01 abril, 2020

El Ciervo by Oli (18 Ciclistas)



1 de marzo de 2020
Distancia: 50km
Desnivel acumulado: 1056mt
IBPindex: 79


Crónica by
 Luis

Ricardo, Saul, Edu “Ayuntamiento”, Jorge, Javi Costero, Fran, Javi, Tomás, David “Reventón”, Dieguit, David, DIEGO, Luis, Jero, Toño, Roberto, Vitín y Rubén.


Amanece temprano. Cuando me levanto a desayunar observo que una tibia luz entra por la ventana, más de la que habitualmente encontramos en Las Gaunas los días de duro invierno. Pienso que en breve se podrá empezar a quedar a las 7h.30. Incluso a las 7h.00, para mayor disfrute. Eso me hace sentir bien.


Algo raro en mí, hoy me ha sacado de mis sueños el despertador. Normalmente me adelanto a él para no oír su ronroneo.

Tengo grandes dudas sobre qué ropa vestir. No me gusta pasar frío, pero el exceso de ropa casi me funde unas semanas antes. Finalmente opto por ir de corto con el pecho bien protegido. Tras un buen desayuno, puesto en paz con Dios, y con mi flamante emparedado en el bolsillo, me lanzo a la calle. A ver qué nos depara el día.



Cuando llego a Las Gaunas veo un grupo de 3 personas, pero es un espejismo. Hay más gente que mierda en Francia. Se ven caras que últimamente se prodigan poco, como Rober, David o Saúl. También fallan algunos habituales como Israel y Pepón. Éste último lleva tiempo sin salir. Seguimos echando de menos tus broncas, por esto o por lo contrario, con ese vozarrón que tienes. A ver si te compras un bici eléctrica y vuelves a practicar la bici de campo con nosotros, hombre.





Se nota el frío a primera hora de la mañana. Estoy deseando llegar a la cuesta de las vacas. Tras el calentón de subirla se acabó el mal tiempo. Para toda la mañana. Vamos bien, un poco altos de ritmo. Como siempre se me escapan los más fuertes y los más eléctricos del grupo. Intento seguirlos, pero mi esfuerzo es en vano. Cuando nos desviamos a la derecha, en el camino a Sorzano, para enfilar la subida hasta la portilla del camino nuevo, me paro a quitarme ropa. Me habrá costado un minuto hacerlo. Lo que he sufrido para recuperarlo.



La subida del camino nuevo se hace placentera, más de la mitad la hago charlando con Jorge, que nos ha alcanzado poco antes ya que ha salido tarde de casa. También se da cuenta de que el ritmo ha subido últimamente. Le ha costado lo suyo cogernos. Básicamente no hemos hecho ninguna parada hasta la portilla.




Refrigerio de rigor, todavía apurando las últimas unidades de los bombones de David, y nos metemos en senda oscura antes de quedarnos helados. Está muy bien y súper limpia. En algún momento me da tiempo hasta de disfrutar del paisaje tan extraordinario que nos rodea, alguna raíz me mira con ojos de gacela. Hay que ir muy atento en estas sendas llenas de trampas. Al acabar el tramo salimos a la amplia pradera que en ese momento estaba con un radiante sol, lo aprovechamos para hacer la fotosíntesis.




De senda oscura pasamos al camino que sube a las antenas de Moncalvillo. Apenas paramos en el abrevadero, para qué vamos a parar si nadie está cansado ni retrasado.




Contamos 6 paellas 6, antes de afrontar la larga recta que desemboca casi delante de la, para mí, nueva senda del Ciervo (by Oli). En este punto quiero hacer un inciso para dar la enhorabuena a Olivier por el ímprobo esfuerzo en hacer nuevas sendas, para mayor gloria. Ya te llevaremos un bocata con lima oculta cuando te metan en la cárcel…





Nos vienen gustando cada vez más las sendas, que se caracterizan por ser estrechas y casi imposibles para adelantar al que te precede. Hay como un ranking no escrito del orden de entrada, en función de tus habilidades. A mí me suele tocar de los últimos, pero hoy me salto la disciplina y me cuelo justo detrás de los buenos. A ver si se me pega algo. Nada se me pegó y, eso sí, a punto estuve un par de veces de besar suelo.



Nos queda el Jabalí. Está muy bien, aunque deberían asfaltarla, tanto bache te destroza las muñecas. Voy todo concentrado a una distancia prudencial de Rober, para no molestarnos. Curva ciega a izquierdas con terraplén de subida para encarar una bajada muy empinada con árboles a ambos lados. Cuando me asomo me encuentro a Rober por ahí tirado. Me entra un ataque de cordura y descabalgo. Tampoco hay que tentar la suerte.



Sojuela pueblo, senda quemada y unos a casa y otros al almuerzo. Creo que hoy invitaba Eduardo Diéguez.




¡Qué gran mañana! Ya pensando en la siguiente.

Un abrazo, amigos.

















5 comentarios:

vitinbtt dijo...

Buena crónica Luis, ahora que estamos confinados viene que ni al pelouna frase de tu crónica: "En algún momento me da tiempo hasta de disfrutar del paisaje tan extraordinario que nos rodea..." la mayoría de las veces no le damos importancia a las cosas que realizamos con asiduidad, como es salir al "campo" y poder estar con familia y amigos. Esperemos que esto pase pronto. Me imagino que cuando volvamos a salir te podrás quedar a almorzar ya que me imagino que la casa la habrás dejado como los chorros del oro jejeje.

Igor San Juan dijo...

Muy buena tito Luis con esto de la trombosis y el comfinamiento hace mucho que no nos vemos y la verdad es que se os echa mucho de menos esos días con los or son de categoría un fuerte abrazo a todos amigos y pronto nos vemos

Anónimo dijo...

Buena crónica, Luis.
Parecía que estaba todo visto, pero parece que no. Nuevas sendas, nuevos recorridos, pero como siempre grandes rutas.
Salud y esperanza,
Barrancas.

Saul dijo...

Buena crónica primo....pero con lo de quedarse en casa parece q esto fue el año pasado.
Un abrazotr

Miguel_Bike dijo...

Buena crónica, esperemos que dentro de poco podamos surcar esos caminos, sendas y paisajes que nos echan de menos.

Un Saludo y abrazos.