07 de Junio de 2015
Distancia: 46km
Desnivel acumulado: 1405mt
IBPindex: 124
Crónica por Israel.
Después de mucho insistir a los compañeros este domingo
salimos de ruta por la sierra de Ezcaray con la celebración de mi cumpleaños
como excusa.
Puntuales, poco antes de a las ocho de la mañana, van
apareciendo los coches de los participantes y aparcando frente a mi portal. El
último en aparecer fue mi amigo Ventura que bajo en bici desde la cercana aldea
de Azarrulla. De los escasos apuntados al evento a mediados de semana,
terminamos siendo dieciséis ciclistas los que hicimos la ruta. Todo un
"sexito".
Una vez descargadas las bicis y tras los correspondiente
saludos. Nos ponemos en marcha no sin antes pasar por la fuente de La Paz a
coger agua.
La mañanita estaba algo fresca y húmeda estando el pueblo
rodeado de una niebla que no permitía apreciar los montes a los que nos
dirigíamos, casi mejor que así no se sufre antes de tiempo. Cruzamos el puente
de La Estación sobre el río Oja y seguimos por la vía verde dirección Santo
Domingo unos tres llanos, tranquilitos y apacibles kilómetros. En breve
llegamos al cruce a derechas que hemos de tomar justo antes del apeadero de
Ojacastro. Esta dura pista nos subirá hasta el pico de Costanarros en menos de
cinco kilómetros y medio ascendiendo mas de seiscientos metros acumulados.
Esta fue la primera subida intensa del día toda ella bajo
frondosos hayedos hasta que al salir de estos nos encontramos primero dos
duritas rampas y tras estas el desafío del día "La Rampa del
Almendrado", una intensa cuesta de hierba de esas que parece que sí pero
que es que no, con sus correspondientes roderas y endureciendo en su final.
Solo fueron capaces de subirla del tirón David y Diego teniendo que echar pie a
tierra todos los demás, siendo por tanto ellos los "Campeones del
Almendrado". Quien llego antes de ellos dos me fue imposible de ver
mientras jadeaba andando y arrastrando la bici tras todos vosotros, que
subisteis como locos intentando superar el reto.
Tras esta fuerte rampa otro intenso sube baja también de
hierba nos llevó primero al monte Espicia y luego a coronar Costanarros, punto
más alto de esta primera subida, 1396m.
Desde los prados de Costanarros pudimos apreciar como nos
habíamos elevado sobre la niebla que cubría los valles a nuestros pies, tanto
de Ezcaray como de Santo Domingo, quedando sobre un mar de nubes bajo un cielo
azul despejado. Fue una de las imágenes más bonitas, y fotografiadas, del día,
allí aprovechamos para hacernos la pertinente foto de grupo. Este solazo y buen
tiempo ya no nos dejó en toda la jornada.
Desde allí en una rápida bajada por una despejada
pista-cortafuegos llegamos a un cruce de caminos donde cogemos el ramal que nos
queda a la derecha. Seguimos por una pista con suave subida y zonas de rápido llaneo
flanqueados por pinos y hayedos. Una pista preciosa sobre el valle de
Pazuengos, sin peligro ni complicación alguna, salvo para Toño que se las arregló
para coger un palo con su rueda delantera y dar un buen espectáculo de esos
suyos, gracias a los hados sin mayor gravedad. Toño sufrió las puyas y
risotadas de rigor aunque, una vez más, disfrutó del apoyo y comprensión de su
buen amigo Jesús, que bonita es la amistad.
Tras este pisteo otra rápida bajada que nos dejó en el
collado de Larrizabala donde cruzamos sin cogerlo el GR93 Ezcaray-Pazuengos.
Tras pasar la portilla seguimos por un llano camino hasta la zona recreativa de
Bonicaparra. Aquí despedimos a Carlos con indicaciones de como volver a
Ezcaray, muy fácil desde ese lugar, ya que al pobre se le atraganto la durísima
primera subida y no tenía buen día.
Los compañeros ya llevaban un rato preguntando por una
fuente y aquí la tenían. La comúnmente fresca y buena fuente de Bonicaparra les
recibió con su buen chorro el cual Vitín ataco sin miramientos tomando un buen
trago, el problema fue que esta agua no clorada pero hasta este día siempre
buenísima tenía un sabor y olor a gasoleo que echaba pa tras. Vitín no resultó afectado de envenenamiento ya que el carácter acido, vitriólico, que gasta
últimamente, contrarresto fácilmente la ponzoña que pudiera llevar el agua que
seguro hubiera acabado con cualquier otro ciclista. Así que no nos quedó otro
remedio que seguir camino por la carretera de montaña que continua desde
Bonicaparra buscando algún manantial o fuente mientras escupíamos cual Llama de
los Andes. La fuente la encontramos a escasos dos kilómetros donde repostamos y
bebimos quitándonos el mal sabor.
Un poco después cambiamos esta bonita carreterilla bajo hayas
por una senda a derechas que nos va subiendo por las laderas de Piquillas y
Chilizarrias pasando bajo pinos, hayas y atravesando escobones y ramas por una
senda que se fue cerrando y endureciendo hasta dejarnos en las praderas del
collado de Marulla. Una vez en la Majada de Marulla junto a su cerradero de
vacas descansamos y comimos para recuperar fuerzas.
Desde aquí seguimos el GR190 dirección Valvanera subiendo
por una dura y larga cuesta de hierba que nos va acercando al Collado de
Benegerra al cual no llegamos ya que nos desviamos, ya muy arriba, para coger
la “Senda de los Serranos". Aquí nos volvemos a reagrupar, descansamos y
cogemos agua en la fuente que nos encontramos justo antes de entrar en lo duro
de la senda.
Esta senda va faldeando a media ladera los picos Guilicerra
y Cuña dejando bien debajo suyo la carretera de acceso a la estación de esquí
de Valdezcaray. Mucho más abajo de ésta se divisaba la aldea de Urdanta como si
fuera un belén. La senda nos conduce tras unos primeros metros en duro sube
baja hacia la propia estación de Valdezcaray. El firme es complicado por la
abundancia de raíces y rocas lo cual hace que varios compañeros se caigan ¡y
que caídas!. David cayo y Roberto se la dio bien, viendo el video que grabó
Diego no sé como no hizo nada. Vitín también cayó aunque no ha quedado material
gráfico del raro evento. Ricardo en esta senda sufrió en sus carnes la horrible
plaga de los calambritos que azota últimamente a este aguerrido grupo, lo pasó
realmente mal, quedándonos atrás Ricardo, Ventura, Fernando y yo. Fernando como
siempre todo un caballero se quedó atrás acompañando a tullidos y torpes
siendo, como todos sabemos que es, un ciclista excepcional independientemente
del terreno en que le sueltes.
La senda nos dejó en plena estación a la altura de la pista
de esquí se Salegares desde donde nos lanzamos cada cual por donde mejor le
parecio hacia el bar de la estación. La dureza del terreno lleno de lascas de
piedra afiladas, la dura pendiente y la falta de una senda o camino bien
marcado hace a esta corta bajada muy peligrosa. Aquí se dio buena galleta el
compañero Ventura, también sin mayor gravedad aunque terminó bien marcado, es
muy mal sitio para caerse pero Ventura es duro. Seguimos la bajada por la pista
de esquí "El Camino" que cuando no hay nieve es eso, un camino, una
pista que nos deja en el refugio que enlaza con la pista de subida a “las tres
cruces” y la cima del San Lorenzo. Por esta pista seguimos subiendo durante
algo más de 2,5km hasta llegar al cerro Torraguas esta subida a mí se me
atraganto y llegue renqueando con un buen dolor de espaldas pero allí estaban
todos esperándome, sobre todo porque no pudieron adivinar desde donde seguía la
ruta ya que se pasaron por unos buenos cien metros en enlace con la siguiente bajada.
Después de dejar la pista subimos un par de rampitas y
empezamos la bajada primero por unas praderas despejadas para en breve meternos
dentro de un espeso pinar con rápida y divertida bajada. Cuando empezábamos a
disfrutar esta bonita bajada nos encontramos con que la senda estaba destrozado
por máquinas madereras, nunca la había encontrado así. Lo que debían ser buen
firme y hierba se había convertido en un destrozado suelo de piedras sueltas
que dificultaba el agarre y obligo a hacer un uso intensivo de los frenos. Yo,
al igual que algún otro compañero, me quede sin presión en ellos llevándome un
buen susto.
La bajada fue realmente muy rápida e intensa y enseguida nos
dejó en la preciosa aldea de Zaldierna, donde bebimos agua y esperamos, ya en el
cruce con la carretera al resto de compañeros.
Debido a la hora ya muy avanzada decidimos no seguir lo poco
que quedaba de la ruta prevista y bajar por carretera a Ezcaray en vez de por
el sube baja del "Camino de Herradura" que une a Ezcaray con las Aldeas
hasta Posadas. Aquí despedimos a Ventura que fue en dirección contraria hacia
Azarrulla.
Bajamos a buen ritmo la carretera, incluso picándonos y
corriendo en los últimos kilómetros para entrar en Ezcaray por el mismo puente
que cruzamos en la salida y terminar allí donde empezamos. Deje mi bici en el
garaje mientras los compañeros las colocaban en sus coches y subimos todos a
ducharnos…
Bueno he de decir que según os fuisteis todos de Ezcaray me
puse a escribir esta crónica, no son verdad las excusas que os he ido dando,
que no funcionara el ordenador o que tuviera mucho trabajo, no. Pero al llegar
a este punto, las duchas las malditas duchas, una niebla oscura nublo mi mente
impidiéndome recordar. Decidí dejarlo para el día siguiente. Esa noche caí rendido
en mi cama despertándome de madrugada a mi micción nocturna. Ya en el baño, y
sin gafas, creí ver en el espejo del baño la presencia de un hombre enorme con
una extraña sonrisa, que me recordó remotamente a Carlos. Salí corriendo y me
escondí debajo de mi manta intentando inútilmente conciliar el sueño. A la
mañana siguiente, pese a todo, me desperté alegre y feliz como acostumbro y
todo me pareció un mal sueño. En el momento de la ducha mientras me enjabonaba
creí oír una voz que me estremeció “mi champú”, je,je,je me reí nerviosamente
sin querer hacer caso pero otra vez oí “raíces y puntas, mi champú” no podía
ser, pero esa voz… ¡Pepón debía estar como mínimo a 60 kilometros!, ciertamente
él es capaz de hacerse oír a el doble de esa distancia, pero agitando la cabeza
desprecie la idea. El resto de la semana en Ezcaray fue un calvario, por el
rabillo del ojo creía ver presencias desnudas. Un pequeño trasgo o homúnculo
haciendo comentarios mordaces o sacando fotos con un móvil mientras se escondía
tras el paragüero, un extraño personaje que cual espantapájaros en cueros
esperaba turno ante una ducha que nunca le llegaba, imágenes delirantes de unos
cuerpos de pesadilla como salidos de un cuadro de El Bosco. Mala, muy mala
semana.
Ya en Logroño durante esta semana volviendo a mi rutina
habitual fui capaz de recordar esos aciagos momentos pero os ahorro la horrible
descripción de ese horror de colgajos, desnudez y miseria que solo puede
resumir como, inenarrable. Ahora que me encuentro con fuerzas para continuar
este relato espero que Vitín y el resto de la superioridad entiendan mi triste
situación y excusen la tardanza en la entrega de la presente crónica.
Tras la infausta ducha, nos dirigimos todos a tomar el vermú
al centro del pueblo desde donde marchamos al mesón donde comeríamos y donde
nos reencontramos con Ventura. La comida transcurrió como siempre entre alegres
chanzas, intentos infructuosos de liar una vez más a Jesús en una ridícula
apuesta y como no la entrega de los prometidos almendrados. Estos fueron
entregados por la simpatiquísima mesonera a David y Diego que generosamente los
repartieron entre los compañeros, aunque David en un primer momento intento que
se los guardaran en congelador para llevárselos a casa.
Tras la comida nos dirigimos todos a los coches y despedimos
al grueso de la tropa, unos cuantos obstinados en no terminar la buena jornada
nos dirigimos a “La Estación” donde tomamos unos cafés o gintonics dependiendo
de quien tuviera la suerte de conducir hasta Logroño.
Bueno espero que disfrutarais de la ruta y que repitamos el
próximo año en parecidas fechas.
Gracias a todos por asistir.
7 comentarios:
Gran crónica, esta tendría que valer por tres aunque no creo que el "chino" te la convalide.
La ruta fue enorme y la comida ni te cuento, agradecerte a ti y a tu familia lo bien que nos tratasteis, un 10.
Tu comentario sobre mi humor me va a hacer cambiar: "vuelve el Ácido al Wassap" (con lo tranquilito que estaba)
Ruta preciosa, logística y avituallamiento perfectos, hospitalidad de 10. La crónica interesante ... pero te demoras más que Rajoy en hacer una crisis de gobierno.
Dada la amistad que nos une a Jesús y a mí, no quiero dejar de recordarte (al César lo que es del César y a Jesús, lo suyo, que ya tiene bastante) que el maestrillo también sufrió un pequeño percance en forma de revolcón en la última bajada.
Por último, he de reconocer que yo también es sufrido la aparición de cuerpos espectrales; se me aparece una figura que es como un buda pequeño, como un dalai lama regordete (además siempre viste de naranja) y con cara de Pedro Sanz, rebosante de artilugios electrónicos, los cuales están al borde del cortocicuito rodeados como están por un mar de cerveza.
Se me olvidaba, lo dije en su día y lo vuelvo a repetir magnífico video, con actuaciones estelares como la de Roberto Matute y que decir de las fotos, algunas impresionantes, como la 277 (encuentra a Wally, perdón a David).
Gracias Vitín, vuelve y recuerda que no es lo mismo Ácido que agrio.
Toño, si vuelves a ver al simpatiquísimo buda no olvides frotarle la barriga y entregarle una ofrenda, no seas roñoso que nos conocemos, seguro que te traerá suerte y equilibrio a tu vida, y esto último te es muy necesario.
Gran día el que pasamos en Ezcaray. La ruta fue preciosa y la comida buenísima y abundante. El gran "Telly Sabalas" se tiró un convite de los que hacen época.
Muchas gracias por tu hospitalidad y procura institucionalizar el evento.
Creo que esta todo dicho, a mi sin mas darte las gracias por todo.
simplemente....ESPECTACULAR.
Salud,
Barrancas
Buena crónica Isra..
Este año no pudo ser, pero para próximas convocatorias en la zona intentaré estar.
El tema del almendrado, me viene un poco lejos, así que te sugiero que premies al último con una bolsa de palomitas,...así estaré en la pomada..
Quien dice palomitas, dice orujo de hierbas!!
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