05 de agosto de 2012
Crónica por Jose EugenioMontalvo.
Hoy la cuadrilla salía con
intenciones muy premeditadas, queríamos hacer una ruta que no fuera muy larga
para que nos diera tiempo a ir a almorzar, ya que hacía mucho que no nos
dábamos el gustazo de unos huevos bien plantados.
Para ello, nos juntamos a las 8
h. en la gasolinera, 8 colegas con la intención de hacer una ruta que nos había
preparado con interés nuestro amigo “el educador”.
Nos encaminamos por el camino
viejo de Alberite hasta allí, para luego dirigirnos hacia Ribafrecha y bajar
por la cuesta que viene desde La
Unión al pueblo.
El final de esta bajada, coincide
con el principio de lo que iba a ser el primer esfuerzo serio de la mañana, la
tan temida “Manuelita”.
Sin parar para nada, (ni que
hubiera venido Santi ), empezamos el cuestón y nada más iniciarlo, se nos fue
“David de la Cuadra Salcedo
“ hacia delante.
-
Donde va este, comentaba “ Maldonado”.
-
Que hoy le toca de reportero, respondía “Supermario “.
Y al llegar a los sitios
pintorescos, allí estaba “ de la
Cuadra “ con su máquina en ristre plasmando unas buenas
instantáneas.
Faltaba “Víctor de la Cuadra Mendoza “y David se
ofreció para esa labor, el reportaje fue una maravilla, ayudado también por
Mario.
Bien tocaditos llegamos a la
antena, y después del reagrupamiento, bajamos a la fuente de Clavijo a
refrescarnos. Traguito de agua fresca y continuamos por el camino al lado del
cementerio a coger la senda del “Cuquito”. La senda la hicimos en sentido
ascendente y si bien es cierto que esta muy bien, ( la limpió” la brigada de la
melaza” aunque ya no tuvo mas actividad en ese sentido), también es cierto que
la dureza es bastante grande y en varios lugares la mayor parte tuvimos que
desmontar , a “Supermario”, lo ví subir montado por un buen cuestón , y el
“Chifla”, debió de intentarlo varias veces por que no venía, y en esa espera ,
José Eugenio,- que bonito nombre-, se percató de que su bote se había quedado
en la fuente de Clavijo,(para que madrugarán los panaderos), así que sin agua
toda la mañana, continuamos la ruta hasta coger el “atajo de Ramón”.
Los traguitos de agua me los daba
Luis “Multacar”, que por su buen comportamiento en el hogar, se había ganado un
permiso dominguero, y disfrutó como un enano de la jornada, aunque el siguiente tramo, lo había hecho ya el
viernes pasado y no le quedo más remedio que repetirlo, aunque con mucho gusto,
pues le pareció fascinante.
La “senda negra” fue el siguiente
obstáculo de la mañana , Luis nos informó de los peligros que entrañaba y con
precaución la bajamos hasta que “Maldonado” nos perdió y tuvimos que mandarlo a
cola de pelotón, ( “juna” menos que un potorro con un corcho aunque lo operan
el lunes y se nos quedará como nuevo ) , pasó a ocupar su lugar Diego “esponja”,
y ese si que nos bajó con maestría , no como el que se zurrió vivo por culpa de
la leche que le compra la mujer con Omegas, y encima , se quería lavar el ano
en la bañera de la senda del “Manolito”, pues decía que le perseguían los
tábanos.
Si, si , habéis leído bien ,-
Manolito -, que así la bautizo “Multacar” , tanto bautizar a los lugares, con
nombres inventados, que el hombre se hizo un lío entre
“Monolito”, “Manolito”, “Manuelita”
etc. En cuatro días se pone al corriente de la jerga de los nombres de los
sitios por los que pasamos.
Esta senda se bajó sin incidencias, alguno con
bastante pericia, y en un periquete nos encontramos abajo.
Ante la temprana hora, decidimos ver la nevera
de Nalda , hacernos alguna foto y tirarnos por el bajadón que lleva a las
palomeras, para intentar rematar una ruta que había quedado matizada y que pasó
prácticamente sin ningún percance.
Rumbo hacia Logroño, fuimos por
el camino al lado del Iregua y como todo es poco, sin casi división de
opiniones, tomamos la senda del “Acabose”, llamada así porque casi todos los
días acabamos la ruta con ella.
La hicimos guiados por “Esponja”
y en la rotonda de la gasolinera , dimos por finalizada la primera parte del consabido
“duathlon” que se suele practicar los domingos.
Levantamos al tío Gerardo de la
cama y le obligamos a que nos pusiera unos huevos con jamón, cazuelitas de
picadillo, orejas y pimientos rellenos, regados con vino y gaseosa, quesito y
cecina de postre y café con licores, lo dicho, un esfuerzo digno de titanes.
Cuatro mentiras, algún chiste, un par de anécdotas y a casa que alguno había
quedado para comer.
Hay que ver el fondo físico que
tiene esta cuadrilla, hasta “Chifla”, quiso demostrarlo quedándose a la lo más
duro de la prueba.
Bueno, esto es más ó menos lo que
aconteció en esta gloriosa mañana de domingo.
Algo seguro se quedará en el
tintero, pero lo comentaremos el lunes en el “Winniepub”.
FOTOS AQUI:
3 comentarios:
Pepe, no me he enterado quien es ese de los tábanos pero al menos a los demás no os atacaron jejeje.
qie facilifad de escritura, ni que hubieras hido a colegio de pago si señor muy buena cronica
El segundo comentario debe ser de Marcelo, que está un poco "hido".
Lo del manolito es siempre en referencia a mi gran amigo Chuchi Dávila, que así bautiza a todos los monolitos.
Ese tal José Eugenio deduzco que debe ser Pepón. Menos mal que no fue otro el que olvidó el botellín, je,je.
Al que perseguían los tábanos era al de las botas rojas, que era bonita hasta la caja...
Un abrazo. Luis.
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