SE COMPLICÓ LA
COSA
13 de marzo de 2016
Distancia: 46km
Desnivel acumulado: 551mt
IBPindex: 37
Crónica por Ricardo
Ricardo, Fran y Miguel Angel
Hoy es un día de esos llamados raros, tengo una sensación de
desasosiego, la verdad no se porque. (O si)
Me preparo y salgo hacia nuestro punto de encuentro, Las
Gaunas.
Conforme voy acercándome me doy cuenta de una de las razones
de esa zozobra. No veo a nadie. Es pronto, me digo, pero no es solo eso; tenía
que haber alguien ya. Pasan los minutos y nadie aparece. La mayor parte de los
amigos que formamos esta cuadrilla hoy no aparecerá, una sensación de tristeza
de invade, si puede sonar cursi, pero falta algo, los saludos, abrazos, y
“pasamanos” de todos los domingos.
Cuando alguno
faltamos es posible que no se note nuestra falta, bueno eso seguro, pero yo por
lo menos si noto la vuestra.
Toda esta tristeza se vuelve alegría al ver aparecer a Migue
Ángel primero y a Fran después, esperamos los minutos de rigor y no, no aparecerá
nadie más.
Los amigos han marchado a Lodosa a disfrutar de la ruta que
tan estupendamente les habrán preparado Unai y Enrique.
Nosotros tres por un motivo u otro no hemos podido ir. (No
son disculpitas).
Arrancamos poquito a poco por detrás de la gasolinera. Yo
pongo la ruta y por supuesto me apunto la crónica voluntario. Esto lo digo más
que nada para el “chino”. Así que apunta.
Me preguntan, ¿donde vamos?
Tu tira para Sorzano,
les digo. Tengo pensado llegar allí, bajar a Islallana y luego, cantando
bajito, por los Mogrones para casa.
Quizás os aburra el relato, pues la mayor parte conocéis el
recorrido, pero así tiene que ser.
Vamos de charla, tranquilos y en un momento estamos en
Lardero. Pasamos la rotonda y asoma la primera dificultad de la jornada, la
cuesta de las bodegas. Con no pocos resoplidos y una voluntad encomiable
conseguimos superar este trance. Ya ha caído la primera.
Pasamos el túnel de la N-111 (creo) y por detrás del restaurante Barros
nos encaminamos hacia la segunda dificultad de la mañana, la cuesta de las
vacas. Aquí,si que si, la cosa se pone dura (Toño, no pienses mal). Nos
retorcemos encima de nuestras monturas, cada pedalada que damos es un esfuerzo
mayúsculo, la gravilla nos hace patinar en el primer tramo, pero una vez
superado éste, el segundo se hace más fácil.
Ya estamos arriba, cogemos aire, un trago de agua y
continuamos.
Tengo que decir que en éste punto, al lado de la viña, nos
acordamos de Marcelo. Mejor dicho, de sus zapatillas.
En buena armonía, los tres juntitos, para no perdernos,
vamos haciendo camino.
La mañana está fresca y no se ve a nadie, solo alguna perdiz
se nos cruza de vez en cuando en el camino. Así llegamos al guardaviñas.
Pasamos el cruce, desde aquí hasta llegar a la carretera se hace “pestoso” el
camino, ya que no deja de picar para arriba.
Cruzamos la carretera
y ya empezamos a pisar algún charco y algo de barro, no contábamos con ello
pero…………..
Así llegamos al cruce de La Llanada , por si alguno no
sabe a que me refiero es donde empieza el asfalto y está la casa rota.
Paramos, nos hacemos la foto de grupo (ja, ja, ja) y de paso
hacemos un pis.
En eso estamos, cuando veo esos ojos de Miguel Ángel mirar hacia
el camino de nuestra derecha. Esa mirada la conozco yo, días y días saliendo
juntos tienen que servir de algo:
-
me parece que se lo que piensas
-
-ya
-
-no me jodas que estoy convaleciente
-
¿y? ¿tenemos prisa?
-
Pues no. Fran ¿Qué opinas?
-
Lo que digáis. Con llegar a comer.
Pues así con cuatro frases, bueno seis, es como se complica
una mañana que iba, en principio, a ser de lo más tranquila.
Así pues, que empezamos a subir el camino hasta la carretera
sorteando los charcos y empezando a pringar nuestras bicis, mientras alguno
decía la famosa frase de una conocida serie televisiva:
-¿que somos leones o huevones?
A lo que respondemos, como no puede ser de otra manera:
- leones, leones.
Cruzamos la carretera y, ahora si que si, empieza el puertaco de la jornada:
el camino nuevo. Entre el desnivel que tiene y el estado en el que se encuentra
debido a las últimas lluvias y nieves, nos la vemos y deseamos a para subir.
Nuestros cuerpos van al límite y no se de donde sacamos las fuerzas, pero con
una voluntad de hierro y los ánimos de unos a otros superamos el primer y más
duro tramo. Estamos ya casi arriba, las piernas justo que nos responden, la
respiración se hace cada vez más difícil, pero con una abnegación digna de
reseñar al final lo conseguimos.
Estamos en el cruce que nos llevara hacia la balsa de La Caparra y luego a Sorzano.
Tomamos aire, una barrita y nos encaminamos hacia el pueblo.
El camino en principio con unas tremendas rodadas y con bastante barro hace que
lo tomemos con cuidado, pero luego de un pequeño repecho y antes de vadear el
riachuelo si que tenemos algún problema. Bastantes piedras, barro y mierda, si
mierda de vaca, hace que lo tomemos con cuidado. Yo personalmente voy “cagao”,
si, ya se que es un pequeño tramo, pero una nueva caída seria definitivo. Al
final pasamos sin problemas, nos pensamos si hacer la senda “cohetes” pero
decidimos bajar ya directamente al pueblo. Con un poco de cuidado con las
piedras que hay bajando, pues están mojadas, llegamos sin novedad a la fuente
del pueblo.
Otra paradita para llenar de agua y enseguida, después de
saludar a unos moteros que van a subir las “uves” por donde nosotros solíamos
bajar, nos dirigimos hacia Islallana.
La ruta está prácticamente finalizada, exenta ya de
dificultades, vamos a tomar la vía romana (o camino de los Mogrones) en Nalda.
Así pues pasamos el puente viejo y sin ninguna incidencia más que reseñar,
disfrutando de tan buen camino que nos han dejado nos presentamos en Alberite.
Cogemos el camino al lado del río, hacemos la sendita, como no, y en un pis pas
estamos en la plaza Tomás y Valiente tomando un merecido refrigerio.
Otra mañana más en una estupenda compañía.
Salud,
Barrancas
4 comentarios:
Bien Ricardo, al menos se ve interés en hacer la crónica, aun no habiendo mucho que contar, se puede leer.
Parecéis una banda de jubilados, pero al menos os animasteis a salir para ir pillando la forma, he echado en falta alguna fotillo mas.
Nosotros lo pasamos de lujo, en pocos días la crónica de Lodosa.
Impresionado estoy con el lirismo y la épica con que nuestro insigne cronista vuelca las experiencias vividas en el pedazo de rutón que se cascaron el domingo.
Una preguntita; ¿a qué hora quedasteis en Las Gaunas? He rebuscado en el relato pero no he conseguido encontrar ese polémico dato.
Impagable la última foto del trio del arte; Ricardo en su pose de macho hispánico castigando a las titis apoyado en la barra del bar, Fran, con cara de cabronazo, cínico y socarrón y, finalmente,la delicadeza de nuestro particular Oso Yogui, con su cara de niño grande (observad el gracejo con que apoya la puntera de su pie derecho, cuan bailarina de ballet). Lo dicho, esa foto vale por tres crónicas.
Bien hecha esta crónica, Calderas. Encima buena rutita hasta con mierdal, a quien se le ocurre meterse por ahí.
Me pareció bien lo que hicisteis Fran y tu saliendo en Logroño pero....
¿Porque salió Miguel Ángel con vosotros y no vino a Lodosa?
-De mañana no estaba. No hubiese podido salir.
-De noche no estaba. No hubiese podido salir.
-De tarde no estaba pues dice que cuando está de tarde no sale los domingos por la mañana pues luego está cansadito.
-Luego estaba de fiesta, entonces ¿porque no vino con la cuadrilla a Lodosa?.
!!!Ahí lo dejo.....!!!
Que tres patas para un banco! No creo que nos echa seis de menos pero se agradece el comentario.Buena crónica y mejor cuando se hace voluntariamente.
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