17 de marzo de 2019
Distancia: 64km
Desnivel acumlado: 1460mt
IBPindex: 127
Crónica por Iñaki
Fran, David, David “Reventón”, Dieguito, Israel, Ricardo, Pepón,
Vitín, Igor San Juan, Jero, Toño, Iñaki, Felix y Ramón “Rutas Moncalvillo”.
Domingo por la mañana, todos los permisos de la dirección
general en regla así que a las 8:00 como un clavo acudo a la cita de las
Gaunas. Parece que se va ha quedar un día estupendo para andar en bici, pero a
la cita acude menos gente de la habitual. ¿Será casualidad o tendrá algo que
ver que el día anterior publicaron el track y nos esperaban 65 kms y 1500 mts
de desnivel? El caso es que el gran
David pone la habitual cara de dar el pésame y me otorga la crónica del día.
Salimos puntuales a ritmo tranquilo, la gente ya sabe lo que
le espera así que de momento vamos todos de charla disfrutando de la mañana
fresquita y soleada. Enseguida nos presentamos en Alberite , subimos la cuesta
de las bodegas y tomamos el camino de Ribafrecha desviándonos para afrontar la
primera subidita tendida que nos dejaría en La Unión. No nos entretenemos en la
Unión que tenemos mucho tajo por delante y nos dirigimos a Clavijo donde
realizamos la primera paradita para comer un poco. La gente debate sobre cómo
afrontar el paso comprometido de la peña de Clavijo, unos prefieren enfilar la
roca y otros apurar por el lado del barranco.
De Clavijo empezamos a subir en dirección a la “senda atajo”
desde donde nos desviaremos dirección al “PETACON”, ésta es una bajada muy
empinada con mucha piedra suelta, si te despistas el hostión puede ser
importante, pero el grupo baja sin problemas y nos presentamos ante la subida
más exigente del día. Para subir esta cuesta sin poner el pie, hay que estar en
forma y tener la cabeza bastante dura, por fortuna el terreno está muy bien y
permite que unos cuantos consigamos subir del tirón. Los de las eléctricas
llegan primero y nos van felicitando a medida que vamos llegando. Todo el mundo
llega extenuado, deja la bici en el suelo y se sienta a coger aire y tomar un
bocado. Todos menos Israel, éste no se sienta, éste se tumba directamente, mira
al cielo y cierra los ojos, la respiración la lleva acelerada a su límite y la
tripilla cervecera sube y baja a un ritmo que a mí me deja impresionado. ¡Qué
mérito tiene y qué fuerza de voluntad!!!, yo no tengo la suerte o la desgracia
de ver a Isra desnudo, pero tiene que tener los huevos bien gordos.
Después de reponernos todos un poco tomamos la senda en
subida dirección al alto de Trevijano que coronamos sin problemas y nos ponemos
a buscar una senda a la izquierda, nueva para mí, bien chula, típica senda
salvaje natural, donde hay que imaginarse por donde ir y tener la suerte de
acertar. Llegamos a un llano encajonado en el barranco por el que vamos bajando
y la naturaleza nos deja contemplar un espectáculo bien chulo, un grupo
numeroso de buitres que estaban tranquilamente descansando en tierra se ven
comprometidos con nuestra presencia y deciden despegar. ¡¡Menuda envergadura
que tienen!!
Del llano de los buitres se sigue la senda dirección
Trevijano, primero se atraviesa un tramo entre pedruscos con agua y barro que
creo que sólo pasó montado uno, el único que cumplía los 3 requisitos que
exigía el tramo, mucha técnica, ser un buen mecánico para arreglar la avería
que puedes preparar y no saber lo que cobra un dentista por arreglarte los
piños, con éstas pistas ya sabemos todos de quien hablo. Esta senda se vuelve
ciclable otra vez y nos deja en una pista que en bajada conduce a Trevijano
pero nosotros la cogemos en subida porque tenemos como objetivo coronar el
Viso.
Para llegar al Viso hay que superar un desnivel importante y
cada uno sufre su pequeño calvario subiendo a su ritmo. Esta subida tiene 2
partes exigentes separadas por un pequeño tramo de descanso que te permite
recuperar un poco antes de enfilar la ascensión final al Viso. En este tramos
todos recuperamos fuerzas y bajamos de pulsaciones, bueno, todos menos Toño, a
Toño lejos de bajarle las pulsaciones a poco se le sale el corazón por la boca
cuando un mastín (que era poco más que un cachorro) lo elige para juguetear un
poco, pero claro, Toño pensaba que se lo iba a comer de un bocado y hasta que
no cruzamos la valla para subir al Viso no dejó de temer por su integridad.
Para subir al Viso hay que volver a poner un par de bemoles,
yo en mi caso decido ponerme a rueda de David, que se suele poner cachondo
cuando vienen este tipo de subidas y me hace dar todo lo que tengo para poder
seguirlo. Ya en la cima del Viso nos reagrupamos de nuevo para tomar un camino
de cabras que nos llevará hasta Luezas. Este tramo tiene trampa, tiene tramos
de bajada técnica, con mucho pedrusco suelto y tramos de subida que mejor no
tener ese día flojera porque de lo que hay que apretar para subir puedes dejar
en ridículo cualquier deposición de vaca que te vas encontrando. Este tramo
lleno de trampas adjudica la avería del día a Vitín rompiéndole la patilla del
cambio, suerte que Vitín lleva patillas de recambio hasta para regalar.
Nos volvemos a reagrupar en Luezas donde nos hacemos la foto
de grupo y tomamos una senda en dirección Soto. Es mucho tramo de senda en
bajada, al ser tan larga se hace físicamente exigente. Vamos en fila como la
procesionaria, demasiado juntos, sin margen de error, hay tanta piedra que se
nos retiembla todo el cuerpo, vamos que no son tramos para llevar dentadura
postiza. Yo voy detrás de David y le escucho repetir ¡¡Hayyy mi escafoides!!,
¡¡Hay mi escafoides!!!!!, y a los 10 segundos de esto, Igor que va delante
aterriza forzosamente en una curva con mucha pendiente a derechas, y David que
va detrás se detiene en seco para no pillarlo, pero hay demasiada pendiente y
la rueda trasera se va levantando hasta que la fuerza de la gravedad y la
fuerza de la inercia obligan a David a hacer el salto del sapo y caer al suelo.
Afortunadamente las caídas se quedan en nada y podemos continuar bajando hacia
Soto.
El último tramo de senda antes de llegar a Soto se cierra y
se nos hace difícil encontrar el paso para bajar a la carretera, finalmente
conseguimos encontrar el paso que ha sido tomado por unas zarzas de estas que
tienen púas asesinas. Cada uno al pasar ese tramo se caga en lo más barrido, yo
en mi caso porque estaba de estreno de ropa y Pepón que iba delante de mí tuvo
problemas con algún enganchón en las orejas.
Conseguimos llegar a la carretera y para recompensarnos por
las penas, la suerte nos hacía coincidir con Sheila Gutierrez, que no duda en
detenerse para hablar un poco con nosotros y dedicarnos una sonrisa. ¡¡Esta
chica lo tiene todo !!!!, ahí lo dejo.
Dejamos atrás la fuente de agua en nuestro paso por Soto que
no funciona y nos hace la puñeta y cogemos el camino muy transitado por
turistas del cañón del Leza. Este tramo es espectacular, las vistas son de las
que se te quedan en la retina.
Dejamos el camino del cañón para coger la carretera
dirección Ribafrecha. En este momento Jero se pone en modo avión, pero avión
supersónico y nos lleva a media de bici de carretera. El grupo se corta pero
nos volvemos a reagrupar en Ribafrecha.
De Ribafrecha vamos por el camino dirección Alberite, las
pilas ya van estando en las últimas, llevamos 1500 de desnivel acumulado, pero
en este grupo somos todos unos machotes y superamos los repechos del camino sin
problemas.
De Alberite tomamos el camino a Logroño ya muy relajados,
pasando lista para ir al almuerzo al que yo no pude asistir muy a mi pesar.
Balance de la ruta: Muy bueno, gozadera total.
Nota importante: Para explotar las habilidades cronistas de
la gente, ¿porqué no otorgamos en la cena de navidad un premio a la crónica
ganadora del año?
5 comentarios:
Buenísima crónica Iñaki, se nota que te no te falta interés y que le pones ganas y tiempo.
Otra gran día de BTT con muchos kilómetros y mucho desnivel, acabar la ruta ya tiene su mérito.
Recordar que perdimos a Fran en la senda de Ramón, se nos despistó, no nos dimos cuenta hasta que no llegamos al final de petacón donde ya no teniamos cobertura y no pudimos ponernos en contacto.
También hubo dos deserciones en Luezas para hacer Senda Bonita, que para mi gusto cada día es mas fea, pero como eso es para gustos...
Cuando se pone interés da gusto leer las crónicas. Muy bien Iñaki.
Otro gran día.
Salud y esperanza,
Barrancas.
Buena crónica, Iñaki. Lástima que me perdí media ruta.
Gran crónica Iñaki!!! Casi tan grande como el mastín que me persiguió durante unos interminables segundos. El canguele que daba tenerlo atrás te proporcionaba un impulso irrestible para salir por patas. Impulso que, no obstante, cedía ante las imperativas palabras de Pepe, que situado delante de mi, me susurraba "no corras, no le hagas caso, que no hace nada..." mientras su ladrido estaba cada vez más cerca, su aliento me erizaba el escaso vello de mis piernecitas y su saliba salpicaba mis preciosas zaptillas azules.
Por lo demás, un gran día de ciclismo y un sufrimiento para las piernas.
Saliva. Error imperdonable. No volverá a ocurrir.
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