25 de
septiembre de 2016
Distancia:
64km
Desnivel
acumulado 1126mt
IBPindex: 86
Crónica por
Alvaro “El linterna”
David “Reventón”,
Robert, Santi, David, Dieguito, Tomás “máquina”, Alvaro, Igor San Juan, Fer, Javi, Luis,
Victor, Javi “Snow”, Ana, Saul, Toño, Pepe e Israel.
Ha sido
amanecer por la mañana y ya una frase sobrevolaba mi cabeza, “este domingo te toca crónica” el gran
David, o amigo de Mimi, ya a sabiendas que habían pasado las fiestas de mi
amado pueblo, el viernes me advirtió para que fuese preparando el libro de
notas. Y por tanto en esta tesitura me veo.
Nuestros
amados y siempre tan acertados meteorólogos vaticinaban una jornada pasada por
agua, pero lo cierto es que pudimos disfrutar de una jornada de puro mtb en la
mejor compañía y sin una gota.
Como es de
costumbre quedamos a las 8:00 a.m. en la gasolinera de las Gaunas, donde dando
los correspondientes pasamanos y demás saludos nos dispusimos a dirigirnos por
el camino dirección Alberite, remontando el rio Iregua, algunos quitándonos las
legañas y otros dando saltos como Dieguito con el primer resalto que veía. Esos
cafés antes de salir… un día los tengo que probar. Entramos en fila india por
el sendero del Iregua y rápidamente damos con el puente que da acceso a
Alberite. Por esta zona se comenta en el grupo que estaba previsto subir por la
zona norte de Logroño, pero por motivos ajenos a los no pertenecientes a la
cúpula, se ha decidido cambiar la ruta que religiosamente se tiene preparada
todos los Domingos.
Cruzamos el
pueblo por la cuesta de los tinos y una vez en lo alto del pueblo, vemos el
monte que al fondo nos esperaba para medirnos el lomo. Dirigiéndonos por el
camino dirección a La Unión se producen un par de confusiones en la elección de
caminos, propias del ritmo que imponía la cabeza de grupo, comandada por la
central eléctrica de Logroño, Saul, y su escudero, el portento de la pradera;
como anda este tío.
Tras un par
de sendas a media ladera y una pequeña bajada asfaltada, damos con el pie del
monte de Zenzano que nos disponíamos a subir, cruzamos un puente de piedra y
sin calentamiento previo empieza un paredón de cemento de los que te dicen si
vas a tener buen día o no. Diego sale como una exhalación y el grupo se tensa,
y tras el pequeño descansillo ya en terreno pedregoso, comienzan las primeras
tensiones. Que si vas muy lento, que si hay que esperar, que si pasa tú, que si
paso yo…
Al final, el brutote de Santi se pone en cabeza y marca el ritmo.
Menuda subidita, piedras sueltas, alguna chorrera, un par de curvas cerraditas,
todo ello aderezado con una buena dosis de desnivel. Todos los ingredientes necesarios para disfrutar
al máximo.
Tras pasar
el tramo más roto de la subida y pegar un pequeño bocado, la subida nos permite
al menos mantener conversación, este camino va a dar a la pista que sube al
paso canadiense de Zenzano. Después de este pequeño respiro, y reagrupar la
cuadrilla, empezamos con el tramo final del monte, una pista que por lo que
comentaban los veteranos, con un piso mejorado. Ciertamente, este tipo de
pistas son de las pocas formas de acceder a sitios como este, pero creo que
arreglando estos caminos para dejándolos como autopistas pierden algo de su
encanto.
Cada cual a su ritmo, damos con el paso canadiense donde precedemos a
hacer la foto de rigor. Una vez reanudamos la marcha, pocos metros más
adelante, tomamos una senda estrecha a mano izquierda para dirigirnos a la
Dolina de Zenzano. Esta senda es fácilmente avistable desde el camino, y los
que entremos en último lugar pudimos ver alguna intentona que otra de ascensión
pero lo cierto es que pintaba mal, es más, solo con ver a los “master” echarse
la bici al hombro, desalentaba a cualquiera.
Este sendero
de bajada que va a dar a la Dolina de Zenzano puso a prueba a más de uno, y algún compañero como Rober salió con algún
rasguño. Esto de los desmontes va por barrios, así que… a cruzar los dedos. Es
espectacular paisaje de la Dolina es una recompensa más que grata y quedamos
todos mirando el enorme agujero, momento que alguno se encargó de inmortalizar.
A estas
alturas de la mañana, ya venía siendo hora del avituallamiento líquido, y nos
dirigimos dejando atrás Villanueva de San Prudencio, un pueblo deshabitado que
Pepe nos señaló por donde quedaba. Una vez en la fuente de la plaza del pueblo
de Zenzano, curioso, recogido y escasamente habitado pueblo, pero con un
anfitrión de excepción; un cachorro de mastín que salió a nuestro encuentro y
al que recibimos con caricias y algún que otro cacho de barrita.
Con algo de
música de fondo, cortesía de uno de los vecinos del pueblo, nos dispusimos a
empezar el descenso por la pista, una bajada rápida y con alguna paellera. Tras
el descenso y con el grupo agrupado ponemos rumbo a Murillo del Rio Leza,
caminos conocidos ya por las salidas en días laborales para tomar disfrutar de
los últimos kilómetros de esta ruta.
Ya en
Alberite, Pepe preguntó para encargar esos huevos con Jamón que ya son una
tradición. Muy a mi pesar, recliné la invitación, pero prometo no fallar en la
próxima.
Y una vez en
casa, creo que hablo por todos, nos invade esa sensación de trabajo bien hecho,
esa satisfacción propia de la camaradería, ese buen sabor de boca y ganas por
repetir que hace que pensemos en la próxima salida. Hasta la próxima amigos.
5 comentarios:
Muy buena crónica Alvaro, se notan las ganas que has puesto en ella para hacerla bien.
Como dijo alguno en la salida "Menudo elenco ciclista", joder y la verdad que a cual "peor", no andaban una mierda y como diría Felix Copi Todenieve " me voy a buscar un grupo que ande mas..."
A "La Patineta PORTENTO s.a." no la vi en ningún momento, cuesta arriba por que parece que anda mucho, pero no lo sé ya que cada día ando menos, y a la hora de bajar porque el matorral de monte bajo no me dejaba verlo.
Bueno y variopinto grupo el del domingo, la ruta clásica e interesante, lo pasamos de cine y acabamos como casi siempre y van.......
Buena crónica Alvarito, no ha estado mal la redacción. La ruta es una vuelta sensacional y ver la dolina merece mucho la pena. Ha tener en cuenta la dispar cuadrilla que nos juntamos, éramos de todo tipo, "maquinorros", "portentos", gente sobre la media y "limacos" a los que San Mateo ha hecho que nos arrastremos por los caminos y no hagamos nada más que soltar mocos, en fin buena mezcla.
Álvaro que es eso de declinar la invitación, ¿acaso pensabas que te íbamos a convidar?, lo que más te va a durar, está la cosa tan mal que freímos los huevos con saliva.
Recordar por si se os había olvidado que tenemos el tercer mejor archivo de rutas de España, aprovecharos de él.
Bueno otro domingo enorme y van......
Alvarito, alvarito; en esta ocasión te has dejado llevar por la molicie y la desgana y no has estado tan brillante como en tu estreno. Espero que reconduzcas esta actitud o vamos a tener que mandarle una nota a tus padres.
Torpedo, viniste a la ruta? No me di cuenta. Has pasado a la irrelevancia más absoluta. Como Rosa Díez.
Gran mañana que se prevía pestosa en lo metereologico pero que terminó espléndida, aunque la ruta no sé porqué me dió la sensación de haberla hecho hace poco. No sé, a lo mejor la demencia senil se apodera de mi...
Que buena vuelta y buena crónica Alvaro.
Como me alegra verte cada vez que bajas a buscarme en las subidas tras tú hacer cumbre, algún día vas a bajar a recogerme antes de que yo empiece a subir, pájaro.
Muy bien Alvarito, no hagas caso al portento, tiene la espinita clavada de que le hubiese gustado ser profesor para reñir continuamente a sus alumnos y se quedó en picapleitos.
Publicar un comentario