CANALES 2020
26 de julio de 2020
Distancia: 37km
Desnivel acumulado.
1237mt
IBPindex: 106
Crónica by Ricardo
“Barrankas”
Toño, Javi, Pepón,
Ricardo, Vitín, Israel, David, Jero, Nacho y Gustavo
A pesar de los años
que he organizado la etapa por Canales, todavía siento mariposas en el
estómago, será por las ganas que uno tiene de que todo salga bien.
Este año dadas las circunstancias
todavía más, si cabe.
Ya desde su
preparación con el gran Trankas, hasta su celebración, han sido días de darle
vueltas a las cosas hasta dejarlas más o menos bien, pero siempre con la espada
de Damocles sobre la cabeza.
Hemos quedado en el
pueblo a las 9, y puntuales llegan como siempre, para aparcar en la cochera que
muy gentilmente nos deja Carlos, un amigo y vecino del pueblo.
Van llegando:
Fernando di Blasi,
(ya lo siento) con su copiloto Pepón, valvulinas 2.
Antonio Andrés,
gran piloto de rallye, pero parece ser que se le da mejor el asfalto que la
tierra, con su copiloto Isra, el hombre tranquilo.
Bartolo, amarga
sendas y valvulinas 1, con el jefe Víctor (un respetito) manirroto man.
El abuelo David, y todavía
vigente campeón de la RBR para mayores de 60 años, con Madelman Jero, el hombre
de Instagram.
A estos amigos y a
mí se nos unen dos lugareños, Nacho y Gustavo.
Así pues, tras los
saludos y presentaciones pertinentes, a las 9,15 como estaba previsto
comenzamos nuestra aventura.
En cuanto cogemos
agua en la fuente de San Andrés, enfrente de nuestro flamante teatro, arrancamos
cruzando el pueblo, para salir por la ermita de San Antonio y dirigirnos por el
camino del Arenal hacia las Centeñeras. Ya en cuanto salimos, las primeras
rampas hacen quejarse a mas de uno, pero ni caso, son chicos potentes, aunque
es cierto que tan de repente duelen, además vamos ya en continua ascensión, no demasiado
dura pero constante. Una vez realizado este primer cumbreo, un suave descenso
entre ovejas e intentando evitar a los mastines, nos deja a los pies del primer
rampón de la jornada. EL CAMINO DEL ALEMAN.
Es una bonita y
exigente subida de un kilómetro o un poco más, entre refrescante sombra de
hayas. Hay algún tramo un poco roto, otros con ramas, alguna piedra, lo que lo
hace que sea algo técnico, pero sin dificultad.
Parece que nos la
tiene jurada, este camino, o es que tenemos que pagar un peaje al señor del
bosque (estoy viendo la trilogía del Baztán y me viene a la cabeza), pero como
ya ocurrió en años pasados la más importante incidencia del día ocurre aquí.
Como antaño Vitin,
hoy le toca abandonar al gran ciclista di Blasi, una rotura del cambio lo manda
para casa.
Menos mal que es un
hombre de recursos y una vez en el pueblo, coge sus botas de trekin y sus
bastones y aprovecha la mañana dándose un buen paseo.
Continuamos nuestra
ruta.
Después de superado
este percance, salimos a la pista que nos dejara en el límite con la provincia
de Burgos, para seguir con otra pequeña ascensión.
La subida que ahora
nos toca no es muy fuerte y es una verdadera gozada subir por ese camino, con
alguna raíz de esos viejos robles a la vista, que hoy no tienen ningún problema
ya que están completamente secas, estando húmedas pueden darte algún susto.
Los árboles que
aquí nos dan sombra son un verdadero espectáculo y no porque los tenga muy
vistos menos impresionantes, uno no se cansa de verlos y los que no los
conocían se quedan verdaderamente impresionados.
Además todo su
entorno, limpio y cubierto de helechos, hacen del lugar un paraje de ensueño.
Sobresale del resto
un viejo roble afectado por un rayo y de unas dimensiones descomunales.
Después de las
fotos de rigor, sobre todo de nuestro instagramer favorito, tenemos que
continuar. Nos dirigimos hacia la población burgalesa de Monterrubio de la Demanda.
Primero, un suave
descenso entre los robles nos deja en el GR que une esta localidad con otra (Huerta de Arriba), para después con
algo más de pendiente convertirse en una bajada rápida y limpia por una pista
con la única dificultad de tener que sortear los destrozos efectuados por las
últimas tormentas en algún tramo.
Acabada la bajada
tenemos un par de kilómetros hasta el pueblo (Monterrubio de la Demanda), que son de un tranquilo rodar. Cruzando
la carretera BU-825 entramos al pueblo para hacer nuestra primera parada a por
agua.
Una vez avituallados
va a comenzar el primer subidón del día.
Salimos del pueblo,
y una vez pasada la señal de fin de población, como a 20mts. giramos a la
derecha para encarar una pista que va rodear el monte y que en su principio son
unos 3 km. duros, duros de verdad. Vamos a pasar de los 1150mts. a casi los
1400. En este punto se empiezan a hacer
algunas diferencias.
Algunos nos
quedamos a esperar a Nacho y Gustavo que van un poco justos, mientras los
demás, ya saben que al final de la subida una vez pasado el paso canadiense
deben de esperar.
Así lo hacen y al
poco, una vez todos reunidos, y nuestros amigos recuperados de la ascensión
vamos a rodar por uno de los sitios más bonitos de la ruta.
Nos adentramos en
un hayedo espectacular, además se agradece su sombra pues el calor empieza a
apretar. El camino alfombrado de hojas se hace fácil, muy fácil, tanto que me
tienen que pegar un grito para que pare el ritmo, pues sin darme cuenta los
había dejado atrás.
Con todas las veces
que he pasado por él y si no es por el jefe (Victor) que llevaba el track los
mando hasta el río.
Así disfrutando de
este camino, llegamos a la carreterilla que va a la Ermita de La Soledad, pero nosotros la cogemos en sentido
ascendente para ir a parar al abrevadero que tenemos cerca, para comer algo y
coger agua por última vez.
Aquí nos tomamos un respiro, sin prisa, y
entre chascarrilo y chascarrilo, vamos llenando nuestros bidones y mochilas de
agua, comemos alguna fruta y como no, los bombones del chino que son
interminables.
Dejémonos de charla
y a lo que vamos, emprendemos la marcha después de un rato, que ahora viene lo
bueno.
Tenemos unos 6 ó 7
kmts. de ascensión con unos porcentajes bastante considerables y constantes.
El principio es
suave, por asfalto, hasta llegar al término de Pradejón.
Estamos a 1400 y
tenemos que llegar a los 1700 más o menos.
Ahora se convierte,
el camino, en pista de tierra que es una suerte como la han dejado de lisa,
pues no hace mucho era casi toda ella piedras y más piedras.
Pasamos en primer
lugar por la era de la Hombilla, donde pacen y nos miran pasar un puñado de
vacas.
A partir de aquí y
con calor sofocante, nos adentramos en la arboleda, donde empiezan las
verdaderas rampas.
Estas están durante
la mitad de la subida siempre sobre el 11%, se hace duro, para unos más que
para otros y se vuelven a abrir diferencias.
Justo pasada la
mitad de la subida, una curva a derechas nos hace enfilar ya el fin de la
subida. Aquí se suavizan las rampas pasando a ser del 8% cosa que no nos viene
nada mal, pues unas colmenas colocadas en este lugar nos hacen acelerar la
marcha.
Así poco a poco
vamos llegando todos al punto más alto de la ruta.
Estamos sobre los
1700mts. y de aquí a Canales, todo favorable, que diría alguno.
Desde aquí y
después de comer, beber, descansar un momento y disfrutar de las enormes vistas
que contemplamos, arrancamos sin miedo, veloces como el rayo pues la pendiente
es la justa para coger una gran velocidad, pero sin riesgo.
Pero tenemos el
segundo incidente del día. Jero raja la cubierta y tenemos que ponerle una
mecha para taponar, se arregla en un "pis pas" y se infla con un
nuevo artilugio que ha traído por si hiciera falta. Es como un compresor en
miniatura, y después de varios intentos funciona, ya lo creo que funciona.
Bueno para no faltar a la verdad diré que
mientras algunos arreglaban la avería otros seguíamos disfrutando de las
vistas, ya que desde aquí tenemos a un lado la vista hasta los Urbiones y por
el otro la pista que te lleva del pantano de Mansilla hasta el San Lorenzo.
Estamos en la loma
de Mojón Alto y continuamos, nuestro alegre descenso hasta el lugar que por
aquí se conoce como La Cruz de Vado.
De aquí hasta el
pueblo son unos 7kms. que se pueden dividir en tres partes.
Una primera senda
un poco escondida pero que, entre los gps y que estaba reconocido el terreno,
se encuentra fácil, es una sendita estrecha y con alguna piedra, escondida en
su mayor parte por las escobas y zarzas, ya que no es muy transitada. La
efectuamos sin incidentes y todos prácticamente a la vez llegamos a lo que
llamamos el Llano de Las Cordachas.
Desde este llano
tenemos que ir girando a la derecha para buscar la segunda parte, que tampoco
se encuentra fácil, pero que el sábado mi menda se encargó de ir a marcar.
Era y digo era, una
corta pero bonita senda entre pequeños robles y alguna fuente natural.
Ahora la han dejado
más corta y han destrozado parte del bosque. Han metido las máquinas para hacer
una pista y nos la han dejado para el arrastre. Esperemos un tiempo para ver cómo
queda el lugar.
Nosotros pasamos
como podemos por los montones de tierra y las rodadas de las máquinas para
enfilar la tercera parte. Un largo descenso por unas rodadas bien definidas que
nos deja en la entrada del pueblo.
Parecía haber
terminado la ruta, pero nada más lejos de mi idea, jeje.
Giramos a la
derecha por debajo del depósito, es el camino del Calvario. Aquí nos abandona
Nacho, pues para él ha sido bastante. Vamos a salir a la LR-113 unos metros
para empezar un recorrido cultural por la zona.
Enseguida entramos
a la derecha por un camino recién arreglado hacia el antiguo vertedero, al que
dejamos atrás. Parece que la mañana va haciendo daño y el amigo Isra saca otro
artilugio (es un cable) y arrastra a Gustavo que ya va en la reserva. Pasamos
al lado de la antigua mina y enseguida llegamos a nuestro destino.
Es un lugar de gran
arraigo para los Canaliegos, Cividad
le llaman, también se dice que aquí estuvo la ciudad de Segeda. Es una loma donde hay múltiples ruinas y coronada ella con
un, por lo menos centenario árbol, es un cerezo (ahora no me acuerdo de que
tipo) majestuoso. Estamos un rato admirándolo y charlando, unas fotos, y
rápidamente para abajo hacia el helipuerto para continuar nuestra visita
guiada.
Cruzamos el pueblo (hay
poca gente, pues están celebrando misa), primero pasamos por la Espinilla, lugar de reunión y fuertes
disputas políticas, seguimos por Barrio
la Parte y Fuenterrero, para
cruzar el río por el puente Manzano,
para después de pasar por delante de nuestro magnífico teatro y nuestro
singular papamoscas y dirigirnos a la última emboscada del día en la subida a
la que es nuestro mayor orgullo LA
IGLESIA DE SAN CRISTOBAL, un excepcional románico del S.XII.
Pero, ¡¡o
sorpresa!!, teníamos olvidado al gran di Blasi, cuando aparece chiflando y
dando voces a nuestras espaldas. Que alegría volver a verlo, con ese porte y
gracejo tan singular. Como ya dije al principio de esta crónica no desaprovechó
la mañana y se metió una buena caminata.
Unas cuantas fotos,
un poco de charla, a recoger, a la ducha y a comer, que nos lo hemos ganado.
No puedo despedirme
sin agradecer vuestra asistencia, se el esfuerzo que supone venir hasta aquí.
Como diría otro: Hasta otra canallas.
Me encanta que las cosas salgan bien.
Salud y esperanza,
Barrancas.
3 comentarios:
Ricardo, crónica excelente, se nota que le pones interés y que te conoces la zona al dedillo.
Ese camino del p**o Alemán lo vas a tener que descatalogar no hace nada mas que joder las bicis, aunque creo que Fernando lo hizo adrede para irse a andar a su aire.
Pero por muy bien que está la crónica, nada que ver con todo lo que hiciste antes, durante y después de la ruta, todo de 10, pasamos un día buenísimo entre amigos gracias a tu esfuerzo y dedicación. GRACIAS POR TODO AMIGO, ¡¡así da gusto!!
Buena crónica Ricardo, detallada y precisa, con abundancia de datos técnicos, nomenclatura detallada y verbo florido.
Dicho esto, tengo que hacerte una severa crítica; no has hecho mención del doble motivo de la celebración de la ruta y del convite que no es otro que la onomástica y féliz y esperada jubilación del gran Barrancas, al que no mencionas en toda la crónica a pesar de ser el que se ocupó de todo; preparación de la ruta, marcaje de camimos, infraestructura logística, repostaje cervervecero y carga alimenticia en el Restaurante Taberna La Villa. En fin, Ricardo, me parece que obviar la magnifica labor del gran Barrancas denota por tu parte una cierta envidia de una gran persona que se caracteriza, precisamente, por su humildad y al que hay hacerle un merecido homenaje. Gracias Barrancas!!!.
Posdata:El majestuoso árbol que preside Cividad no es, como se afirma en la crónica, un cerezo. Es un ciruelo. De ahí que los hombres de Canales sean conocidos mundialmente por su gran ciruelo.(Datos extraidos de Wikipedia).
Buena crónica Ricardo, hecha con cariño y con mucha dedicación.Simplemente agradecerte el día que pasamos por lo bien que te curraste la ruta y por lo bien que ejerciste de anfitrión ofreciéndonos todo o incluso más de lo que se puede ofrecer para dejar satisfechos a tus invitados. Sin duda será una jornada que difícilmente olvidaremos los que en ella estuvimos presentes.
Nada más que decirte:
MUCHAS GRACIAS,"BARRANCAS".
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