Y se armó el Belén (12 Ciclistas)

 

BELEN 2021

12 de diciembre de 2021

Distancia:44km

Desnivel acumulado: 1121mt

IBPindex: 77

TRACK EN WIKILOC

Crónica por Fran

Mikael, Pedro Mari, Javi, Fran, Toño, Dieguito, Jero, Pepe, Luis, Fer, Isabel y Vitín.

Al igual que estos días en muchos hogares se colocan los adornos navideños donde no puede faltar el árbol o el tradicional nacimiento, uno de los eventos que se ha popularizado en el grupo al llegar estas fechas es hacer una ruta al monte para poner el Belén, el nuestro empezó siendo poco tradicional sino más bien anárquico, donde te podías encontrar desde dinosaurios hasta vaqueros, pasando por Santa Claus, miembros de seguridad, siete Reyes Magos o incluso prescindir de San José, pero poco a poco hemos ido depurando la plantilla y cada vez se parece más a un entrañable nacimiento aunque siga contando con alguna figurita realmente extraña.

Este año, en la reunión sabatina en lo que podríamos denominar “nuestro club social”, un miembro de la Cúpula de cuyo nombre no quiero acordarme, expresó la intención de irse por la tarde a poner el Belén en el mismo sitio del año pasado a lo que rápidamente otro miembro de la Cúpula allí presente y de cuyo nombre tampoco me quiero acordar, le replicó esa unilateral decisión y rápidamente mandó un wasap informando al grupo que la ruta del domingo sería el día elegido para colocar el Belén. En medio de la discusión, se me ocurrió decir que cuando las autoridades sanitarias nos prohibieron ir en grupo, en una de mis solitarias rutas, descubrí un sitio muy apropiado para ponerlo y les intenté describir donde era, pero el primer miembro (el de la decisión unilateral) seguía en sus trece y volvió a reiterar la intención de esa misma tarde ponerlo “en el sitio que merece estar” según sus propias palabras, así que sin más me marché a mis obligaciones familiares dejando allí la reunión en la que se habían ido incorporando más compañeros.

El domingo acudo a la quedada pensando que la Cúpula nos guiaría hasta el emplazamiento del Belén y solamente tendríamos que compartir unas viandas navideñas y cantar algún villancico,  pero según nos ponemos en marcha, uno de los del sábado me dice: “ale, que tú dijiste que sabías un sitio donde montar el Belén y ponías la ruta, llévanos”.  Estoy seguro de que yo no dije eso pero ante la orden y la mirada de tigre de la Cúpula no me quedó más remedio que improvisar. Recuerdo que para llegar a aquel lugar había que pasar por Clavijo, así que me puse a comandar el pelotón y sin volver la vista atrás nos encaminamos hacia ese famoso pueblo a los pies del monte Laturce, con su bello castillo encaramado en la peña, transitando la mayor parte por pistas y caminos fáciles, sin duda esta era una de la ocho rutas que nuestro “retirado” David hacía en sus tiempos de biker de campo (snif, snif…☹). Durante el trayecto, oía en mi cabeza voces que me decían “a la derecha!!”  pero las ignoraba una y otra vez porque no hacía mucho tiempo habíamos recorrido ese trayecto y lo conocía a la perfección, además no debía mostrar un ápice de duda pues me encontraba bajo la atenta mirada de la Cúpula y no podía fallar.

Una vez en Clavijo, salimos por el camino de Trevijano hasta llegar a las inmediaciones de Peña Lices y girar a la derecha por unas rampas de buen desnivel hasta alcanzar El Rodalillo, una cima que se encuentra en la divisoria entre el Valle del Iregua y el valle del Leza con unas impresionantes vistas a ambos valles e incluso más allá.

El primero en coronar fue Pepón, el portador de las figuritas y demás enseres del Belén, detrás iba yo más nervioso que un pavo en Navidad por ver si el lugar que había elegido era del agrado de la Cúpula, y allí tras una montaña de piedras y debajo de unos árboles estaba el portal hecho con mimo que había visto yo meses atrás, abandonado quien sabe si por la crisis del ladrillo o por un boom inmobiliario impulsado por la pandemia, pero al ver la cara de aprobación y los comentarios por parte de la Cúpula me vine arriba y les dije que lo había preparado yo mismo (jejeje…), desde aquí dar la enhorabuena al verdadero artífice del entorno y pedir disculpas si ha sido okupado.

Ahí llegaron los momentos felices: organización de figuritas y hasta guirnaldas con lucecitas colocadas sutilmente por nuestro especialista en religión el Torpedo de Islamabad, para después sacar las viandas navideñas, hacernos fotos e incluso, tal era la felicidad de la Cúpula, que nos obsequiaron con una bonita copla sobre el color de la piel de Dios…

En ese momento de gozo, pensé que era el mejor para decirles que mi trabajo había concluido y les entregaba el mando para el resto de la ruta, pues me salió rana, me dijeron que tururú y encima en una jugada maestra me endiñaron la crónica, así que otra vez a improvisar.

Para no volverme muy loco y con lo bien que me había salido la primera parte de la ruta, decidí bajar por una senda que conocía y al parecer no tiene nombre, así que la llamaré “senda de la Trini”, que nos volvió a dejar a los pies de Peña Lices y desde aquí por la pista hasta coger la Senda Coloma, Albelda, Vía del Iregua y regresar a Logroño.

A priori una vuelta que podíamos hacer fácil y rápida, pero al dejar la senda de la Trini, empezaron las aventuras, la primera como no podía ser de otra manera, Víctor, empezó con sus problemas de cadena (que invierno nos espera…), menos mal que estaba Diego, se puso el buzo de ayuda en carretera y manos a la obra, lo solucionó en un plis-plás pero no sabemos hasta cuando.

Bajando la senda Coloma el Sr. Marqués se va al suelo, echando la culpa a las ramas que hay cerrando las trazadas, así que mientras esperábamos a estar todos, decidimos nominar a Pepe como Capitán Jefe de la Cuadrilla de la Melaza para, ahora que tiene tiempo libre, se organice para limpiar sendas y cortar ramitas, creo que él no lo sabe pero me imagino que le hará una enorme ilusión cuando sea condecorado.

Al llegar a Albelda, Jero dice que ha pinchado con unos cristales, ahí estaba Diego una vez más: mecha, no cierra; cinta americana, no cierra; espuma, vaya fiesta montó pero sigue sin cerrar, así que como lleva mousse, bien de aire y se marcha como alma que lleva el Diablo, consiguió llegar hasta Logroño así que ni tan mal.

También, felicitar a Isabel que con nueva montura, hizo toda la ruta como una campeona y decir que Toño, según cuentan las malas lenguas porque yo no lo vi, hizo tres amagos de patineta que según él solamente fueron unos apoyos de control.

Ah!, al recoger las cosas, alguien metió en mi mochila algo que no era mío, lo digo por si el propietario está con la mosca detrás de la oreja, que sepa que lo tengo guardadito para dárselo.

En fin, esto fue más o menos lo sucedido el domingo en el que decidimos poner el Belén, así que deseando estoy de que llegue el próximo para poder compartir un ratito con esta cuadrilla de AMIGOS…

 FOTOS AQUÍ: 

https://photos.app.goo.gl/JNQm6EMYjiDZdRmF8