda, que no por el camino, hasta el puente Laidiez. Como en los viejos tiempos, hemos llegado en menos de una hora. Los eléctricos nos están subiendo mucho las medias.
Pasamos el Cardenal sin incidentes. Los que iban en cabeza se han despistado un poco. Salvo eso, nada reseñable. Cierto es que el terreno estaba perfecto.
Llegamos a Leza. Avituallamiento y repostaje de agua. Enseguida cogemos el tramo de carretera que nos lleva hasta la entrada de “La Petaca”. Ahí han salido todos como si los persiguiese el diablo. Realmente éramos Pepón y yo que nos hemos quedado por detrás para disfrutar del paisaje.
Qué bonita subida. 40 minutos sin apenas descansos. El termómetro rondaba los 2 grados. Cubiertos por un cielo plomizo, día bonito por raro. Silencio ensordecedor. Ningún eléctrico parlanchín cerca. Copos sueltos de nieve caían con tranquilidad pasmosa. Disfrutando de lo que se conoce como “la soledad del ciclista” que es ese estado de éxtasis que alcanzas cuando todo el entorno es perfecto y lo tienes para ti solo, controlando tu esfuerzo. De pronto te sientes como parte de la naturaleza, como si te hubieses integrado en ella. Son momentos. Cortos, pero intensos. Si te preguntas qué es la felicidad, ahí tienes una de las repuestas posibles.
La senda del atajo la dejamos en el debe. Tal vez otro día se consiga.
Hacemos cima en la última posición. Todos nos esperaban, cámara en mano. Momentazo del día, saco mi súper sandwich, hecho con mucho cariño y que comparto con mis compañeros de Andanzas para mi mayor deleite. Fotos de rigor y enfilamos el Piojo.
En el tramo más difícil Javi nos descubre una alternativa mucho más fácil por la derecha. Sin machacar por las motos. Decidimos abandonarlo a mitad para conectar por la senda de Lolo con La Barriguilla. De ahí a Clavijo, senda de Pleitos y a casa.
A las 12h.01, casi con puntualidad inglesa, me despido de todos los amigos y me voy a casa. Ellos a por su merecido almuerzo.
Excelente mañana de bici y excelente compañía.
2 comentarios:
Buenísima crónica Luis, eres una artista, tanto en la bici, como en la pluma, como en la cocina etc; tengo que decir que los mejores emparedados son los que nos prepara Carla, tu sabrás hacerlos pero no le llegas a la suela del zapato.
Da gusto salir los domingos con los amigos y si haces rutas así mucho mejor, luego el almuerzo que no se perdona.
Estupenda e imaginativa crónica Luis, da gusto leerla has estado muy creativo y chispeante aunque sigo sin entender lo de los gorrones del cansino emparedado, mira a ver sin un día lo haces de jalapa y así nos reímos un rato.
La ruta fue fenómena y el día nos acompaño, una gozada.
Otra gran jornada y van...
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