Crónica por Diego “Carraspana”.
Pre-crónica del viernes
Después de mucho tiempo sin salir
con mis amigos de OR, este viernes por fin me animé y me escapé del curro un
rato antes para poder estar a la hora prevista. Fiel a su afán por ofrecer
rutas nuevas, Víctor había preparado una visita al Chorrón de San Marcos, lugar
que nadie de los asistentes conocía.
Mientras pedaleamos a buen ritmo
en dirección a Nalda se suceden los comentarios y los chistes fáciles acerca
del curioso nombre del lugar. Entre la velocidad y la charla llegamos en un
momento a Nalda donde rellenamos los bidones y nos refrescamos porque el calor
aprieta de lo lindo. Aquí Marcelo, colorado como un inglés en Benidorm en
Agosto, decide que ya ha dado de sí todo lo que podía y se vuelve a Logroño.
Una vez en Nalda continuamos
subiendo en dirección al final de Senda Bonita en cuyo abrevadero volvemos a
refrescarnos metiendo la cabeza en el pilón.
Seguimos subiendo hasta casi
empalmar con el otro camino que sube desde Nalda, momento en el que surgen las
dudas hasta que vemos un cartel indicador y seguimos por una senda que baja en
dirección al cauce de un arroyo.
Antes de adentrarnos más nos
paramos a hacernos una foto en lo poco que queda de las ruinas de la ermita de
San Marcos, apenas cuatro paredes.
Y entonces empieza la diversión:
una senda angosta que tras cruzar un arroyo desciende con gran pendiente en
varios tramos enlazados con curvas muy cerradas. La presencia de una soga para
facilitar el descenso a los caminantes nos da una idea de la pendiente de la
senda.
Con mayor o menor fortuna todos
vamos bajando hasta que el primero se da cuenta de que aparentemente nos hemos
pasado el sitio donde está el famoso chorrón, así que a desandar lo andado y
otra vez para arriba.
Esta vez sí, encontramos el
paraje. Una bonita cascada llena de musgo y vegetación. Dado el calor, algunos
aprovechamos para darnos una ducha refrescante. Después del calor que hemos
pasado para llegar, se agradece el fresquito de este singular rincón.
Tras las fotos de rigor,
continuamos bajando la senda que, salvo la primera parte con fuerte pendiente,
resulta muy noble y divertida, con la excepción del punto en el que cruza un
arroyo lleno de piedras.
Y comentando lo bonito que era el
paraje llegamos a Logroño donde Miguel Angel nos invita a unas cervezas y unas
tortillas por su cumpleaños.
Una bonita tarde que me hace
recordar lo bien que me lo he pasado siempre con esta gente, así que me animo y
le confirmo a Víctor que el domingo también saldré con ellos.
Su respuesta, lacónica: “Pues ya
sabes a quién le va a tocar hacer la crónica….”
Y así llegamos a
Crónica del Domingo
29 de junio de 2014
Distancia: 55km
Desnivel acumulado: 645mt
IBPindex: 60
Perdonad esta introducción, pero
para poner que sonó el despertador, que miré por al ventana, que hice pipí y
otros comentarios habituales he preferido contar lo que ocurrió el viernes.
De nuevo pedaleando con mis
amigos, hoy toca ruta corta para poder estar de vuelta a las 10:30 para el
almuerzo que ha preparado Fran por su cumpleaños.
Así, igual que hace dos días, de
nuevo a buen ritmo por el camino viejo de Alberite. En seguida llegamos a
Viguera donde continuamos por la
Senda de los Pescadores, rota parcialmente desde hace meses
por las obras de canalización y que ha perdido parte del encanto.
Tras cruzar el puente romano
continuamos un tramo por carretera hasta pasar Castañares, donde nos metemos
por el camino que sube a la derecha. Rodeados de grandes encimas subimos
penosamente por este empinado camino hasta que nos desviamos a la derecha hacia
la Senda de la Plana.
En un momento dado Fernando
Alcalá rompe el desviador y, tras una reparación de emergencia, decide regresar
por donde hemos venido.
Continuamos por el robledal y el
camino se convierte en senda, muy bonita y perfectamente ciclable, cruzando
alguna mancha de hayas.
Terminamos de subir el collado
para continuar subiendo hacia la derecha. Un gran tapón anuncia el comienzo de
la aclamada Senda del Canalillo, senda que comienza rápida y sin problemas.
Aparentemente, porque una valla hecha con un par de cables cruza de lado a lado
la senda y no está señalizada (sólo en sus extremos), y hace que Víctor dé con
sus huesos en el suelo. Menos mal que los cables se rompieron y estaban a la
altura del manillar y de la horquilla. La caída se salda con unas magulladuras.
Continuamos, y la senda coge
mucha pendiente y con un agarre comprometido. Esta vez es Dieguito el que se
pasa de frenada.
Finalmente llegamos abajo y, tras
reagruparnos, continuamos en dirección a Sorzano. Una parada rápida y
continuamos rápidamente hacia Logroño que hay que llegar a tiempo para preparar
el almuerzo.
Otro pequeño incidente en la
cuesta de las vacas, que está más delicada que antes, nos retrasa un poco, pero
a la hora prevista estábamos en Villa Carmelo. Allí están también David y
Alberto que han venido en coche con las viandas.
Una vez más, Víctor nos da una
clase magistral de cómo asar productos muy diferentes y conseguir sacarlos
todos a la vez y en su punto. Todo un crack.
El almuerzo, un éxito rotundo.
Gracias Fran!!
Al final, regreso a casa con la
agradable sensación del reencuentro con unos amigos con los que hacía mucho
tiempo que no compartía una mañana de domingo y con los que siempre disfruto.
Espero que no vuelvan a pasar otros seis meses.
3 comentarios:
Excelentes crónicas Diego y el almuerzo ni te cuento, gracias Fran.
Lo de la valla en medio de la senda una putada menos mal que no me pasó nada para lo que pudo ser.
Eso te pasa por ir el primero. Felicidaes a Fran y a Pepón. Ya siento perderme los almuerzos.
Luis.
Que buena ducha el viernes, la vuelta del domingo preciosa y que almuerzo!!!
Buena crónica Diego.
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