RUTA DEL AGUA SECA (8 CICLISTAS)
17 de octubre de 2021
Distancia: 58 kms
Desnivel acumulado: 1109 m
IBPindex: 83
CRÓNICA POR DAVID GONZALO
Pepón, Igor, Luis, Israel, Fran, Javi, Toño y David
Desde épocas pretéritas a este maldito bicho el cual nos ha impedido a muchos poder juntarnos para andar en bicicleta con buenos amigos, no había vuelto a salir un domingo con los OR. Parece que poco a poco vamos llegando a esa ansiada “nueva normalidad”, y volvemos a hacer esas cosas a las que antes no les dábamos mucha importancia, y que con esta experiencia de vida apreciamos todavía más.
La
mañana se presentaba oscura y en principio lluviosa, llego en primer lugar a la
gasolinera de la Gaunas y me invade el pensamiento de que la misión ha sido
abortada debido a las inclemencias del tiempo, pero enseguida empiezan a llegar
bikers adornados de luces multicolores.
Comienzan
los saludos rutinarios y la conversación se centra en si esta lluvia nos
permitirá andar en bici o de lo contrario tendremos que esperar, o ir a almorzar
directamente. Israel comprueba en el oráculo de su manillar que el satélite Meteosat
parece que indica que las nubes van alejándose y disfrutaremos de una mañana
seca y apropiada para el mountainbike. Con esta certeza en la afirmación de la previsión
y de la que el grupo no parece fiarse mucho, se decide la ruta a seguir y
tomamos el camino dirección a la Grajera para continuar por el camino de
Santiago hasta Navarrete, en este punto parece que hay un pequeño error de cálculo
cometido por nuestro guía autoproclamado Toño, y que Pepón le oferta de manera
amistosa como seguir por el buen camino que nos llevará hasta la dehesa de
Hornos, sin todavía haber pronunciado el adjetivo tontolabas utilizado para
estas ocasiones.
La
subida a la dehesa no deja a nadie indiferente y empezamos a tensar los
músculos para convertirla en una subida exigente que nos regala la primera
sudada del día. Al llegar al cruce nos agrupamos y continuamos hasta Daroca
donde tomamos la pista a la salida del pueblo que nos llevará hasta las
praderas de las faldas de Moncalvillo.
En
el comienzo de la pista realizamos la primera parada para coger agua en la
fuente, ante el aviso de que ya no podremos permitirnos el lujo de rellenar
nuestros bidones en unos cuantos kilómetros durante la ruta.
La
subida por las praderas siempre es una subida exigente que parece acrecentar el
agarre de nuestras ruedas y como estas se pegan al suelo como si del mismo
velcro se tratase, a lo largo de la subida Fran nos inmortaliza con nuestras
mejores caras en ese momento de terrible sufrimiento.
En
la entrada a la pista del bosque paramos para reagrupar y tomar nuestra primera
recarga alimenticia, algún comentario jocoso pone en duda la maravillosa
ensaladilla rusa de Luis con la que próximamente serán deleitados algunos de los
allí presentes y que por ausencia de paladar y sofisticación en el arte
culinario no saben apreciar, siempre a criterio del gran chef.
Continuamos
por la pista del bosque hasta salir a la carretera de Moncalvillo y es en este
momento donde el gran Israel, en contra de su propia voluntad de pensamiento
decide poner el nombre a esta ruta al ir a nombrar la fuente allí existente y
denominarla “Agua seca”, esta denominación es precedida por un gran aluvión de
chascarrillos y comentarios jocosos de los allí presentes con lo que queda
definitivamente bautizada la ruta.
Subimos
por la carretera de Moncalvillo hasta entrar en la primera curva hacia la derecha
a la bajada de los helechos, comenzamos con precaución al ser una pista rápida
en la que encontramos a varios bikers electrificados que suben. Unos metros
después es cuando realizamos una parada en una gran mesa y bancos de hormigón
para realizar la foto de grupo, al bajarnos de nuestras monturas se oye un gran
grito de dolor que procede de las mismas entrañas de Toño alias “Portento”, y
que empieza a retorcerse de dolor debido a que un gran insecto decide
introducirse entre las toberas de ventilación de su casco y tomar el néctar de
su sangre para causarle un gran picotazo con la consecuente causa efecto. La víctima
sigue quejándose del gran dolor causado por el pequeño insecto, es en este
momento cuando le ofrecemos todo tipo de curas naturales administradas por el
resto de integrantes del grupo entre las que se encuentran la orina humana,
barro y un largo etcétera con la misma dudosa procedencia, por descarte decide
elegir el barro como último recurso y
que le es administrado con toda clase de cuidados para salir inmortalizado en
la foto de grupo con su cataplasma de barro en la parte superior de su órbita
ocular.
Son
estas situaciones las que nos llevan a la gran reflexión de lo ignorante que a
veces pueden ser estos tipos de insectos del mundo animal, que teniendo a
cuarenta y siete millones de españoles se atrevan a picar al gran Portento con
las consecuencias legales que para ellos pueden tener, y en la que no tendrán
la oportunidad de utilizar ningún alegato posible que les libre de que la
fuerza de la justicia recaiga sobre ellos.
Superadas
todas las vicisitudes del mundo animal por ambas partes, continuamos con nuestra
bajada por la pista donde Javi es sorprendido por Luis en un adelantamiento
indebido y salimos a la carretera que transcurre por la población de Santa
Coloma para llevarnos a la pista que acaba en Ventosa, antes de entrar a la
pista Igor y Toño se pasan el cruce y esta vez sí es donde Pepe utiliza el gran
adjetivo reservado para estos menesteres llamándoles tontolabas en repetidas
ocasiones.
Llegado
a este punto es cuando apreciamos que la mañana va llegando a su fin y donde el
tenor Igor San Juan nos comienza a deleitar con una gran variedad de canciones
de su gramola particular de los años 80 y 90, las que no parecen ser del agrado
de Toño, no sabemos si es por su gusto musical o por el dolor que le ha dejado
el insecto en la cabeza y que han mermado sus capacidades cognitivas.
En
Ventosa tomamos el camino de Santiago para llegar a Logroño por la Grajera
donde vemos un gran número de peregrinos de diferentes nacionalidades que nos
saludan en la mayoría de los casos con una sonrisa.
Al
final del camino de la Grajera nos despedimos para separar nuestros caminos que
se reparten en diferentes actividades después del ciclismo de montaña como son
almuerzos, compromisos familiares, y un largo etc.
Como
resultado una gran mañana en muy buena compañía y disfrutando de la bicicleta
de montaña con estos paisajes otoñales que nos ofrece La Rioja, que todavía
incrementan esa sensación de disfrute y bienestar.
5 comentarios:
Buenísima crónica David, ya veo que dieron mucho juego los protagonistas de la salida.
Ya sabes que en al menos 3 salidas no te vuelve a tocar crónica.
David, me he reído a gusto con tu crónica. Bien contado todo. Con las oposiciones, que dan título a la crónica, de Israel lo llamaré el oxímoron
Buena crónica compañero de peluquería siempre es un placer poder deleitaros con dulce suerte tuvo el señor pleitos de que el abisporro no le pico en otra parte más comprometida
Muy buena cronica David y relatada con gran exactitud. David llegaste al grupo de nuevo y paso lo que realmente se denomina "llegar y besar el santo" y es que el amigo Fran nos asigna las tareas con justicia severa.
La verdad que apetecía ya hacer una jornada sin una de esas tan protagonistas sendas que desde hace mucho tiempo nos ocupan las salidas.
Gran domingo y risas por doquier.
Otra gran jornada y van...
Muy buena crónica David!!!. Se ve que como haces pocas, la coges con ganas y si a eso le sumamos el tiempo que sacas entre almuerzo y almuerzo con tu colega munícipe Edu terminas bordándola. Te ha quedado tan bien que voy a recomendar a Faltafrán "El Señor de las Crónicas" que te adjudique alguna a no mucho tardar.
Yo, incauto de mi, había preparado -con la ayuda inestimable de Miguel Angel y Luis- una ruta de hombres, pero vino Pepón y nos impuso manu militari una rutita de las suyas; de prejubilao. En fín, qué le vamos a hacer.
No quiero terminar este comentario sin comunicaros que el avispón está ya en el Centro Penitenciario de Logroño cumpliendo condena por usurpación de funciones. Qué quede claro los únicos que pueden chupar la sangre con licencia somos nosotros, los letrados.
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