30 de
julio de 2017
Distancia:
98km
Desnivel
acumulado: 1202mt
IbPindex:
90
Crónica
por Mikael
Igor, Mikael, David, Vitin, Toño y Santi
¡Por
fin ha llegado el día!
Tras mi
primer Soplao tenía muchas horas en deuda con mi mujer, la que me ha permitido
entrenar y ahora necesitaba sus horas de estudio. Lo que deja mi bici en el
trastero y a mí con la prohibición de acercarme al mismo. Pero ahora que ya ha terminado sus exámenes
vuelvo a las Andanzas.
El
viernes puedo hacer la salida con el grupo y acabar bien la ruta para todo el
tiempo de inactividad que llevo, lo que me da fuerzas para apuntarme a la
salida del domingo.
Llega
el domingo y me levanto con ilusión, voy a las Franco Españolas y cuando llego
ya están ahí Igor, Víctor, Toño y David (quien saca su móvil y me dice que si
no aparece nadie más soy el afortunado cronista). Así que justo vamos a ponernos en marcha
cuando aparece Santi, que nos asegura que no hay nadie en Las Gaunas y que
acaba de cruzar Logroño en seis minutos al ver que se quedaba solo.
Empezamos
a pedalear en dirección a Mendavia en una mañana sin viento y con una
temperatura muy agradable. Llegamos al
Polígono de Cantabria por la carretera que va pegada al Ebro y tras cruzar el
polígono, entramos en el GR por el que vamos ciclando a toda velocidad. Hay
tramos en los que se cierra un poco, lo que nos coloca en fila de a uno a todos
menos a Santi, que fanfarronea diciendo que unas finas hierbas no le van a
sacar de su trazada. Unos segundos más tarde pide hueco para meterse en la
hilera ya que la hierba se le estaba poniendo peleona.
Así llegamos a un punto
en el que tenemos que echar pie porque el camino se cierra y hay que cruzar la
vía del tren para volver a encontrar nuestra GR. Desde ese momento vamos unas
veces con el canal de agua a la izquierda y otras a la derecha y llegan a
cruzarse en nuestro camino hasta 18 conejos, contados por David.
Al
llegar a Mendavia yo ya necesito agua pero no encontramos ninguna fuente a
nuestro paso. Santi se despide de
nosotros y se vuelve para casa porque tiene que hacer cosas con la familia,
momento en el que hacemos la foto de grupo. ¡En un banco! Mi primera salida de
domingo con tan poca gente.
Seguimos
por pistas pedaleando muy rápido hacia Arroniz, un ritmo que no puedo seguir y
me descuelga de la cabeza. Hay mucho watio ahí delante. Menos mal que aflojan
un poco para que nos podamos reunir cada pocos metros.
En una de esas Igor se despide porque también
tiene que ir a casa (ya había anunciado su media ruta). Llegamos a Arroniz y por fin una fuente, eso
sí, con los chavales del pueblo alrededor, aún sin dormir y con ganas de
vacilar. Sin hacerles mucho caso bebemos mucha agua y rellenamos bidones a tope
para continuar sin perder demasiado tiempo.
Tras un
poco más de fuerte pedaleo llegamos a Villamayor de Monjardín y su castillo, al
que vamos a subir. Al empezar la cuesta
veo que Toño y Victor van por la derecha y David por la izquierda, pregunto qué
opción es mejor y un lugareño me dice que la izquierda es más fácil, lo que me
conduce en esa dirección pero, pido disculpas, sin que Toño y Victor se enteren,
lo que les hace parar y llamarme para ver dónde estoy.
Nos reunimos de nuevo los cuatro arriba y
empezamos la vuelta.
Unas bajadas por
pista, alguna senda y algún tramo de rápida carretera nos colocan en el Camino
de Santiago en dirección a Logroño. Aquí el calor y el cansancio empiezan a
pasar factura, yo voy siempre el último y sólo escucho el tintineo del timbre
de Víctor que hace que los peregrinos nos faciliten el paso, lo que se agradece
enormemente. Así llegamos hasta Los
Arcos y casi sin parar llenamos agua, nos refrescamos y continuamos hacia
Viana, tramo con unas cuestas de muerte, sobre todo para mí que llevo muchos km
en el día de hoy y mucho tiempo parado en los dos últimos meses.
Un poco más adelante bajamos una senda donde
rompo un radio y las pocas fuerzas que me quedaban se van con él. Desde ahí lo único que puedo decir es que
vuelvo a casa pedaleando como un zombi, con un calor de muerte pero habiendo
gozado como un enano.
Ya en
el cementerio de Logroño nos despedimos y los tres valientes se van a tomar una
caña y yo para casa.
Hasta
aquí puedo contar, señores. Un placer y hasta la próxima.
4 comentarios:
Buena crónica Mikael.
Otro rutón para un domingo de verano; vamos a la baja, empezamos 6 y acabamos 4, como dice Mikael es de los días en los que menos gente hemos acabado una ruta pero esto tiene una gran ventaja, aunque a la velocidad a la que vayas sea la misma se para mucho menos por lo que se acaba antes de sufrir.
Y si, sufrí encima de la bici como casi nunca pero al final merece la pena acabar estas rutitas.
En una de las fotos de la ruta, colgada en el blog hay una adivinanza : ¿que lleva puesto siempre Elton John?
La adivinanza ni idea pero, Joder Igor, que cruce de piernas tienes. Buena crónica Mikael
La crónica cumplidora, para salir del paso, MiKael, aunque hay que reconocer que con tan pocos mimbres es complicado hacer un buen cesto (lo de los mimbres lo digo por los 4 gatos que hicimos la ruta y los 2 dos restantes que nos acompañaron un ratito).
Sé la respuesta de la adivinanza pero no la desvelaré para que se expriman las meninges el resto de lectores.
Gran ruta, buscando el fresco por paisajes boscosos y húmedos y con un horario excelente para poder dormir bien y salir descansadito.
Así da gusto!!!
Buena crónica Mikael.
Otra vez me he perdido esta ruta, esta visto que nunca podré hacerla siempre me pilla en vacaciones.
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