LA RUTA EMILIANENSE
UN PORTENTOSO RELATO DE
TOÑO PLEITOS
13 de marzo de 2022
Distancia: 56km
Desnivel acumulado: 1111mt
IBPindex: 88
Pepe, Javi, Fran, Edu "Pinchazo", Toño, Vitin, Pedró Mari, Toño, Javi "Pinchazo".
Crónica por Toño
Después de una noche lluviosa, el día amaneció gris y templado. El suelo seguía mojado, muy mojado y poblado de numerosos y procelosos charcos.
Los componentes del grupo de whatsapp “ANDANZAS EN BTT”, que se levantaron ese día con intención de salir, miraban el panorama y no sabían qué hacer, porque no se atreven a preguntar a los demás qué van a hacer, si van a salir o se van a quedar a dormir y todo ello para no despertar las iras de nuestro señor José Eugenio, que considera conducta pecaminosa merecedora de castigo el dudar o pedir consejo sobre el sagrado acto de la salida dominical.
Lo cierto es que nos juntamos en Las Gaunas 6 Ors y 3 pinchazos para hacer una ruta que El Visir había pergeñado en el Tierra Lara el pasado miércoles al calor de las pintas.
Lo primero que me llamó la atención, a parte de que Pepón fuera impuntual llegando escoltado por un palmero -2 minutos tarde-, fue la sonrisa de dicho palmero (el ínclito Bartolo). Era una sonrisa plena, completa, que hacía daño en los ojos de lo bonita que era, a la que no faltaba nada (ni siquiera un incisivo).
Después de comentar la belleza de la boca de Javi y de la bici nueva del otro Javi (el del pinchazo) salimos raudos hacía Sojuela-Land.
Como últimamente Pepón se muestra un tanto triste y deprimido por las desgracias que se han abatido sobre él; su injusto despido, la tardanza en darle plaza en el curso de soldador que tanto ansía, el hecho de haber extraviado el Libro de Rutas y la amenaza de que retiren definitivamente la obligatoriedad de las mascarillas privando así de su única utilidad a sus portentosos pabellones auditivos, los componentes de la partida decidimos alegrarle el día ascendiendo hasta la bajada de la Hermedaña por las sendas que tanto le gustan a él: Bartolo, Natural, medio Druida, El Tejón y El Galgo. Qué alegría le dimos!!! Se le saltaban las lágrimas de agradecimiento. Estas pequeñas cosas son las que me hacen sentirme en armonía con el universo y me ratifican en mi firme propósito de ser bueno, complaciente y no hablar mal de ningún integrante del grupo.
En la fuente de La Alameda, superadas las amadas sendas de Pepón (las cuales a pesar de las lluvias caídas estaban en perfectas condiciones de ciclabilidad) comimos algo y nos hicimos la tradicional foto de grupo.
La mañana, con el transcurso del tiempo, iba mejorando abriéndose abundantes claros que permitían que el sol nos calentara y alegrara el ánimo.
Antes de coger la pista que lleva a las antenas, los tres pinchazos nos abandonaron y se bajaron por el final de la senda del fuego que cogieron pasado el “paso de hombre” recientemente instalado. Desde aquí deseamos a Tomás una pronta recuperación de la intervención a la que se iba a someter el lunes 14 de marzo; al pobre le tienen que sustituir la cadera pues la tiene machada a fuerza de batir nata a ritmo de samba. Un abrazo muy fuerte Tomy!!!
Subimos, sin más novedades, hasta el desvío que nos iba a llevar a la ermita de La Hermedaña y en ese punto la ruta que iba desarrollándose como la seda empezó a torcerse un poco; así en el trozo de pista que nos lleva hasta el comienzo de la senda se acumulaban abundantes pinos caídos y aunque los forestales habían hecho una buena limpia todavía quedaban numerosos restos del estropicio que ha sufrido Moncalvillo motivando que tuviéramos que bajar de la burra en varias ocasiones e, incluso, apartar del camino algún ejemplar de haya tierna que había quedado tronchada.
La senda, en cambio, al estar en un hayedo sin presencia de pinos tenía un magnífico aspecto y pudimos rodarla sin mayores dificultades.
He de decir que, por momentos, me sentí un extraño en el grupo de los 6 ORs que habíamos quedado, por cuanto todos los integrantes de la expedición, cuan miembros de la nobleza, tenían nombres compuestos menos yo; José Eugenio, José Javier, Víctor Manuel, Pedro María y (el mejor de todos) Francisco Emilio -que da nombre a esta ruta-. Yo, modestamente, solo soy Antonio. Me quisieron consolar diciendo que Antonio Andrés también valía. Pero no, no vale. Andrés es apellido. Ya lo dice la expresión; “Rutas Antonio Andrés; del derecho y del revés.“
En esta salida no nos pudo acompañar Israel por motivos familiares, pero he de decir que no lo echamos en falta por que Pepón se ocupó de sustituirlo de forma brillante (como todo lo que él hace); retrasó la marcha todo lo que pudo subiendo a paso de burra por las sendas, fue sembrando de waypoints todo nuestro recorrido (como en el cuento de Pulgarcito Montalvo), “parad, parad!!!” nos decía …que voy a tomar energía (así se denomina en su idioma a los geles) y después lo de las fotos… Lo de las fotos merece un capítulo aparte; “Javi, ven, ponte aquí que te hago una foto con la Virgen”, “Javi ven al sol y sonríe, que se te vea bien el diente”, “esperad, esperad que le hago una fotito al comando Ramondín” y así toda la ruta!!!, derramando a su paso esa especial sensibilidad que tiene para la composición y encuadre fotográfico. Todavía recuerdo aquellos tiempos en los que, en las rutas, no se hacía turismo, el turismo se hacía otro día, con las mujeres de cada cual.
Como no cabría de otra forma, Vitín -envidioso como un pakistaní- al percatarse de que Pepón le estaba quitando protagonismo, decidió reclamar su minuto de gloria y en vez de ir a Sorzano, como estaba previsto, por el camino paralelo a la regadera, decidió bajar para coger más adelante el camino que llega hasta la entrada a la senda que sube al Berrendo.
“Ahí siempre hay barro” cantaban los pajarillos, “ahí siempre hay barro” siseaban las serpientes, “ahí siempre hay barro” mugían las vacas, “ahí siempre hay barro” relinchaban los caballos, pero Vitín no los oía. Su fuerte no ha sido nunca el oído, como el de Pepón, sino el olfato.
Envalentonado por los celos afirmó “me huele que no va a haber barro” y ese día debía estar resfriado y falló, vaya que si falló!!! Todo el barro que no habíamos visto ellos 35 kilómetros anteriores de ruta los cogimos en los tres o cuatro que tiene ese camino pestoso y sufriente como pocos.
Pasado este episodio, gentileza del Visir, el camino a casa pasando por Sorzano no tiene gran cosa que contar dada las innumerables ocasiones en la que lo hemos ciclado y que podríamos hacer casi con los ojos cerrados. Solo destacar que, aunque la ruta hubiera sido durilla las piernas cobraron una nueva vida amparadas en la visión, grabada a fuego en nuestros poco utilizados cerebros; una pinta fresquita y unos sabrosos huevos con jamón.
Esto ha sido todo, hasta la próxima amigos y no olviden supervitaminarse y mineralizarse!!!.
https://photos.app.goo.gl/nB5mP8ucs73hkT946
4 comentarios:
Da gusto leerte las crónicas Toño, está muy bien.
Moncalvillo da muchísimo juego, tan pronto subes sendas, como las bajas y además tienes para elegir y para todos los niveles, ya sabemos que para Toño todas son fáciles, todos los conocemos es un PORTENTO.
Buena crónica Toño. Entrañable el ensalzamiento de nuestro amado padre espiritual
Bien escrito este barato vodevil del tres al cuarto ingenioso Portento, aunque de no ser por los dos, más a uno que a otro, a los que te has referido en todo él insultándolos a diestro y siniestro apenas hubieras relatado un par de referencias de lo que realmente ocurrió en esa mañana tan amena. Como relato satírico sobresaliente, como cuaderno de bitácora demencial, me ha dado la sensación de que se te nota un ápice acomplejado, mucho ánimo chiquitín.
Recordarte que te hubieras perdido en el bosque como casi siempre te ocurre, pero no pasa nada pues para eso estamos los acompañantes a los que tan cariñosamente les dedicas tus improperios, siempre habrá un miembro que te ayudará para que sigas gozando, y no me refiero a un miembro viril, aun así gran Portento...
Otra gran jornada y van...
Cronicon! En breve nos vemos. Un abrazo a todos. Mikael
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