15 enero, 2020

El Anonadado (12 Ciclistas)



31 de diciembre de 2019
Distancia: 34km
Desnivel acumulado: 561mt
IBPindex: 33


Crónica by Miguel “Cuñao”

Hoy es 31 de diciembre, último día del año, y mientras los “runners” esperan a la tarde para correr la tradicional San Silvestre nosotros nos adelantamos con nuestra tradicional ruta bautizada en su día como el “Anonadado”, que así es como se debió quedar el gran J. Bartolomé cuando descubrió esta gran ruta que prepara siempre nuestro amigo Ricardo y que nos lleva por todo tipo de sendas por los alrededores de Logroño y Lardero.

Nos juntamos 12 bikers, (Ricardo, Miguel Ángel, Vitin, Pedro, Luís, Rafa, Mikael, Israel, Saul, Toño, Fer Alcalá y yo mismo) en la gasolinera a las 8 con mucho frio y una niebla muy espesa que nos acompañará toda la ruta.

Comenzamos dirección oeste rodeando los campos de Prado viejo para acercarnos hacia el campo de golf. Atravesamos la primera sendita que está muy cerrada por la maleza para salir al camino que bordea el campo de golf. 


Nos salimos de camino para realizar una senda conocida por todos que no nos plantea dificultad. De vuelta al camino seguimos unos metros hasta que hacemos otra pequeña variante que nos deja en el mismo camino a la altura del camino que baja hacia la cárcel. 




Aquí nos desviamos a la izquierda por una senda en subida muy complicada por el barrillo y la inclinación. Aquí los watios no sirven y todos echamos pie para subir. Ricardo nos apremia y proseguimos por la senda que nos dejara en el puente de la autopista. Algunos se nos van por la parte de arriba y con la niebla no se les ve, pero aparecen al poco rato. 



Continuamos para sendear por la parte baja del pico del Águila. La primera senda conocida por todos con el rampón que alguno sube con mucho mérito, otros con mucho e-power y otros a patita. Continuamos y en la bajada realizamos una variante a los escalones bastante chula que nos deja en el camino asfaltado.

 Nos metemos por medio de un sembrado para coger otra senda sin dificultad salvo en su entrada que nos deja en el mismo camino asfaltado pero más adelante. Aquí vamos a la derecha por el camino que enlaza con el camino de los judíos y realizamos alguna senda ya conocida y fácil hasta llegar a la zona quizás más técnica de la mañana con una subida corta pero dura que primero es camino y luego se convierte en una senda complicada por la cantidad de pedrolos que hay que sortear. 



Una vez pasado este tramo bajamos a través de otra senda hasta el comienzo de la anterior subida. Tras un par de kilómetros de camino nos encaminamos a por otra senda, pero para acceder a ella tenemos que descabalgar y subir el talud correspondiente. 

Superado el obstáculo procedemos a descender por la una senda que nos deja en el camino que nos lleva hasta las ruinas de PePon-peya donde paramos para comer algún dulce típico de estas fechas. No faltan los bombones chinos ni unas almendras con choco que nos aporta el amigo Saul. 


Foto de grupo rapidita y proseguimos a por la siguiente senda que es la del toro de Osborne que tiene su mayor complicación en un escalón entre piedras que a alguno le hace dudar y descabalgar pero que la mayoría tomamos con decisión y pasamos sin problemas. 


Salimos al camino de Santiago y cogemos dirección Logroño, pero antes giramos a la derecha para coger la senda del depósito. Mi cuñado se despide de nosotros para acudir a los múltiples compromisos que tiene siempre por estas fechas y Saul nos dedica un “front flip” al subir un escalón. No trae más consecuencias que las risitas de algún cabroncete.

 Ya estamos en la última zona de sendas donde hacemos una en subida complicada que la mayoría subimos sin problema para dirigirnos a la senda que nos enseñó Tate en su día y que nos lleva en bajada técnica hasta el camino paralelo a la autopista. Al final de esta senda nos estaba esperando Tate cámara en mano para saludarnos. Nos pegó un buen susto el tío que apareció entre la niebla con el buzo y parecía el de la matanza de Texas. 

Nos saludó y nos escolto con su coche oficial durante un rato. Volvimos por el camino paralelo a la autopista y antes de llegar al puente de la autopista nos encontramos un “bugui” encallado en  el ribazo del camino y demostrándonos que la fuerza sin control de poco sirve. Llegados al puente yo me despido y me voy para Lardero a darle un agua a la bici y pa casita y los demás a pegarse el último almuerzo del año.


En definitiva, tres horas de ruta y unos 35 km con multitud de sendas de todo tipo y casi sin salir de Logroño y apta para todos los públicos.

Saludos para todos y FELIZ 2020.



3 comentarios:

vitinbtt dijo...

Buena crónica Miguel, este año te has prodigado poco en las salidas, pero no has perdido las buenas costumbres de hacer crónicas.
Última ruta del año y como todos los años la última es "El anonadado", nombre peculiar para una ruta por los alrededores de Logroño y que se va mejorando año a año gracias al gran Richi (antigua plañídera).
Esperemos que el 20 20 nos traiga mas rutas y mas almuerzos.
¡¡Nos vemos en el 2020!!

Luis dijo...

Míguel, me vuelto a marear intentando descifrar por dónde nos llevabas. Lo pasamos bien, como siempre. Los del bugie tuvieron que nadar para salir de ahí. Seguro.
Buena forma de acabar el año.

Anónimo dijo...

Muy bien, Miguel. Has dejado alto el pabellón. Aunque conocida por casi todos la has descrito de cine. Ruta entretenida para ese final de año con alguna variante que espero mejorar.
Salud y esperanza,
Barrancas.