21 de julio de 2019
Distancia: 54km
Desnivel acumulado: 1260mt
IBPindex: 102
Crónica by Jero
Vitín, Luis, Felix, Javi, Dieguito, Toño, Jero y Pepe.
No todos los domingos tiene un
servidor el placer de redactar la crónica de una buena jornada de ciclismo
(BTT) entre amigos. En particular coincide con el “El aniversario de la llegada
del hombre a la Luna”.
Por estas fechas la grupeta del
domingo no suele ser muy multitudinaria debido a los compromisos familiares del
verano, además de los lesionados y otros que deben atender a otras pruebas
ciclistas.
Los que no faltaron fueron un par
de eléctricos y otros cuantos con bicis de tracción animal; la cúpula al
completo (Vitin hoy vas a sufrir sin la eléctrica), Diego que lucía bici nueva,
Luis que se vino arriba y dejo el chubasquero en casa, Toño con bici nueva kilometro
cero y pocos más (Yo).
Es la hora y se han respetado los
minutos de cortesía en la bodega Franco Española, al otro lado del Ebro.
Salimos dirección el Corvo donde no encontramos a ningún conocido, aunque todos
bromeamos al coincidir en el mismo nombre.
Toño tiraba del grupo en los
primeros tramos a un ritmo moderado y sin rupturas (es normal que tire cuando
aún está viviendo los síntomas de la bici nueva) pero esa alegría le duro hasta
que Diego decidió apretarle y dejarle en su sitio (Diego también estrenaba
bici) en el puertecito de antes de Viñaspre.
En este pequeño pueblo aprovechamos
para beber, refrescarnos y reponer agua, a partir de aquí no tendremos agua
hasta coronar La Población y la mañana es muy pero que muy cálida, aunque Luis
se empeñe en decir que sin chubasquero le daba respeto las nubes aun lejanas
del Monte Cantabria. Javi a esas alturas del día nos anunciaba su consumo
calorífico y provocaba el ataque de risa de los demás.
Pronto llegamos a Cripan, se
acaban las parcelarias y empieza lo más bonito, interesante y duro de la
jornada. A partir de aquí también descubro nuevas sendas ya que no había tenido
el gusto de hacer esta subida que trascurre por un bosque de robles y hayas. Sendas
transitadas por senderistas y un par de ciclistas (BTT) que se atrevieron a
pasarnos con aires PRO, hasta llegar a Diego que los dejó en su sitio (un cruce
que giraba a Meano). Seguimos subiendo hasta conseguir cambiar de vertiente,
en estos momentos el calor de la mañana y la humedad reinante nos deshidrataba
por momentos, mientras seguíamos ascendiendo hasta nuestro destino -San Tirso-
por una senda resbaladiza con raíces y piedras que hacían difícil el coronar
sin poner pié a tierra.
Estos instantes de plenitud y
jubilo al descubrir y conocer algo tan bello, me hizo sentir como Neil Armstrong, 50 años atrás. No pude
evitar la foto-Jero y el reportero elegido no fue otro que el miembro más
desarrollado y dicharachero del grupo, mi amigo El Gran Félix. Mientras tanto
se escuchaba una voz desde la tierra (un poco más abajo nada de Cabo Cañaveral),
que decía algo así -¡tontolaba baja que nos tenemos que marchar!-.
Bajada divertida y muy técnica en la que los senderistas nos
sorprendían por lo oscuro del bosque y lo inesperado de su presencia y la
nuestra. Mas bajada y más velocidad hasta llegar casi a Bernedo en la base de
la vertiente Alavesa, donde la bajada se convirtió en subida y vuelta a los
sudores. Todo bien hasta el último tramo antes de coronar el paso del León
dormido (Peña Aldea) que la vegetación había cerrado y no pudimos completar por
la ruta establecida. Menos mal que hay muchos recursos y sabiduría para coronar
con éxito estos pequeños avatares. Foto de grupo y a por agua a La Población.
Antes de perder altura y regresar a Logroño decidimos seguir
subiendo hasta el cementerio de este pueblo y bajar por una senda nueva que sin
grandes dificultades nos llevan hasta la carretera donde volvemos hacia el
pueblo para coger la senda que baja a Moreda. Esta última espectacular y con
muy buen agarre, nos acerca aun más a Logroño, pero antes hay que llegar a Oyón
y de ahí a casa, pero antes Pepe organiza a distancia una reserva de almuerzo
en el Nebraska, donde nos espera Jorge con un “saludo Endurero”. Almuerzo de
unos y cervezas de otros mientras se comentan las vicisitudes del camino.
Gran ruta con grandes compañeros, se paso mucho calor, pero
el fin justifica todo lo sufrido. Especial saludo para los que no pudieron acompañarnos,
aunque presentes en nuestro recuento de ausentes.
6 comentarios:
Buena crónica Jero, con esa chispa que tienen los "Gaitanos".
Ruta dura y calurosa, llegamos a La Población con el agua bajo mínimos.
Cambiamos la ruta sobre la marcha ya que volvía por el Hipogeo de Longar y nos metimos por la senda de Oion por hacerla mas divertida, esto supuso que Jorge, que venía a nuestro encuentro, llegase al Hipogeo cuando nosotros ya estábamos en Moreda. El Wikiloc le salvó el almuerzo.
Buena crónica jero ya me fastidio perdérmela porque esa zona me encanta las subidas duras y las bajadas muy divertidas otro día será que hay más que ollas un saludo a todos
Los ciclistas con aires de pro éramos nosotros, pero ni somos pros ni jugamos a ello, así que antes de hablar hay que informarse compañero, un saludo desde oion!!
Aitor, no has entendido el sentido de la crónica, desde luego no ha sido en ningún caso despectivo, creo que te lo has tomado demasiado en serio, no hay mas que decir. Un saludo desde Logroño!!
Cómo disfrtamos esa mañana a pesar se habernos salido de la ruta marcada y de no llevar chubasquero. Vaya cazada te ha pegado Aitor, compañero. Saludos a los Oionenses. Sin acritud. Se respeta a todo el mundo. Y se agradece que leáis nuestrras crónicas
Aitor un abrazo los componentes de andanzas posiblemente nunca digamos las cosas con sentido despectivo y en este caso mucho menos porque sois gente que compartís el monte con nosotros ojalá podamos encontrarnos un día por esos caminos para pediros disculpas y daros un abrazo un saludo compañeros
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