22 de agosto de 2021
Distancia: 48km
Desnivel acumulado: 935mt
IBPindex: 73
Crónica por Álvaro
Félix, Pedro Mari, Javi, Vitín, Fran, Dieguito y Álvaro
Vuelta a las “ANDANZAS” y ya son dos de dos. Hoy domingo me
he hecho un poder para despegar las pesadas sabanas y me he embarcado en otra
gran ruta de btt con mis amigos.
La salida ha sido puntual a las 8 de la mañana, pero como
acostumbro en todas las crónicas, he de pedir perdón por llegar tarde. Este
hecho no me ha eximido de ser el narrador de la ruta dominical. Todo ello gracias
a Dieguito y a sus habilidades circenses, que le permiten hacer más de una cosa
a la vez encima de la bicicleta y me fue diciendo la dirección que tomaba de la
cuadrilla.
Durante la subida a las bodegas de Alberite en mi periplo hacia
el encuentro con el grupo, veo a lo lejos una mancha naranja en la carretera. A
medida que me acerco, los pelos de mi piel se comienzan a erizar, un leve
zumbido llega a mis oídos mientras un cosquilleo me invade las rodillas y
pequeñas ondas electroestáticas hacen que mi móvil pierda cobertura. No era una
señal extraterrestre, pero podría ser objeto de estudio por parte del mismísimo
Iker Jiménez. ¡Las eléctricas han tomado éste humilde grupo!
Entre saludos y palabras de bienvenida me doy cuenta de que
hoy iba a ser otra batalla perdida por las musculares.
El grupo toma dirección Clavijo a un ritmo marcado por
Dieguito, mientras Pedro Mari y Fran me adulaban con palabras a mi querida
tierra, donde habían estado trabajando/comiendo recientemente. Como no podía
ser de otra manera, volvió la interminable, inevitable e inútil discusión
Ribera VS Rioja; digo inútil, porque todo el mundo sabe que el vino bueno es de
Ribera (no me deis mucha leña en los comentarios cabrones).
En esta ocasión el Visir decide que subamos por las zetas de
debajo del castillo. Solo algunos intrépidos como Félix o Diego se atrevieron a
intentar subir por el atajo. El resto de los mortales subimos por donde
corresponde hasta coronar y reunirnos en la fuente.
Entre alguna gota de sudor y jadeo se decide subir por la
senda de Kukito, en la que el comienzo muy polvoriento nos anuncia como serían
las bajadas del día. Nos cruzamos con un par de senderistas y terminamos
agrupándonos en el comienzo de la petaQUILLA. He de decir que los diminutivos
para los nombres en la Rioja no están muy bien otorgados. Prueba viva de ellos
es el señor letrado y mi persona.
Subimos el paredón que da acceso a la senda de la Leñosa
previa parada correspondiente para el avituallamiento en el paso canadiense. El
terreno estaba perfecto dentro del monte, el verano había hecho su trabajo, ni
rastro de los charcos que suelen cortar la subida y con un punto de humedad
perfecto para que la btt agarre.
50 metros de bajada y vamos a por la senda del Fraile. Una
subida pedregosa, técnica y con cantidad de piñas que te animaban a sacar la zapatilla
de la cala. Alguna que otra patineta se pudo ver para deleite de los presentes,
pero de las que creo que no hay documento gráfico, por la cuenta que nos trae.
No habíamos tenido bastante con el calentón que decidimos
subir a la Fenix por la senda paralela a la pista. Un alarde de valentía que no
se correspondió con el resultado. Un par de tramos de empujabike y fotón de
grupo a las puetas de la primera bajada de la mañana. Es esta ocasión se
intentó colocar al grupo por orden de altura, pero nos faltaba uno de los
patrones en el extremo para la correcta disposición; sentimos las molestias.
Comienza la bajada y disfrutamos con esas horas de pala y
azada que han tenido que meter para construir las decenas de peraltes y curvas
de este Dragon Kan.
Terminada la senda y con una sonrisa de oreja a oreja
hacemos el empalme por pista para dirigirnos a la Resentida. He de confesar que
es una de mis preferidas. Durante la bajada hubo algún percance sin
consecuencias porque Pedro Mari tiene una afición desconocida hasta ahora: le
encanta quitar la corteza de los árboles con el manillar, no sé para qué. A ver
si alguno de los entendidillos en vino le puede explicar que los corchos nos se
hacen con corteza de pino sino de alcornoque.
Agrupamos la cuadrilla al final de la senda y nos dirigimos
a las Ruinas, pero esta vez bajamos por una alternativa que no conocía hasta
ahora. Se toma a mano izquierda del comienzo y es mucho menos peligrosa que la
original. Vitín nos explicó que se podía hacer de subida sin mucha
complicación, a lo que alguna cara de los presentes como Javi no decía lo mismo.
Tomamos el camino de bajada a Nalda donde paramos a repostar
agua. Una pequeña sesión de malabares por Diego y bajada a toda velocidad por
la carretera y Mogrones. Para evitar el trajín de viandantes del camino del
canal, cruzamos al otro lado para volver por la carretera e ir a parar a
Logroño a sede de la organización.
Allí nos esperaba Pepe y poco más tarde se unió Edu para
celebrar otro gran domingo de btt. Mención especial a los pimientos verdes que
nos regaló un amigo de la cúpula y que estaban cojonudos. Una pena no habernos
enterado a quién le tocó el pimiento picante para que pagase el ágape, pero
esperemos que la almorrana se vengase su silencio.
FOTOS AQUÍ:
3 comentarios:
Buenísima crónica Alvarito (te pega muy bien). En cuanto al vino el mejor es el que se toma con gaseosa y si es reserva eso ya es todo un lujo.
Ya teníamos ganas de volver a verte en la MTB, espero que la próxima vez que vengas no tengas que hacer la crónica, eso querrá decir que no habrá pasado mucho tiempo desde esta salida.
Buena crónica, Alvarito! El Ribera si es con Coca-Cola, sabe mejor🤣
Un abrazo y nos vemos pronto🚵
Mikael
Bien escrito Alvarito y al detalle, como se nota la gente con estudios. Estos cabronazos de los asistidos ya sabes que te hacen las rutas insufribles y ellos van tan panchos como que alguno casi ni almuerza. En cuanto a lo del vino siempre es un honor para el zumo de sarmiento de tu tierra ocupar un merecido tercer lugar del pódium, cuantos quisieran y tu debes de seguir presumiendo de ello. A mi en la víspera la sobredosis del que ocupa lo más alto del cajón me dejo ko para poder hacer la ruta, ya lo siento, aunque el almuerzo no lo perdoné.
Aun con todo fue una gran jornada y van...
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