10 de septiembre de 2017
Distancia: 54km
Desnivel acumulado: 980mt
IBPindex: 74
Crónica por Javi
Víctor, Toño, Pepe, David, Chuchi Morales, (dos amigos de Chuchi) y el aquí presente “Javi”.
Son las 6,45h., el despertador cumple su cometido, resuena en mis oídos un sonido estrepitoso, molesto, miro de reojo hacia él y me pregunto “no puede ser” “¿ya es la hora?”, “pues arriba”, como dice el refranero sarna con gusto no pica. Quizás para otros menesteres me hubiese hecho el remolón y cómodamente me hubiese dado media vuelta buscando el acomodo en tan grata estancia. Sin embargo y tratándose de un hobby al que damos nuestros ratos de ocio compartiendo experiencias y pedaleos, no me resulta doloroso, todo la contrario, es un día que espero con cierta ansiedad, son muchas las experiencias que compartimos, unas veces de resignado sufrimiento, pero todas de ellas con agradables momentos.
Como cada día en la gasolinera de las Gaunas toca formación, David protestando, “que si es demasiado pronto”, “que qué prisa tenemos”, bueno, un sin vivir. Saca el teléfono y me indica, “te ha tocado”, “te ha tocado”, pues nada, ahí va la crónica:
Debo de decir que por no hacer la crónica sería capaz de fingir una lesión o cualquier otra excusa que resultase un tanto creíble, pero ¡bueno¡ resignación y buenos alimentos…
Emprendemos camino hacia Sorzano, la mañana fresquita pero clara, inmejorable para el cometido al que nos prestábamos, con ritmo alto, al parecer alguno tenía prisa, pasamos las bodegas de Lardero para afrontar el primer calentón de la mañana, en la cuesta de la vacas el pelotón se estira, una vez arriba un pequeño parón para comprobar si alguno se ha quedado rezagado, comprobando que nadie haya sufrido contratiempo alguno y se ha quedado por el camino, continuamos.
Victor comenta que el track va por el camino del velcro, un camino que pica hacia arriba con mucha hierba larga, el cual demanda de todo nuestro poderío empujando contra los pedales. Antes de llegar al camino y meternos a la derecha paramos a reagrupar nuevamente, siendo en ese punto donde los amigos de Chuchi deciden marcharse separándose del grupo inicial, nosotros decidimos continuar con más tranquilidad hacia nuestro punto de destino, cargamos nuestros depósitos del buen agua del lugar y caminito hacia arriba hacia el campo de futbol, de todos es conocido el dichoso camino, piedras y piedras hasta la portilla, “es lo que hay”, “todo no va a ser un camino de rosas”, como siempre digo, “somos los guerreros del pedal”. Bajamos hacia el cruce con dirección a Castañeres, la bajada es rápida, el terreno se muestra húmedo y a la altura del cañón asoman dos considerables ríos con abundante agua.
Llegamos a la primera portilla donde nos encontramos con el dueño de una finca en su vehículo, el cual y muy amablemente se brinda a cerrar él mismo la portilla una vez que la hallamos franqueado. Continuamos hacia Castañares después de un pequeño tramo de carretera y giramos comenzando la subida, con anterioridad habíamos quedado en
meternos hacia la derecha en el segundo cruce pero tres de nuestros más intrépidos secuaces se pasan de largo, y como siempre una pequeña discusión, amigable claro, “que si ya te he dicho”, “ que si tal”, “que si cual”…
Bueno, ascendemos hacia la senda de la Plana, la subida está en perfecto estado, una alfombra podríamos decir, pero aun así alguno en la primera rampa hace la patineta, completamos la subida para enlazar con unas sendas que saldrían a una de las pistas que suben hacia Moncalvillo.
Salimos de la senda reagrupados comenzando el deseado descenso por el camino nuevo girando a la izquierda para llegar al campo de golf de Sojuela, desde allí por el camino de siempre hasta la cuesta de las vacas haciendo la trialera del montecillo quemado, en ese punto Toño nos deleita con una caída muy aparatosa, afortunadamente sin consecuencias, por fin llegamos a Logroño, el almuerzo nos esperaba, nos lo habíamos ganado.
6 comentarios:
Joder Javi, para no querer hacer la crónica la haces de cojones; muy bien.
También recordar que Eduardo "Ayuntamiento" salió a las 08:00 de la gasolinera (eso le pasa por no estar atento al grupo) y nos fue siguiendo durante todo la mañana, cuando pensaba que nos pillaba nosotros hacíamos un "requiebro" y vuelta a seguirnos; así hasta la cuesta de las vacas que mientras nosotros bajábamos "Senda quemada" el bajaba por la pista y al final nos encontramos y vino a tomarse una cerveza con nosotros; también vinieron a almorzar Richi, Israel y su hija Elena; un buen grupo para un buen final.
Del PORTENTO solo tengo que decir que fue un "valiente" ya que se tiró por la senda el primero, sí, el primero, y tuvo la mala fortuna de meterse en un agujero para amenizarnos la mañana; parecía un carbonero después de haber dado con sus huesos en el suelo (todo sin consecuencias)
Muy buena crónica.
"senda quemada" ya estaba bautizada como "la senda de los zapatos rojos"??
Es la misma??
Senda quemada es un poco japuta, mucho más que las botitas rojas de Marcelo. Me ahuevené!!!
Javi, dile al Negro de las Crónicas que eche el freno. Os estáis poniendo de un pedante subido; Que si "buscas el acomodo en tan grata estancia", que si "la mañana estaba inmejorable para el cometido al que nos prestábamos", que si "tres de nuestros más intrépidos secuaces" o que si "nuestros sofisticados engranajes requieren de nutrientes e hidratación". Parece una crónica escrita en 1895.
Pero lo que me ha llegado al alma es lo que afirmas de que tú siempre dices que “somos los guerreros del pedal” Jajaja. Es la primera vez que te lo oigo. Aunque no me debería extrañar que con el tufillo que desprende lo de Orgullo Riojano todo acabase como en el himno icónico gay de "Soldados del Amor" de Marta Sánchez.
Por lo demás buena vuelta, corta pero intensa y por ponerle un pero; un tanto madrugadora. Estuvimos en la intimidad por la nutrida presencia de componentes del grupo y habituales de nuestras salidas en la Extreme de Nieva.
Buena crónica Javi. No tenía cuerpo para salir pero si llegue al almuerzo como un campeón.
Javi, para no gustarte hacer crónicas, cada vez te salen mejor. La celebración del cumpleaños de mi madre (90 años de nada)me impidieron ir a la ruta y ya son unas cuantas que me pierdo, pero es que son muy malas fechas..
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