Distancia:
54km
Desnivel
acumulado: 1061mt
IBPindex: 68
Crónica by
Alvaro
Jorge Yecora,
Jero, Álvaro, David, Javi, Israel, Santi, Miguel Ángel, Félix, Dalmau, Fran,
Toño, Dieguito, Vitín, Pedro Mari, Igor San Juan, Edu “Ayuntamiento” y Diego
“El Pota”.
CORDERO
de Dios, tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de Nosotros.
CORDERO
de Dios, tú que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
Hermanos,
es un verdadero orgullo el poder subirme al atril, en ésta nuestra homilía
dominical, en una fecha tan señalada.
Duras han
sido nuestras penitencias, constantes nuestras plegarias hasta ser escuchadas.
Por eso nos hemos congregado aquí, para recordar el último almuerzo.
Así es
como se siente un pecador como yo, por haber faltado a tantas salidas con mi
cuadrilla. Espero esta crónica y confesión sean suficiente para no arder en el
infierno.
Muchas han
sido las salidas inéditas y señaladas para esta cuadrilla, de más que
compañeros. Pero ésta, la guardaremos con especial cariño por ser tan esperada
por todos.
Buen
ambiente, buen terreno y mejor compañía era lo que teníamos este domingo. La
ruta ya había quedado marcada por la cúpula el miércoles en el Tierra Lara,
creo recordar. Prometía alguna senda inédita y una hora prudente de vuelta a
casa.
Nada más
llegar (tarde), mi sensei (David) me miró, y como dos enamorados que no les
hace falta hablar, nos entendimos. Yo le tiré un beso, y el sonrojado me miró
tiernamente mientras metía fuertemente la cala en su pedal.
Arrancamos
el grupo dirección a Alberite, mientras nos poníamos al día después de tanto
encierro. Subimos la cuesta de las bodegas y encaminamos la marcha por el
camino a Ribafrecha.
Ya se
empieza a tensar el grupo encabezado por eléctricos y rodilleros (los que han
fundido el rodillo esta cuarentena y ahora no hay quien los pille). Por detrás
la cosa va mucho más tranquila, eso es vida. Un microclima es lo que tienen
ahí.
Llegamos a
Ribafrecha y bajamos por la carretera de Ventas Blancas, nada más cruzar el
puente Víctor nos advierte, piedra suelta y subida dura. Lo mejor para afinar
el punto tan bueno de técnica que traemos todos después del confinamiento. Un
festival de patinetas, desmontes y descabalgues. Una vez arriba, nos damos cuenta de que
podíamos haber subido por los olivos, pero la verdad que la senda merecía la
pena intentarla.
Bajamos de
nuevo a la carretera de Ventas Blancas y comenzamos a subir dirección a nuestro
objetivo, Zenzano.
Pista larga
y tendida, donde realizamos las correspondientes paradas para reponer,
reagrupar e inmortalizar el grupo, ya que comienzan las primeras bajas (cuando
daño está haciendo el teletrabajo a los maestros).
La subida
hasta el mirador, comandada por el visir, nos dejó una habitual estampa; niebla
que desaparece arrastrada por el viento y unos rallos de luz que nos hacen
mucho más reconfortante el mordisco y el trago, tras el calentón en la subida.
El grupo se
divide (se comenta que la bajada tiene su peligro) y nos disponemos a tomar la
senda del mirador mientras el resto nos encontrará en el final de ésta.
Ciertamente,
he de decir que la senda no tenía un peligro excesivo, salvo las piedras del
suelo; que parecía la vía del tren. Un par de moteros muy educados nos dejaron
paso en la bajada (Avisados por el cohete lanzadera que habíamos soltado desde
arriba; Diego) y gozamos todo lo que nos dejaba la cautela de los avisos sobre
su dureza (Como se baja a rueda de Félix… que culito).
Una vez reagrupada la cuadrilla tomamos varias
sendas que partían desde mitad de la pista de subida. La primera con unos
toboganes chulísimos, atravesando un pinar que terminaba en una pradera cercana
a la pista de subida. Y la segunda, que nos llevó entre zarzas, arroyos, y
alguna alambrada de espino, que nos hizo recordar al mismísimo Mohamed Alí
entrando al cuadrilátero.
Llegamos
nuevamente al puente de la carretera, donde comenzaba nuestra ascensión de hoy
y ponemos rumbo a la fuente de Ribafrecha. Coincidimos nuevamente con unos
compañeros de las dos ruedas en el hidrante; con éstos casi perdemos a un
componente. Nuestro amigo Javi, vio las motos de trial y comenzó su ritual de
cortejo; un brillo especial cubría sus ojos, una sensación que ni lo que tenía
entre las piernas (la bici) podía darle. Finalmente, la presión del grupo pudo
con ese momento tan romántico y pudo volver a casa con todos.
Tomamos
dirección a Alberite, entrando en el pueblo con la tradicional llegada a la
carrera hasta las bodegas del pueblo. Provocada por el ansia del portento y
alimentada por el espíritu sagaz de Santi.
Reunión del
grupo y vuelta a Logroño para finalizar nuestra ruta dominical.
Algunos de
los intrépidos y aguerridos mozos asistentes a esta jornada, decidieron
continuar con las tradiciones e ir al tercer tiempo para reponer fuerzas.
Otros no
pudimos asistir, por obligaciones en nuestros correspondientes domicilios. Por
eso, agachamos la cabeza y atacados por una sensación, parecida a la de una
pobre serpiente en las manos de nuestro amigo Jero, volvemos a casa para contar
lo bien que lo hemos pasado, enseñar orgullosos nuestras heridas de guerra y mostrar
esa carita tonta de felicidad que se nos ha quedado con otra nueva terapia, de
nuestra Psicóloga personal. LA BTT Y LOS
AMIGOS.
4 comentarios:
Retomamos las salidas de grupo tras 2 meses y medio de confinamiento.
El re-estreno de las crónicas no ha podido ser mejor, Alvaro se ha portado, la crónica está a la altura del re-encuentro.
Cuando he leído lo de "CORDERO..." nada mas empezar la crónica, se me ha abierto el apetito y no es por nada ;-)
Nunca habíamos bajado por la senda de las motos a pesar de que sabíamos que estaba ahí y la verdad que no está mal para bajarla con precaución o incluso rápido, si no que se lo pregunten a Dieguito....La senda del barranco de Valdesaz merece mucho la pena, no tiene ningún peligro y desde el mirador de Zenzano empalmándola con la de las motos bajas por senda hasta la carretera de Ribafrecha.
Bienvenidos a la nueva era, después del confinamiento, ya echaba de menos estas actualizaciones del blog, aunque siempre es bueno releer algunas de las anteriores, para ver como hemos ido cambiado.
Álvaro muy buena la crónica chiquitín. je je.
Buena crónica Álvaro. Qué pena perderme esta salida tan emblemática. Otra vez será. Así tengo algo pendiente
Buena crónica Álvaro y divertida ruta, que bueno reencontrase con el grupo.
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