23 de agosto de 2015
Distancia: 38km
Desnivel acumulado: 1283mt
IBPindex. 123
Crónica por Pepe.
Fieles a las tradiciones adquiridas por la cuadrilla con
el paso de los años nos dispusimos el domingo a disfrutar de una de las más hermosas y arraigadas citas de
las que tenemos en nuestra cada vez más apretada agenda de celebraciones.
La inconmensurable
y espectacular ruta conocida por todos como….
LA RUTA MÁS BONITA JAMÁS ANDADA.
Prestos a disfrutar de una buena jornada de btt habíamos
quedado este año en un lugar que no es el habitual para la celebración normal
del evento, pero es que el fruto de una serie de casualidades hizo que
encontráramos una serie de zonas tan hermosas que eran dignas de hacer una ruta
en este lugar y que llevara el titulo con el que designa a esta jornada.
Así pues la quedada comenzaba a las 7h. en el
aparcamiento de los Cines Golem como suele ser costumbre. Con puntualidad salimos hacia la nueva zona de desarrollo de
la ruta, El Club Náutico del Rasillo, y sobre la 8h. comenzamos la ruta no sin
echar en falta a una persona que se había comprometido a acudir y no vino
alegando que se había quedado dormido, el se lo perdió pues era un recorrido de
los que personalmente se que le gustan.
Con buena temperatura nos dimos cita: Vitín, Diego,
Santi, Jesús, David, Juan, los navarricos Enrique y Unai, Tate, Santi Alonso,
Luis, Israel y yo, luego en Nieva se añadiría Kiko, un compañero de aficiones
que hizo buena parte del recorrido con nosotros.
La ruta comenzó en el aparcamiento del pantano para tomar
al poco el GR 93 casi a su paso por El Rasillo, cruzamos el pueblo y nada más
salir de él tomamos el desvío de la Vía Romana dirección Montemediano por una
bajada en un cortafuegos muy maja que nos llevo hasta la carretera. En apenas
un par de km. ya estábamos pasando por Montemediano.
Ahora íbamos camino de la Ermita de San Julián, una
ermita que en su día nos enseño Juan en sus recordadas “vueltecitas”. Llegamos
a ella y después de enseñarnos Tate lo que querían decir unos recorridos con
marcas blancas (árboles característicos) continuamos el camino para salir al
cruce de la carretera.
A partir de aquí es donde verdaderamente empezaba la
ruta. Lo hecho hasta ahora aparte de bonito se podía considerar como una toma
de contacto y de calentamiento.
En el mismo cruce nos metimos en el prado y nos
adentramos en una senda desconocida y cubierta de vegetación que de no ser
porque tenía alguna rama por el suelo hubiera sido de sobresaliente, de momento
la dejamos en notable. GR otra vez hasta Nieva y paradita en la fuente para
reponer.
Nos encontramos con Julio y su mujer a los cuales
saludamos y entre nosotros recordamos lo bien que siempre nos trataron cuando
veníamos a su casa los días de ruta por la zona.
Salimos del pueblo por la pista que nos lleva hacia el
arroyo del Trampal, en poca distancia terminó el pedaleo fácil y nos desviamos
hacia el sendero, el cual en su primera
parte atraviesa unos pastizales para
después meternos en un bosquete y es a partir de aquí donde ya no queda otra
sino” apretar un huevo con el otro” he ir ascendiendo poco a poco hasta
detenernos donde habíamos establecido las paradas. La belleza de la subida es
enorme así que os la podéis imaginar cómo es al descender. Vadeamos un
manantial y subimos por un tramo duro de los de verdad pero que gracias a su
nobleza era ciclable en su totalidad, una zona más llevadera nos situó en la
portilla del Collado de la Mohosa.
Nos reagrupamos y continuamos por una senda entre hayas
para después de darnos la chapa una vaca y su ternero frenándonos un poco el
ritmo, llegar a un collado entre rocas que no veáis el juego que nos dio. Ahí
Tate nos enseño el árbol de Judas, nos mostró el Tejo Milenario de Anguiano
dando lugar a discrepancias sobre su situación, al final felizmente aclaradas y
nos hicimos una foto de grupo casi en su totalidad pues Juan no las tuvo todas
consigo para la subida y al final decidió subir por otra pista a nuestro
encuentro.
Después de la gresca continuamos la marcha descendiendo
por un camino empinado y un poquillo técnico hasta llegar a otro collado ya fuera del
bosque y dirigirnos al final de la vaguada en la coincidencia con la pista que
baja a Anguiano.
Habíamos hecho el tramo de GR que más temía que a la
cuadrilla se le pudiera atravesar por su necesidad de saber conducir por zonas
un poco llamémoslas delicadas. Todos lo hicimos más o menos bien y lo que es
más importante sin ningún percance
físico ni mecánico digno de ser
comentado. Cada uno a su ritmo y sin apenas separación llegamos a este punto de
reagrupamiento con una sonrisa que casi nos mordíamos las orejas por la sorpresa que nos produjo este magnífico
tramo. Se oyó algún comentario de verdadera incredulidad al haber pasado por
esta zona en todo su recorrido montado
en la bicicleta.
No podía faltar en una jornada que se tercie con nuestro
explorador particular, una típica emboscada de las suyas. Con su habitual desparpajo
nos indicó una fuentecilla próxima a escasos 50m. a la cual se dirigieron Santi,
Diego y creo que también bajo Kiko, quienes sino… gente que no participa entre
semana por diferentes motivos de sus constantes emboscadas y por
desconocimiento le siguieron como primos. Los demás les advertíamos de que no
le siguieran pero aún así fueron detrás de él a degustar un finísimo hilo de
agüita que brotaba de la fuente indicada. 50m. del” emboscadas” se convierten
por arte de birlí birloque en una soba de la hostia con la consiguiente subida
de más de un 15% de desnivel con la distancia multiplicada por no sé qué cifra.
Solventada la peripecia nos quedaban apenas unos 2km. de
pista cuesta arriba con buen piso aunque con unos porcentajes sostenidos de un
20% de desnivel aproximadamente. Algunos
amigos comentaron que era uno de los
tramos más duros que habían ciclado en
su dilatada carrera de btt. Gracias a Dios que el paisaje que divisábamos con
Nájera al fondo nos entretenía en la subida.
Un poco antes de llegar a la cima de nuestra ruta nos
encontramos con Juan. Ya estábamos todos y después de avituallarnos,
descansar y hacernos alguna foto
afrontamos la bajada, primero por un tramo novedoso y de una belleza y facilidad increíble entre un hayedo muy
sombrío que hizo las delicias de toda la cuadrilla. Por esa zona desciende sin
problemas cualquier biker por más inexperto que sea y es un tramo digno de
bajar saboreándolo.
Nos quedaba descender el tramo de GR que va del Collado
de la Mohosa hasta la pista a Nieva, es decir parte del tramo que habíamos
hecho anteriormente pero en subida. Este tramo en bajada tiene momentos que
incluso baja encajonado por los arrastres del agua y recuerda a un zona
artificial de bike park, es sencillamente espectacular como así reconocieron la
mayoría de los participantes de la ruta, la dificultad es mínima y gozamos de
su desarrollo como animales y sino que se lo pregunten a los hermanos de Lodosa
que llegaron abajo con una cara con más satisfacción que un chiquillo el día de
los Reyes Magos.
Otra vez estábamos en la fuente de Nieva para
refrescarnos un poquito y nos dimos cuenta de que la duración de la marcha era
tan buena que la hora más o menos prevista para la llegada nos iba a dar lugar
para asearnos y tomar vermouth sin ninguna prisa y lo que es mejor que los que
iban a comer a su casa llegarían sin apreturas librándose alguno del castigo
pertinente al que tanto teme.
Tomamos dirección del Rasillo para inmortalizar en
nuestro dilatado álbum a su viejo Olmo del centro de la plaza, que se mantiene
encorsetado para sostenerse de pié debido a sus dolores de espalda. Que viejito
y jubilado está el pobre.
Ya estábamos de nuevo en el náutico y he reconocer que
casi que no recuerdo una ruta con menos incidencias de las que no nos gustan,
no hubo ninguna que fuera de recordar como mucho algún palito pequeño entre los
radios.
Los que debían de marchar plegaron sus bicicletas y
salieron raudos a su destino y los que no, nos pusimos el bañador y nos bajamos
al pantano a refrescarnos. El agua estaba buenísima, no así la de las duchas
que estaba helada porque algún cabronazo se ducho antes que los demás y gastó todo el calderín de agua caliente.
Los hay que tienen un hocico que ya les vale.
De ahí a por los refrescos, los pinchitos y a comer que
ya era hora y teníamos mucha hambre.
Una corta sobremesa con un licorcito hizo que diéramos
por finalizada la jornada. Había sido una mañana muy agradable pues incluso
acudió algún amigo que no suele ser habitual y eso siempre se agradece. Todo
salió a pedir de boca y más no se puede pedir para celebrar el día que hacemos
LA RUTA MÁS
BONITA JAMÁS ANDADA
Y me despido como lo haría el gran Manolo Preciado
diciéndoos
-Hasta mañana…..Canallas.
4 comentarios:
Ya era hora de leer una crónica en condiciones, a ver si alguno aprende.
Eso que dice en la crónica : "..el paisaje que divisábamos con Nájera al fondo nos entretenía en la subida.", Joder, a mi no me dio tiempo de entretenerme, bastante tenia con mirar al suelo y no poner el pie en el.
Es de agradecer el trabajo previo de "reconocimiento de la ruta" que hicisteis días antes Víctor y tú para que el domingo todo saliera a pedir de boca.
¡¡Bonita ruta, sí señor!! Me perdí, por "motu propio", la temible subida del GR de Anguiano, pero disfruté muchísimo bajándolo.
Nos vemos.
Un abrazo,
Juan
Una ruta preciosa e intensa, con bañito, duchas de agua "tibia", vermú y agradable comida.
Sufrí como un perro sobre todo en la última subida, pero que a gusto.
Buena crónica Pepón, a juego del buen día que nos preparaste.
Muy buena crónica, me había levantado mucha expectación y por lo que Leo da justicia a su titulo. El video no consigo verlo, puto WiFi!!
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