07 marzo, 2018

De Barro por Bargota (17 Ciclistas)



4 de marzo de 2018
Distancia: 42km
Desnivel acumulado: 704 mt
IBPindex: 59

Crónica por Pepón.

“ABORTA* VITÍN QUE NOS ANEGAMOS” (*La ruta)


El sábado se confirmó en el cuartel general con unos vermouths y unas cañitas en la mano esta nueva ruta ajustada por el Visir Mustafa, espíritu inquieto de la creación de novedades en el hermoso libro de itinerarios del grupo ANDANZAS EN BTT y digo bien ANDANZAS EN BTT porque ya sabéis que todo aquel que rehúsa a ser ANDAZAS “es un cocho que aspira a ser jabalí”.
 El rumbo se homologó por unanimidad (jajajaja) no sin antes tocarle un poquito las pelotas al creador haciendo referencia a la sinuosidad del terreno a lo que el embestía con su ardor habitual como un morlaco al que se le adelanta la muleta a su hocico.

Un sábado en el acantonamiento acostumbrado consiste, amén de reunirnos para ajustar la intendencia dominical, en asistir a reírnos y a disfrutar de los aperitivos de los que hace gala el abastecedor del local, aunque sabiendo la caradura que tenemos, la mayor parte de las viandas las degustemos de las que venden en Mercadona. No estaría de más que el propietario, como en la gran serie televisiva “Manos a la obra”, alguna vez nos recordara que además de cuartel es un bar. Si, el pobre aparte de que nos traemos las banderillas de estraperlo nos tiene hasta que suministrar el pan, ¡vaya parroquianos que estamos hechos! Aun así, bien comidos y bien bebidos, supimos acordarnos de la orografía de la ruta pero como simples tontolabas que somos, hubo algún pormenor que nos pasó inadvertido.

Hora acostumbrada para horario invernal en Franco Españolas, y como ya se vislumbraba al coincidir con el estreno de la temporada de ciclismo en carretera, a muchos “miembros del grupo” se les echó en falta. Sí compañeros, porque en ANDANZAS EN BTT al que no asiste siempre se le echa en falta y que nadie piense lo contrario.

 Aún con todo nos juntamos una hermosa cuadrilla ya que aparte a los mayormente incondicionales se sumaron los amigos de Hector y una tripleta de colegas a los que embarqué el sábado por la noche en la calle San Juan. Habían quedado en el Puente de Piedra y yo les espolee a que se unieran a nosotros, (ya lo siento “Pichi”), condenándoles más que a una ruta, a una inservible expedición.

Jero, Javi, Pepe, Israel, Hector, Bauti, Jordi, Unai, Victor Llop, Toño, Felix, Santi “Moncalvillo”, Dieguito, Fer, “Pichi”, Vicente y Victor.

Dato a tener en cuenta es que reapareció el “amargasendas” después de su larga y dolorosa convalecencia. Un apunte que siempre se agradece en la tropa porque así como el “patinetas” (un ciclista que anda más que un cartero en Barcelona), el “suenaespaldas”, el “chupacuenetas” y la rebautizada “Blasa”, es un personaje que da mucho juego en nuestras trastadas dominicales y junto a ellos está considerado como una de las estrellas del bloque.

Con una más que aceptable temperatura enfilamos rumbo con dirección Oion por el camino viejo y tras atravesar este municipio nos dirigimos hacia Viana por los primeros caminos de tierra de la mañana. Al poquito de bordear Viana ya empezamos a encontrarnos con las primeras dificultades por barro que prácticamente no nos iban a abandonar en toda la correría. El amigo Héctor en una zona chunga ya nos deleitó con un “me voy a vendimiar” que gracias a Dios no tenía barranco que si no hubiera sido un poco distinto y con peores consecuencias el percance.

Enseguida y sorteando charcos llegamos a la primera senda de la ruta y prácticamente la única que íbamos a hacer en la mañana. Una senda inédita y que estaba bastante bien, aunque en su parte final por la inclinación y por el barrillo que tenía no era fácil para la clase media el descender por ella. Por la forma de relatar Vitín la marcha sobre la vía bien podíamos llamarla “la Senda de Paso Preto”.
-          ¡Dale Vitín, arrea, déjala correr!
 Le incitaba.
A lo que el contestaba:
-          ¡Que no puedo, que no puedo, que está el paso muy preto!
Bautizada.

Abajo nos esperaban los especialistas, LLop, Diego y Félix. A uno de ellos se le movían los dientes de reírse de la forma y del estilo que teníamos alguno al bajar la parte final. Como gozaba el cabronazo, pero como Dios castiga pero sin palo, a fe cierta que luego tuvo su recompensa por espantarrifas.

Continuamos, y a partir de aquí ya dio comienzo lo que iba a ser la verdadera odisea de la jornada. El barro arranca a transformarse en ese barro asqueroso que se adhiere al neumático, y lo transforma en gordo gordo y hace que apenas quepa por la vaina del cuadro, y el cambio empieza a tirarte y se te sale la cadena de vez en cuando, y empiezas a cagarte en lo más barrido y juras y… ¡ostias! ya no puedes con la bicicleta y hala a llevarla como puedes desesperado y habiendo perdido la paciencia. Unos paran a limpiar con palos lo más grueso, otros apenas pueden llevarla rodando con empujones llenos de sufrimiento y otros se la suben a la espalda como si fuera otra medalla que le otorgan por sus méritos en campaña, pero en esto te pasa un colega con la ropa de “Moncalvillo” y te preguntas:
-          ¿como lo hace?

Pero además luego te pasa el campeón del Pakistán y ves que lo sube todo montado y dices en tus adentros:
-          ¡Ole tus “guevos” que tío!
Aunque cuando llegas arriba hartito de la odisea le dices:
-          ¡Vitín, aborta la ruta por favor!

Entre medias de estas peripecias ocurrió la avería magnánima de la mañana. Al socarrón de Félix se le comenzó a embozar la silla de ruedas y apenas ya no podía andar. Dándole potencia “Ferrari” intentó continuar y le metió a la motocicleta “más tensión que al tanga de Falete” hasta que ¡atiza! se rompió la patilla del cambio y su montura quedo inservible. Menos mal que tiene a Diego como su mejor aliado sino todavía está allí, pues como ya os podéis imaginar Félix no hizo apenas nada por solucionar el desaguisado y el bueno de Diego le solvento el problema e incluso lo acompañó de vuelta a casa.

 Percibir la escena: Por un lado, la silla de ruedas que estaba para los leones, por otro lado, una cosita pequeña vestidita toda de negro y totalmente descuadrada, que como dice mi amigo “Pepito Piscinas” parecía una pastilla “Juanola” y encima de la silla de ruedas el artista de las averías intentando reanimar el engendro en que se había convertido el correpasillos que maneja Felisín…realmente conmovedor. A todo esto, no debemos pasar por alto que el amigote de Copito, el insigne Victor Llop, pensábamos que igual se enganchaba a la reparación, pero cuál fue nuestra sorpresa que nos dimos cuenta que el sinverguezón se movió menos que los dientes de arriba…penoso.

Ya una vez arriba en la zona más alta del recorrido miras hacia abajo y ves a la serpiente multicolor subir la cuesta resoplando como locomotoras y los oyes jurar como ultras futbolísticos, llegando a la conclusión de que todo esto es mountain bike y que nos hace más duros que “las rodillas de las cabras” dándote cuenta, siempre al día siguiente, de que a lo mejor hasta te gusta este deporte.

 Tras el reagrupamiento, los especialistas miraron los GPS y confirmaron con verdadero acierto el camino a seguir para volver a casa y siempre por territorio en condiciones llegamos a la carretera justo en el último repechón que hacemos de vuelta a Viana por el Camino de Santiago.
De aquí y hasta Logroño no dejamos la Ruta Jacobea para llegar con comodidad al destino.

Las bicicletas sonaban igual que “los ejes del cantar” y la suciedad que llevábamos encima hacía que pareciésemos verdaderos “palos se gallinero”, aun con ello parte de la cuadrilla no dejo su rutina habitual y después de despedirnos amistosamente cogió rumbo al Nuevo Gurbindo para llenar la barriga y mojar el gaznate con la maestría que los caracteriza. En definitiva, pasamos otro buen domingo y al fin y al cabo esto es de lo que se trata.

 En cuanto a la ruta queda en la recamara para nada más que mejoren las condiciones climatológicas recorrerla en su totalidad porque es cierto que la ruta promete y tenemos que hacerle honor al Visir y terminarla por las molestias que se toma.
Apenas me queda algo más que contaros y por lo tanto lo único ya, despedirme como diría el gran Manolo Preciado:

-          Hasta mañana…canallas. 



11 comentarios:

vitinbtt dijo...

Buenísima crónica, te vas pareciendo a Fer y a Toño, eres muy bueno en eso del humor ácido y los dichos populares, ya pensaba que iba a salir por ahí un "abrazafarolas", un "chupoptero" o un "correveidile".
Joder, te ha faltado decir que fuiste el padrino en el bautizo y el que llevó las arras en la boda de Winnie menuda limpieza de espalda de has pegado.
En relación a la ruta tengo que decir que me pitaron mucho los oidos y que cada dos por tres oia ".. las neveras... las neveras..." y claro al final te sientes culpable por haber metido a la cuadrilla en esa emboscada, pero no siempre salen las cosas como uno planea de todas formas en cuanto no haya barro la repetiremos.
Si llega a ser por mi el "Ironside" de la ruta hubiese tenido que llamar a un helicóptero para salir del "fango", gracias que lleva a un buen amigo para que le saque de los apuros.
Otro día mas en la oficina...

Igor San Juan dijo...

Que grande Pepon sentí mucho no asistir pero mi bici está dando sus últimos coletazos y no está para más excesos

Jose Miguel dijo...

Una crónica concienzuda.No se como se os puede ocurrir tantas palabras a mi se me olvida todo lo que hago cuando salgo.
Nos veremos en alguna pronto.

Anónimo dijo...

Aunque me acusen de palmero: ERES UN FENOFENÓ.
También con las letras.
Esa ruta habrá que repetirla, por supuesto y entonces espero poder acompañaros.
Soy
Salud,
Barrancas

Pichi dijo...

Buena crónica Pepon y un verdadero placer pedalear con vosotros, repetiremos seguro.
Pichi

Toño Pleitos dijo...

Buena crónica Pepe!!! Me parece bien que atices a diestro y siniestro (que por otra parte, creo que es obligación de un cronista como dios manda) pero no me parece tan bien que aporrees con tanta saña al pobre Visir el cual, tengo entendido es amiguito del alma tuyo, amén de compañero de Cúpula. En fin, me has recordado a Camps echándole el muerto a su "compi" Zaplana.
Lo de Ricardo sí que es un FENOFENÓ, pero psicológico. Que amor, que obsesión!!!
En cuanto a Félix, hay que darle un márgen. No es fácil para un primate asimilar que su mejora de rendimiento se debe casi en su totalidad al motor que lleva incorporado en su montura. El pobre está un poco subidito pero con el tiempo tenderá a normalizarse.
¡

juanola dijo...

jajajaja.......es puta envidia , mi popularidad va en aumento .Pepe , cronica bien redactada y argumentada Lo de reirme, coño!!!!......es que la foto en la que sales con esa mandibula arcaica " que cuando llueve bebes agua" es de portada Bike una cosa es el peso atras y otra es ir tumbado boca bajo sobre el sillin , muy buena , mientras escribo me estoy descojonando

Santi dijo...

Gracias amigos por dejar que os acompañamos en esta afición de locos
Aunque si que había un poquito de barro���� yo me lo pasé bien y el eso se trata
Seguro que repetiremos siempre y cuando nos dejeis acompañaros
Buena gente en ese grupo

Luis dijo...

Me ha gustado lo de la silla de ruedas y lo de la rodilla de una cabra, pero te adornas más que una carreta rociera

Fer Alcalá dijo...

Excelente crónica Pepe, por lo menos ha servido para algo que tus padres se gastaran los dineros en llevarte a Maristas a estudiar.!Qué paciencia han tenido que tener contigo!. Desde luego es una crónica que no tiene desperdicio y das más puñetazos que en una película de kunfú. Por alusiones, te diré que tomo nota, y la próxima vez que lleve los pichos al Winnie Bar, compraré también el pan. Por otra parte lo de "la Blasa" no me parece un buen "mote" para recompensar mi gran progresión como ciclista. Va a resultar que Jero o Toño son mejores amigos que tú, cuando me llaman "Termineitor" o "Fervantes". También tengo que decirte que no está bien que te metas con los minusválidos y no entiendo tu animadversión por las sillas de ruedas en la btt, cuando todos vamos a terminar así. Menos mal que el grupo pone mucho de su parte y tenemos más paciencia con vosotros que el Santo Job, porque con lo cabezotas que sois tú y el Visir (que Alá le mantenga el pitido de oídos por la eternidad), no sé como salimos en bici con vosotros.

israelogro dijo...

Muy buena crónica Pepón no se puede decir lo mismo de la ruta que fue un horror por el barro. Menos mal que el almuerzo y las risas salvaron la jornada.