18 mayo, 2017

De sendas por Clavijo (17 Ciclistas)


NALDA X CLAVIJO (2.0)

14 de mayo de 2017
Distancia:  48km
Desnivel acumulado: 796mt
IBPindex: 61



Crónica por Richi (Barrankas)


Otra vez aquí, al pie del teclado. Aprovechando que la ruta de hoy es cortita, ya que hay preparado un almuerzo de cumpleaños (esta vez gentileza de José Luis” el  Niño”) y puedo hacerla entera ya que las que últimamente hace la cuadrilla no puedo con ellas, el “chino” me encarga la crónica el sábado por la noche vía  whassap, esto es con nocturnidad y alevosía, pero no te quejes que te toca.


Así que vamos con ella.
En la gasolinera de Las Gaunas, como casi siempre, esta vez nos juntamos:
José Luis, Vitin, Pepón, Tate, Eduardo, Luis, Micael, Toño, Bartolo, David, Fran, Jesús, Fer, Israel, Pablo, Diego y yo. Empezada la ruta nos alcanzaría Jorge con su flamante e-bike.

Enfilamos por el camino viejo de Alberite, como es normal,  hablando de todo un poco y en particular del acontecimiento estrella del fin de semana, pues se celebraba La Rioja Bike Rice.

 Al poco de pasar el puente de la autopista giramos a la izquierda y acometemos la primera senda del día,” la senda del acabose”, una sendita corta y sin ninguna dificultad al lado del río Iregua que entra y sale al mismo camino y ciclamos sin incidencias. Nos deja a las puertas de Alberite.

Entramos en el pueblo y las primeras escaramuzas no tardan en llegar. En la subida de las bodegas ya empiezan las diferencias y el grupo se parte en varios pedazos. Una vez arriba seguimos por la carretera de Clavijo y en el segundo cruce a la derecha, en la casa de las ruedas, volvemos a entrar en el camino dirección a La Unión. 

Cuando doy el giro casi ni veo a los primeros, voy con Jorge, que se complace en acompañarme con su eléctrica, charlando un poco de todo pues hace tiempo que no coincidíamos y de paso esperando a Fran, pues el hombre no esta para tirar cohetes. En un cruce del camino el grupo se detiene a esperarnos, cuando llega Fran arrancamos y un poco más adelante nos dice a Jorge y a mí, con muy buen criterio, que no le esperemos más, que el hará su ruta y nos esperará en Nalda. El grupo ha tirado para delante y ya llevan un rato en la fuente cuando aparecemos.  Yo no paro, ya me pillaran, y me voy derechito al “camino verde”, por donde hoy toca subir a Clavijo.



Todavía no he hecho referencia al día tan espectacular que estaba, un día perfecto de climatología para disfrutar de nuestro deporte favorito: con un cielo azul, un sol brillante,  un frescor provocado por las ultimas lluvias que invitaba a pedalear, unos colores verdes intensos que se disfrutan desde aquí arriba y unas fragancias a orégano y tomillo que son una delicia.

El primer grupo me alcaza, como era de esperar, y también el segundo cuando justo me pongo a “subsanar” una  incidencia con celeridad. Con todo resuelto y un poco más “ligero” acometo la subida a Clavijo donde todos ya me están esperando. Un poco de agua un bocado y continuamos subiendo un poco más.

Salimos de Clavijo en dirección al collado del Mallo, pero esta vez nos quedaremos lejos de verlo. Es un camino en muy buen estado que se coge justo en el cementerio, dejando a la izquierda el “bike park” (lugar que así denominamos nosotros a este sitio donde se pasa un buen rato de risas con sus continuos toboganes de subida y bajada). Por el camino nos encontramos una reata de vacas que muy bien enfiladas, casi todas por su derecha, nos dejan pasar tranquilamente a su lado, aunque alguna nos deja algún “regalito” que tenemos que ir esquivando. Así nos presentamos en” la senda de Ramón”


Es una senda, por todos conocida, que cogemos justo al empezar el pinar, y que nos evita un buen repecho. La senda es noble y el terreno está perfecto así que la ciclamos sin novedad. Sale a una pradera para volver al camino y continuar, cuando yo llego veo a nuestro flamante guarda ir a investigar otro camino (este hombre lo lleva en la sangre) y también oigo alguna voz (¿de quien será?) que le dice que lo deje para otro día. Ya todos en el camino nos preparamos para continuar. Desde aquí a Nalda se puede hacer muy rápido y cómodo por la pista, pero nosotros buscando alguna alternativa más divertida y de paso evitándonos el último repechón, continuamos por una senda.


Señoras y señores ¡¡¡¡ la sorpresa del día!!!!! Ni el jefe espiritual ni el corporal (o sea el paki y el granca) conocen la senda, es increíble la sorpresa, que estos dos avezados beteteros no la conozcan, cuando se conocen las rutas habidas y por haber de tantos años ciclando. Es la “leñosa” así denominada por Diego. Algún día estuvimos por allí y a Edu no lo quedo buen recuerdo pues partió la patilla del cambio. Es una senda con un poquito de dificultad en su parte media, pero por lo demás se cicla sin problemas. Me comentan que en este lugar, yo no lo veo voy detrás como siempre, que Pepón tiene algún problemilla y da con sus huesos en tierra. Si es que estás hecho una zarria (entrena un poco más).


Volvemos a la pista y unos cuantos metros más allá tenemos otra senda, esta sí conocida por todos, “la senda de David” y allí que vamos a seguir pasándolo pipa pues es, muy sencilla, divertida, y fácil de hacer. Una vez finalizada volvemos a la pista y ahora sí (eso creíamos) hacia Nalda. 
En un curvón de 180º, creo que el único que hay en esa pista, Diego para y nos comenta que por dentro, paralela a la pista, hay otra senda esta si desconocida para todos. Pues nada, sin pensarlo dos veces, allá que vamos. Yo la he llamado “la sin hacer” pues  así como el final está muy bien marcado, el principio hay que imaginárselo un poco. Con pasar la cuadrilla unas100 veces será suficiente y quedara niquelada, pues la verdad es bonita de hacer. Salimos a un claro en el que la pista se bifurca, por la izquierda hacia el abrevadero y la salida de senda bonita, y por la derecha por donde nosotros vamos, nos dirigimos hacia la última senda de la mañana. Es la senda “de la Ruina”.


 Solo de nombrarla se nos ponen los pelos de punta, alguno comenta que si hemos llamado ya a la Guardia Civil y al 112, (entre alguna risilla sin malicia) pues la cuadrilla no tiene buen recuerdo de ella, ya que van dos veces que integrantes del grupo han tenido fuertes accidentes.
Bueno, pues hacia ella que nos dirigimos dejando bajo nuestros pies la ermita y el chorrón de San Marcos, la pista coge un poco de pendiente y al cumbrear, allí que se ve el lugar que da nombre a la senda. Un viejo cerradero de animales caído. La senda tiene dos partes bien diferenciadas, por lo menos para mí. Casi toda se puede hacer perfectamente y ya al final unos 50m (alguno menos quizás) en los que tienes que atreverte y hay días que sí y días que no. Casi todos los integrantes del grupo conseguimos bajarla entera montados y los que no lo consiguieron seguro que otro día si la harán.


Tengo que hacer una pequeña reseña de 4 endureros que nos fueron “acompañando” durante parte de la jornada y que igual que aparecían, desaparecían. Cuando ya estábamos casi todos en el camino aparecen por la senda; cuidado, cuidado,  joder eso si que es bajar. Menudos artistas.
Ahora sí, para Nalda. Volvemos a estar en la pista y en menos que se presina un cura loco llegamos al pueblo, donde Fran nos espera y nos hacemos la foto de grupo. Aquí nos abandonan Luis, Edu, Micael y David ya que les ha parecido poco  y como no vienen al almuerzo se van para Moncalvillo.

Bajamos como siempre por el cuartel, cruzamos la carretera y a la vía romana dirección Alberite. Hay bastante gente de paseo, tanto a pie como en bici. Es, cada día un lugar muy transitado y tendríamos que tener un poco más de cuidado. Nuestro Tate (el guarda) va dando un concierto de pito y así va avisando tanto a los que vienen como a los que vamos del tráfico existente. Dentro de poco tendremos que ir a clases de solfeo para saber lo que significa cada tipo de silbido, largo, corto, entrecortado, etc.… La verdad que vino bien

Pasamos Alberite y cogemos un camino por el que no habíamos ido ninguno y nos deja justo a la entrada de Lardero, donde José Luis tiene el chiringuito.
Joder chiringuito, menudo merendero. A todos, sin excepción, nos parece fantástico. Allí han trabajado todos menos él, según nos cuenta.

El almuerzo está preparado. Por la mañana han estado las señoras y todo esta en orden y perfecto. Muchas gracias.
Bartolo y yo desgraciadamente nos tenemos que marchar. Muy a mi pesar me tengo que levantar (ya había cogido sitio) y allí los dejamos gozando de unos suculentos manjares, no sin antes tomar un par de birras y comer algo de jamón, chorizo, salchichón, queso y pate.
Y esta ruta creo que no da para más, así que hasta otra.
Salud,
Barrancas.


                      

7 comentarios:

vitinbtt dijo...

Muy buena crónica Barrankas, ya era hora de que hicieses algo en condiciones ya que lo único que te conocía que hacías bien era llorar, no me extraña que te llamen "plañidera".
Como muy bien has dicho nos salió un día espléndido y como de costumbre la compañía excelente y eso que faltaron unos cuantos que estaban compitiendo en la RBR donde uno muy grande toco "pelo", pero eso será otra historia que está cociéndose.
Que decir el almuerzo de José Luis, algo que será muy difícil de superar, para ello estuvo todo un elenco de "chefs" y maestras cocineras preparando la "manduca" toda la mañana, enhorabuena para ellas, el picadillo y las migas estaban inmejorables, así como la tarta de 3 pisos y el bizcocho; se merecen, al menos, 3 estrellas Michelin. A parte de los entrantes de jamón, queso, chorizo, salchichón y paté casero, todo regado con buen vino y un ambiente excelente. GRANDE "NIÑO", felicita a las mujeres de la casa que se lo merecen.

Toño Pleitos dijo...

Ricardo, buena crónica!! No ves como no te hace falta el "corta y pega" y ni siquiera precisas de la ayuda inestimable del negro de Bartolo.
La ruta fue corta con la inclusión de alguna senda nueva y otras poco conocidas que lograron que fuese una mañana divertida y en la que, pese a transitar de nuevo por la de "La Ruina", no tuvimos que lamentar desgracias personales (leáse Marcelo e Ildefonso) o materiales (los radios de la rueda de Alcalá grácilmente aplastados por nuestro flamante campeón Master 60 de la RBR).
Pero lo mejor del día fue el extraordinario almuerzo con el nos obsequió El Niño. Bueno, más bien nos lo obsequió la familia política del Niño; Suegra, churri y cuñao. El Niño fue un simple intermediario (no nos consta que se llevara la correspondiente comisión del 3%) De todas formas muy agradecido y muy buen comido y bebido.
PD. Cuando antes me he referido a Marcelo e Ildefonso lo como desgracias personales me refería a las desgracias que sufrieron en su persona, no a que ellos, en sí mismos considerados, sean unas desgracias como persona. Espero haberlo aclarado.

Miguel_Bike dijo...

He disfrutado leyendo la crónica de la etapa de hoy, que bien lo pasáis, sendas nuevas, almuerzo, el completo, seguir así.

Saludos.

israelogro dijo...

Muy buena crónica Ricardo, un gusto verte otra vez con nosotros en las rutas domingueras.
Muchísimas gracias José Luis por el almuerzo me puse morado estaba todo buenísimo y en cantidades industriales.
Una gozada de día y como guinda vimos a David hacer podium.
¿Qué más se puede pedir?

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fer Alcalá dijo...

Muy buena crónica Ricardo, progresas adecuadamente tanto en lo literario como a los pedales. Al que también da gusto ver progresar es al Niño ¡cómo anda! más de lo que él se piensa, y ¡cómo cocina!.A poco no nos dejan comernos los huevos de su cuñao, pero ¡Qué buenos estaban Pepe! y qué bueno te supo el picadillo que te llevaste con unos huevos para cenar, julandrón.
Mención especial para los que bajaraon por primera vez el último tramo de la senda La Ruina, aunque como dice Luis, con más miedo que 7 viejas..pero aún tiene más mérito.
Nos acordamos de David, al que fuimos a felicitar tras el almuerzo y al que seguro hubiese sacado pegas, pues no hubo ni almendrados ni membrillo.
Hasta la próxima amigos