16 septiembre, 2018

VILLOSLADA 2018 (11 Cilistas)


2 de septiembre de 2018
Distancia: 37km
Desnivel acumulado: 1002mt


IBPindex: 79

Crónica por Pepón

Jero, Israel, Ricardo, Pepón, Saúl, Álvaro, Dieguito, Fer, Toño, Igor San Juan y Vitín.

Jornada marcada en color en el calendario de ANDANZAS por la celebración repetitiva durante bastantes años de LA RUTA MÁS BONITA JAMÁS ANDADA convirtiéndola en una clásica por estas fechas.

Quizás no deba extenderme mucho en la redacción de lo ocurrido en la jornada pues visto lo visto, en mi modesta opinión, apenas ya existe un mínimo interés en la lectura y confección de las crónicas semanales.

Como es bien sabido para una gran misión siempre es necesario contar con los mejores hombres. Hombres que no se amilanen ante ninguna adversidad, que no conozcan el dolor, que no lloren por el sufrimiento y por supuesto que sean fieles a la causan en la que se enrolan.
Las grandes expediciones siempre parten al alba y esta no iba a ser menos. Por problemas de lenguaje solo sufrieron un ligero retraso a la hora de la partida ya que era bastante complicado que miembros de distintas regiones que hablan idiomas radicalmente diferentes no tuvieran alguna falta de entendimiento y a dos de los caciques del unido por la causa ejercito Catalo-vasco eso fue lo que les ocurrió.

La fuerza del ejército de ambas regiones unidas por una misma causa ya se vio desde el inicio de la reconquista que tenían encomendada que iba a ser colosal e irreductible. Se podía afirmar que nadie los valía contener. Eran una verdadera selección de las dos más grandes regiones que en la península existían. Una selección de sagaces, despiadados, tragones, roñosos, sucios, tramposos e incluso muchas veces crueles huestes… tenían todas las virtudes que unos malhechores deben poseer. Una península hasta ahora compartida y que hoy comenzaría a ser territorio totalmente suyo, si lectores si, de Rosas a Finisterre y de Castro Urdiales hasta Tarifa, nadie iba a poder detenerlos e impedirlo. 

Partieron y nada más comenzar, sus ojos vieron grandes casas solariegas que soñaron con habitarlas y que jamás pensaron que allí existieran.
Bebieron y llenaron sus fudres en inagotables manantiales de agua fresca y cristalina. 


Compartieron camino por donde siglos atrás el ejército Romano se adentró por la misma causa que este día llevaban en sus morrales estos inhumanos miembros del ejército Catalo-vasco.
Traspasaron fronteras comarcales derribando sus portones como si de papel se trataran, nadie podía detenerlos, las murallas no eran ningún obstáculo para ellos.
Circularon por llanuras inmensas en las cuales apenas les daba la vista para divisar el horizonte, llanuras infinitas, sencillas de apariencia pero que estaban sembradas de trampas que entorpecían su recorrido.




Llegaron a gigantescos mares de aguas salvajes y enojadas y en sus orillas probaron el temible equipo de que disponían, el desarrollo de sus países de origen era infinitamente superior al del territorio que querían someter y contra su avanzado armamento no existía defensa. Para entonces sus acciones ya eran conocidas por la región y el temor que producían, hacía que en los pueblos a su paso fueran recibidos como titanes en vez de como tiranos imperialistas que es lo que eran. El miedo que transmitían a sus gentes le hacia el camino menos incierto, aunque a pesar de esa circunstancia nunca llegaría a ser en toda la ofensiva un camino de rosas.


Continuaron abriendo senderos por donde dudo que alguna vez el ser humano hubiera puesto sus pies y los traspasaron con problemas, pero sin amedrentarse por los accidentes que el terreno les brindó.
Ascendieron a cumbres cuyas cimas siempre se encontraban por encima de las nubes coronadas por inexpugnables fortificaciones, fortalezas que para el terrible ejercito Catalo-Vasco eran simples castillos que como si de arena estuvieran hechos derribaban sin apenas inconvenientes, sometiendo a sus pobladores a todo tipo de torturas con tal de sonsacarles la información que necesitaban. Solo se desmorono un militar, un militar vasco, aunque no del centro-centro de Euskadi, era vasco, pero de las afueras.



Conquistadas las defensas de las huestes mesetarias, descendieron por inclinados barrancos hasta llegar a los profundos valles de donde habían partido en el inicio de su encomienda, no sin antes recoger las victimas que, aunque escasas se habían quedado por el camino. Descendieron como los rebecos que se lanzan por las rocas sin temblarles las carnes por la velocidad, y aunque la misión casi estaba consumada los irracionales soldados eran incapaces de saborear el aroma de una victoria incontestable dejándose llevar por la brisa que los envolvía.



Recogieron sus corceles y armamentos y aunque llegaron sanos y salvos tuvieron que lavar sus leves heridas y limpiar sus agotados cuerpos en las gélidas aguas que por aquellos parajes discurrían.
Y para finalizar bebieron, comieron y volvieron a beber como ya los avispados lectores os podéis imaginar hacen los arrasadores individuos que a las conquistas se destinan.


Y al fin y al cabo esto fue lo sucedido en una nueva edición de:
       LA RUTA MÁS BONITA JAMÁS ANDADA
Solo recordaros que las tropas Catalo-Vascas una vez conseguido el objetivo de someter a toda la península volvieron a disolverse convirtiendo el territorio en un magnifico paraíso donde el catalán y el vascuence convivían en armonía con los pueblos sometidos haciéndoles partícipes de su rica gastronomía, cultura, religiones, desarrollo y demás ventajas que unos pueblos avanzados pueden otorgar a los territorios conquistados.

Bueno y aquí lo dejo que se me enfría la sopa. 

Solo me queda despedirme como diría el gran Manolo Preciado:
     -Hasta mañana…canallas.
             Nota:
- La frase subrayada fueron las últimas palabras manuscritas de un gran personaje.
-¿De quién se trata?
-Premio de un sabroso bote de guindillas para el primero que lo indique en los comentarios de la crónica. (Por favor abstenerse los que la publican por la ventaja de que disponen, gracias.)

7 comentarios:

vitinbtt dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
vitinbtt dijo...

La crónica está bien, al menos se nota que has puesto interes que es lo que mas importa, no solo juntar 4 letras para salir del paso como hace alguno.
Joder Pepe, ya nos hemos enterado de la historia de España, pero ¿que paso en la ruta y por donde transcurrio? ¿Los castellanos no participamos?....
La zona por la que transcurre es preciosa y Pepito le saca mucho partido ya que en todos los años que llevamos realizándola no hemos repetido ruta por lo que se nota el trabajo de intendencia para poder llevarnos a zonas diferentes.

Saul dijo...

Joder la de cosas q hicimos....casi me he cansado mas ahora q el otro dia....jajaajaj
Buena cronica...

Anónimo dijo...

Original, eso no se pone en duda, pero me gustan más de otro tipo. Gran día, como cada año, bonita ruta y divertidos momentos.
Salud,
Barrancas.

Félix dijo...

espectacular!!!!!!!!......muy bueno

Toño Pleitos dijo...

Estoy perplejo. Soy uno de los miembros (el miembrillo) de la expedición y puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que en el citado "ejercito Catalo-vasco" no había más que un "un militar vasco, aunque no del centro-centro de Euskadi, era vasco, pero de las afueras". A los catalanes ni lo olimos.
El grueso de la expedición lo formaban ilustres riojanos, un castellano de la capital de ambas Castillas; la muy noble Villa de Aranda y un andaluz que, curiosamente es el único miembro del ese ejercito que sabe utilizar y utiliza armas de todo tipo de calibre (y, por cierto, al que no veo yo enrolado en un ejército ni vasco ni catalán. Vamos que no se lo he preguntado, pero que casi seguro que no. No creo que perdiera una apuesta sobre tal extremo).
La ruta preciosa, el primer tramo amable que nos permitió calentar la piernas antes de lo exigente de la ruta; gr, pista y subida por pradera a Mojón Alto (Cómo nos acordamos de Tate!!! Todavía resuenan en el aire de esas cumbres sus gemidos de placer y el bramido de su desahogo final. Se me ponen los pelos como escarpias).
Mención especial merece el bajón de foma que sufre el pobre Israel y que le obligó a esperar en la estela romana el regreso del resto de la expedición.
Después de la ruta vino el jolgorio; bañito en el Iregüa, cervecitas acompañadas de morcilla de guijuelo, cortesía de Saúl y caparronada en el Corona para terminar.

Luis dijo...

....La gallina?