26 noviembre, 2006

Un par de rutas por los Vosgos (Francia)


A finales de Octubre nos cogimos 5 días de descanso, en los que fuimos al pueblo de la Bresse en Francia. Allí nos reunimos con mi familia en un alberge de montaña.

Aproveché para llevarme la bici y pude realizar dos estupendas rutas. El pueblo se halla situado al pie de los Vosgos. Es un sistema montañoso que separa Francia de Alemania con altitudes entre los 1000 y1600 m.

La Bresse está en el valle entre dos cordilleras, a una altura de 450m y las dos cordilleras llegan a los 1200m.

Las montañas están cubiertas de bosques: Robles, hayas y pinos. Todo plagado de caminos, pistas, sendas y senderos. Todos están perfectamente señalizados por la asociación de MTB de la región y es perfectamente posible realizar una ruta sin ayuda de planos y gps. Un buen detalle fue que en la oficina de información y turismo te proporcionaban unos planitos con todas las rutas de la zona y lo mejor es que estaban impresos en una cartulina plastificada que cabe en el bolsillo del maillot. Además gratis.

La primera ruta la hice a la aventura. Sin nada preparado y con el gps a modo de registro de la ruta. Fueron unos 35 km bosque a través.

Os dejo unas cuantas fotos para que observéis la belleza de este bosque en otoño.

A pesar de la humedad que había, el terreno absorbe muy bien y rodando sobre las hojas apenas se embarró la bici. El 80% eran sendas dónde solo cabía una bici y lo que más me impresionó fue un sendero de subida de unos 2 km de largo y muy técnico: En él sufrí de lo lindo, pero a pesar de las numerosas rocas a sortear, conseguí ciclarlo entero. Al acabarlo se llegaba a la cima de la montaña y desde allí se podían ver todos los valles de la zona y las numerosas cordilleras que daban la impresión de no acabar nunca. Aquél día el tiempo jugaba a mi favor, el sol lució durante toda la ruta. Y lo mejor lo dejé para el final: la vuelta al albergue era toda en bajada.

Aquí tenéis el enlace al track.

Al día siguiente no paró de llover, por lo que me dediqué a cuidar de la familia.

Pero el tercer día amaneció sin lluvia aunque tampoco con sol, por lo que no había excusa para no realizar una ruta por la zona de 65 km que me había bajado de Internet. Os dejo el enlace a la página, que es muy interesante pues vienen rutas de toda Europa.

Al final la alargué a 73 km. Y tal y como había descrito el que la publicó, me permitió conocer todos los paisajes de la región. Una ruta preciosa y muy exigente.

Me ocurrió una anécdota que debo contar:

Debido al perfil rompepiernas de la ruta y a pesar de haber comido en el km 40, a los 10 km me entró un bajón de fuerzas, que debía superar con la ingesta de azucar, pero no disponía de más comida. De repente y bajo mi sorpresa veo un paquetito colgado de un árbol en mitad del bosque. Al llegar a su altura comprueba que está lleno de caramelos variados. No veais lo bien que me sentaron. Fué un regalo divino, aunque seguro que le agué la búsqueda del tesoro a algún niño. Pido perdón desde aquí, pero es que no me pude aguantar.

Una ruta extraordinaria que me dejó agotado.

Aquí tenéis el track.

Los dos tracks de este post están en formato .kmz para que podáis verlos en Google Earth. Si alguien está interesado en los .plt que me los pida en un comentario.

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