El grupo ya me estaba sacando cantares. Meses después de
perder una apuesta contra las aptitudes ciclistas de David, a que extremos de
insensatez nos lleva la cerveza, aún no había pagado el almuerzo prometido.
Durante este tiempo por una u otra razón hemos ido posponiendo la ruta y
almuerzo en Ezcaray. Ya que realizar la ruta allí en el remoto caso de que
perdiera, que ingenuidad, fue la condición que impuse para aceptar la apuesta.
Eche en falta a muchos compañeros, seguramente por la
acumulación de rutas sufrida durante la pasada semana santa, todas ellas
sencillitas y suaves, las obligaciones familiares, el mal tiempo previsto y
otras peregrinas disculpas. Como alguno que se niega a dar pases privados en
casas particulares y reserva mostrar el espectáculo de su prodigioso físico a
grandes recintos como polideportivos, campos de fútbol o frontones municipales,
por supuesto también faltaron sus entregadas “groupies”. Respecto a esto os
informo que siguientes rutas el Ayuntamiento de Ezcaray nos cederá el
polideportivo para ducharnos, esta vez no pudo ser ya que este día se corría un
cani-cross en la villa y no pode asegurar que todo el grupo estuviera al día en
su vacunación antirrábica, quién iba a imaginar que Vitín al final no acudiría
por obligaciones familiares.
Durante la semana fueron confirmando su asistencia varios valientes pese a las
copiosas nevadas sufridas en la sierra que ponían en riesgo la realización de
cualquier ruta que no fuera la del vermú por la plaza del pueblo, quien sabe si
esta posibilidad fue la que les convenció de acudir. David se hacía de cruces
ya que le prometí que si sólo él acudía a Ezcaray le invitaría a comer en el
Echaurren. Finalmente llegaron ocho valiente desde Logroño a los que se sumo el
compañero Josu desde el mismo Ezcaray luciendo los colores de AzarrullaBTT, ya
conocido por el grupo al coincidir con él en otras rutillas como El Soplao o La
Dolorosa. Como no podía ser de otra manera yo aparecí tarde y el último a la
cita debajo de mi casa, en consecuencia ya mantuve esa última posición el resto
de la mañana. Saul y Diego acudieron montando ambas Fat queriendo pisar nieve
esperanzados por las fotos que envié al grupo de la copiosa nevada caída entre
el miércoles y jueves que dejo pueblo y sierra cubiertos de nieve.
Pasadas ya las ocho la alegre troupe se dirigió por la Vía Verde
del Oja dirección Ojacastro recorriendo los únicos cuatro kilómetros de ligero
llaneo de toda la ruta. Durante este ratillo de asueto me percaté de que David
montaba la bici de Diego “por probar eso del monoplato en una bici rígida”
decía ilusionado. Aunque jura y perjura que no volverá a comprarse otra bici me
temo que pronto romperá su palabra. Cruzamos Ojacastro tras aprovisionarnos de
agua en la fuente cercana a su Iglesia y seguimos por pista dirección a la
aldea de Amunartia empezando ya desde el mismo Ojacastro la subida. En seguida,
escaso kilometro y medio, dejamos el camino a aquella aldea para, tomando un
desvío a izquierda, pasar sobre el arrollo de Muraga algo crecidito y tomar ya
la primera subida fuerte del día, el Barranco de Barrotana.
Esta subida entre hayas es en mi opinión una de las subidas
en pista más bonitas de la zona, sobretodo en verano y otoño. Es una subida
continua de 3km hasta su primer descanso en la que se suben unos 350m
acumulados con una pendiente media del 14%. Josu que hacía tiempo que no salía
por la montaña debido a algunas leves complicaciones médicas, que yo achaco a esa
insana costumbre que tiene de beber cerveza sin alcohol, intento en un
principio subir a mi ritmo pero enseguida, desesperado por la lentitud, tiro
como un cohete con el resto de brutotes dejándome atrás sufriendo mi trantran.
Media hora larga mas tarde nos reunimos todos en el único descanso de la subida
para saliendo de la Barrotana retomar juntos la subida que terminó en un
intenso rampón de hierba que nos dejó en las praderas y suaves lomas de hierba
que marcaron el final de esta primera subida del día.
Desde allí pudimos admirar el San Lorenzo y buena parte de
la Sierra de la Demanda bien nevada y con la estación de esquí en pleno
esplendor con todas sus pista abiertas como no lo ha estado en todo el
invierno, precioso. Recorrimos estas praderas húmedas por la nieve que
soportaban hasta pocas horas antes como atestiguaban los restos de nieve acumulada
por los cuales retozo maravillado David. Campeamos estas praderas en un suave y
divertido sube baja durante 3,5 km evitando tomar el cercano camino para ir
siguiendo las sendas desdibujadas en la hierba recorriéndolas el grupo de una
forma un poco desperdigada y anárquica. Bajamos rápidamente la última loma con
fuerte desnivel entre ovejas asustadas para, haciendo un amplio giro a la izquierda, meternos
en el oscuro túnel que forma una apertura en el bosque de acebos que debemos
traspasar para bajar a Valgañón.
Aquí empezamos la bajada del Acebal de Valgañón, primero
cogimos bastante barro pero enseguida encauzamos el marcado paso entre acebos y
fuimos disfrutando esta divertida senda, no excesivamente técnica, que en escaso
1,5km nos bajo los más de 300 metros que tanto nos costo subir en la Barrotana.
Es una bajada que me encanta la verdad, es muy divertida.
Dos horas de ruta llevamos y vamos en tiempo. Una vez
entramos en Valgañón, Josu decide abandonarnos y bajar por carretera a Ezcaray
alegando que para empezar a salir ya tenía bastante y quedo con nosotros en Ezcaray
para tomar algo y comer todos juntos.
Tras tomar agua en Valgañón nos encaminamos a la subida
fuerte de día, una subidita que los locales llaman “el mortirolo” o la subida
de “los canalones”. Fuerte subida entre hayas y pinares de cinco kilómetros, contando
desde el mismo pueblo, que nos sube 600m acumulados hasta enlazar con el camino
que lleva desde Ybaya a el Hombre a 1550m de altitud. La subidita se las trae y
costo al farolillo rojo del grupo o sea yo, mira que apropiado, más de una hora
terminarla. Poco a poco vamos encontrándonos nieve aunque nada en comparación
con el viernes cuando hice esa misma subida teniendo que andar buena parte de
la misma y bajar esquiando con la bici. David se debió de emocionar con su
monoplato y tuvieron que hacerle frenar ya que subía poseído. Cuando ya quedaba
poca subida Álvaro apareció alegre y feliz tras coronar bajando para
acompañarme en mi subida, que energía tiene el zagal. A Tate no le gusto pero que nada esta subida
que vio dura en exceso, pero qué podrá decir él después de los berenjenales en
que nos mete.
El tiempo nos había respetado hasta aquí pero ya sabíamos
que la previsión era que iría empeorando durante el día y claro a tal altitud
empezó una lluvia de fino granizo no muy preocupante pero algo incomoda. Nos
colocamos los chubasqueros y empezamos la bajada. A Saul le tuve que prestar
uno de mis dos chubasqueros, menos mal que nos vamos conociendo la sierra, los
cambios de tiempo y lo ligeritos de equipaje que siempre van estos PRO e iba
preparado.
Bajamos rápidamente pista durante 3km pisando nieve y hielo
intermitentemente lo cual tenía su riesgo pero no hubo que lamentar caídas.
Este tramo y el final de la anterior subida era el que yo creí que los Fat Boys
iban a disfrutar como monos con sus tractores, ya que el viernes en este mismo
tramo de di un hartón de nieve, pero el buen tiempo del sábado había ya regalado
gran parte de la misma. Una lástima, nos lo hubiéramos pasado pipa.
Dejamos la pista y tomando un camino a izquierda que tras
una subidita nos enlazo con una senda en bajada divertida y rápida entre
pinares pisando hora hierba y nieve, hora tierra y piedras. Siempre rápida y
divertida sin gran exigencia técnica aunque no exenta de riesgo. Esta fue una
de las partes más bonitas de la ruta. Tras 1,5km de divertida bajada
coincidimos con el trazado del canicross
que se estaba realizando en Ezcaray y tras hacer una corta bajadita con
ellos (no teníamos otro remedio) dejamos la senda para los chuchos y seguimos
por pista. No sin que David protestara sacando a relucir su gran pedigrí y
exigiendo que le dejaran bajar con el resto de la manada olisqueando traseros.
Esta situación hizo que nos perdiéramos algo más de 500m de divertida senda que
suplimos con 2km de bajada en pista que nos llevo hasta el pie de la ermita de
Santa Barbara. Aquí, para alegría de Dieguito y Saul pudimos retomar la senda y
relizar la bajada del zig-zag de Santa Barbara. Es una bajada divertida y
rápida haciendo zetas de 1km con solo una complicación las cerradísimas curvas
que hay que trazar en cada uno de sus doce cerrados giros. Dieguito y Saul
bajaron como locos con sus fat sin suspensión y eso que no se la conocían, que
brutos.
Una vez ya todos en Ezcaray con una suave llovizna
vivificante propuse terminar la ruta con una subidita y bajada que nos costaría
hora y media escasa, ya que habíamos hecho las dos primeras partes de ruta
antes del tiempo que esperaba. Eduardo y Jesús empezaron a protestar exigiendo
ducha y vermú. Jesús la verdad que desde que empezó a lloviznar había estado
refunfuñando todo el rato, que mal se lleva este hombre con la lluvia. Logré
convencer a todos menos a Saul, que nos abandonó y se retiro para bajarse a
Logroño. Gracias por acudir Saul, la próxima vez te quedas a comer sin excusa.
Sin más y esquivando a corredores y perros cruzamos el
puente sobre el Oja enseguida enlazando
con el camino a la aldea de Cilbarrena. Un camino sobre hierba no con gran
desnivel pero a mí ya me pesaba la ruta. Fernando, atento como siempre, tuvo a
bien acompañarme durante esta última subida durante la cual fue mejorando el
tiempo y dejo de lloviznar. En 1,5km llegamos a la aldea despoblada de
Cilbarrena tomamos agua y seguimos durante
1km más durante el cual se endureció el perfil hasta enlazar con la pista. Esta
pista nos lleva al Collado de Sagastia en 3,5km con una pendiente media del 7%
que tras los subidones anteriores nos parece un paseíto. En algo menos de una
hora nos pusimos allí desde la salida de Ezcaray.
Ya en el collado de Sagastia nos reagrupamos a 1275m altura
y nos dispusimos a realizar la última bajada del día recorriendo el GR190 durante 4km perdiendo unos 500m altura
para dejarnos en Ezcaray en poco más 20 minutos. Esta bajada entre hayedos y
pinares es de lo más bonito de la zona y ya era conocida por varios del grupo.
La humedad y las muchas raíces hacía peligrosa la bajada, Eduardo se salió de
la senda al pisar una de ellas evitando de milagro comerse un pino. Esto y los
dos hermosos árboles primero un haya y después un pino que se cruzaban en la
senda obligándonos a parar hicieron que la bajada fuera más lenta de lo
habitual. Como prometí en menos de hora y media estábamos de vuelta en Ezcaray.
Damos terminada la ruta que nos salió de unos 40km con un
desnivel acumulado de algo más de 1800m en menos tiempo del previsto. La verdad
que hay que reconocer que esto de preparar rutas es más complicado de lo que
parece y eso que yo tengo la suerte de saber exactamente cuanto tiempo costará
cada subida al más lento del grupo, ejem.
Ya terminada la ruta, lavamos las bicis en la gasolinera y
tras dejarla cada cual en su coche nos duchamos en mi casa, sin mayor problema.
Sobrándonos un buen rato para la hora de comer nos fuimos a tomar un buen vermú
por el pueblo donde nos reencontramos con Josu. Y tras el refrigerio todos a comer al restaurante Usaya de Ezcaray
donde nos trataron divinamente y comimos a gusto. Sobre todo el golmajo de
David que pidió dos postres, que tío. Cafés, chupitos, almendrados, bromas,
chanzas varias y alguna promesa de futuro convite por parte de alguno. Y ale,
se terminó el día de bici. Cada cual a su casita bien satisfecho y yo bien
dolorido.
Gracias a todos por acudir. Y espero que no faltéis la
próxima ruta que prepare por la zona, aunque ya os digo que no vuelvo a apostar
contra David en la vida.
David, ánimo con tu operación de menisco. Menos mal que
realizamos la ruta este finde si no hubiéramos tenido que posponerla al verano hasta
que te recuperaras. ¡¡¡Y no vuelvas al running, sólo bici, matraco!!!
8 comentarios:
Excelente crónica Israel, se nota que esa zona la conoces como la palma de la mano y que lo vives como nadie.
David, como todos sabemos, es el hombre sin palabra así que si a algo ha dicho que no, seguro que al final es que si.
Y que decir el "Murrio", si se fue por no enfrentarse al "Portento", normal que protestase por cualquier cosilla, y eso que todavía no se había tomado una caña.
Dieguito no ha puesto vídeo, no se si no le ha dado tiempo o es que no le gustó la rutita, que parece "durilla".
Muy buena crónica Israel, da la sensación de que fue duro y bello el trayecto pero conociendo tu gran preparación física y el buen estado de tus "riñoncitos", creo que esta vez no pasarías ningún problema como los que padeciste en "La ruta de la muerte".
No se basa mi ausencia en la cuestión de hacer o no hacer de "Cristiano Ronaldo" por los polideportivos, para nada, en absoluto, no es mi estilo, sino en que nunca me ha gustado lo más mínimo abusar de la hospitalidad de un amigo..... aunque te la agradezco.
Bien Israel muy bien eres un fenómeno de la bicicleta, de la ruta y de la gastronomía.
La ruta increíblemente bonita, excesivamente dura para mi gusto y es que estamos entrando en una dinámica que algún día subiremos al Everest . Qué gran trabajo hacéis los que preparáis rutas como Víctor , Pepe, Tate, el gran Toño (invertidas como el ) y tú .
Que sigáis preparando rutas y que los demás podamos disfrutarlas. Mucha Gracias también a Ana , ( tu mujer ) ya que luego tendría que limpiar los baños que utilizamos y que no creo que tu pasases el trapo.
En fin, domingo perfecto!!!
Gracias por los comentarios.
Espero seguir preparando rutas por la sierra con aún mayor concurrencia pero no creo que con mayor dureza, vaya palicita nos dimos. Hemos dejado a "la ruta de la muerte" en nada, jeje, igual que me dejo ella los riñones a mí.
En junio prepare otra sin falta.
A la de junio intentaré escaparme, qué envidia. Por cierto me ha encantado lo de "regalarse" la nieve. Muy de la tierra. Me has recordado a mi abuela.
Prolija y extensa crónica la realizada por Israel en consonancia con lo dura y estupenda ruta con la que obsequiaste a los asistentes a la expiación de tu osadía al retar al Gran David (el hombre para el que la tija era una desconocida).
Hubiera querido acompañaros (ya sabes que me pone lo de viajar en el coche de terceros y almozar a cuenta de otros) pero alguien tenía que quedarse en Logroño para velar por las esencias de los Ordanzas.
En junio, si nada lo impide, me verás en tu nueva aventura. Prometido.
Excelente y extensa crónica, al igual que la ruta, excelente y extensa. Gracias Isra por tus desvelos y también a tu mujer por el queso de Todeluna, por el paraguas y por aguantarte.
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