Crónica por Pepón.
Solo tres componentes de la cuadrilla quedamos en el sitio
habitual para realizar la marcha del domingo a las 8 de la mañana .
Roberto, Javi y yo nos dimos cita para dar una vuelta
atractiva con la única condición que nos propuso Javi de llegar sobre las 11:30
a casa pues tenía algún compromiso familiar.
La ruta prevista fue la subida al Castillo de Daroca, un
lugar bastante interesante de visitar de vez en cuando y al cual ya hacía
cierto tiempo que no subíamos. Salimos con la intención de procurar, si era
posible, pillar poco terreno arcilloso ya que las lluvias de las últimas
jornadas temíamos que hubieran dejado esas zonas casi impracticables. Para ello
buscamos el ir hacia Navarrete por el Camino de los Judíos, una vez llegado al pueblo
nos dirigimos a la Dehesa de Hornos y antes de entrar en la zona de las viñas
iniciamos la subida por la cuesta que sigue de frente. De momento el camino
estaba idóneo para la marcha y arriba daba gusto andar por la justa humedad y
la buena temperatura que hacía.
Bajamos a Daroca por la sendita habitual que nos deja en el
mismo pueblo y una vez hicimos provisión de agua enfilamos la dura subida entre
las calles, al principio hormigonada y al salir del pueblo ya es camino normal,
eso sí con un importante porcentaje de desnivel, que al encontrarse el terreno en buenas
condiciones solventamos sin problemas. Un poco mas de subida y empezamos lo que
realmente merece la pena de la ruta.
La llegada al Castillo de Daroca es técnica y realmente muy
dura, siempre se intenta subir cuanto más mejor pero siempre se llega montado
prácticamente al mismo sitio.
Fatigados y resoplando como animales llegamos a la cumbre. A
Roberto que era la primera vez que subía, el sitio le encanto y alucino con las
vistas, la mañana era despejada y se
veía hasta bien a lo lejos el valle del Ebro. Las fotos me imagino que
reflejarán bien la mañana.
Después de comer algo nos lanzamos cuesta abajo aunque
tirando mucho de freno pues la tremenda y como diría ”el genial” (noble bajada) lo requería, porque si no te embalabas y
normalmente al final no sabes dónde vas a parar. Como gozaron los compañeros de
ruta con semejante bajadón, es espectacular y sueltas adrenalina sin apenas
temer por un accidente.
Seguimos por el cortafuego hacia abajo pues la última vez un
agricultor nos echó un poco la bronca por pisarle la finca y no quisimos volver
a repetir el trance de ir en dirección al Sendero del Molinero. Cambiamos un
poco el recorrido y por el camino que une Daroca y Sojuela continuamos para al poco
desviarnos hacia Entrena.
Por la ermita de Santa Ana tomamos camino de Navarrete y de
ahí al túnel de Mario para llegar a la
Grajera y sin entretenernos en más zascandileos nos fuimos a tomar un bien
ganado refrigerio al Dover.
Ruta terminada y con la llegada a la hora prevista, aún le
sobro tiempo al bueno de Javi a invitarnos y eso que dicen las malas lenguas
que siempre va vestido de torero y no lleva bolsillos para meter el dinero,
creo que son habladurías.
Roberto como siempre agradeciendo hasta la saciedad el que
lo saquemos a pasear y le enseñemos nuevos lugares.-¡ Esto sí que son rutas y
no las que prepara el carnicero especialista en hacer siempre la corta!, no se
cansa de repetir.
En fin, pasamos una buena y entretenida mañana sin pisar
barro que era de lo que se trataba, y sin más para despedirme parafraseando lo
que os diría el gran Manolo Preciado.
-Hasta mañana, Canallas.
1 comentario:
Buena crónica pero te he visto hacer mejores, así que no te relajes.
En vez de la ruta del castillo de Daroca parece la ruta de las parejitas, parece que os lo pasasteis muy bien y eso que en las fotos solo se ven los abrazitos.
Y para un día que sale Javi con dinero solo vais tres "que casualidad"
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