14 marzo, 2020

Barranco de San Martín-Minas de Jubera (13 Ciclistas)



Distancia: 71km
Desnivel acumulado: 1297mt
IBPindex: 100

Crónica by Richi


Como casi todos los domingos, la quedada es hoy también en la gasolinera de Las Gaunas.
Hoy nos hemos juntado:
Fran, Pedro, Dieguito, Jorge, Víctor, Toño, Edu, Israel, Bartolo y un servidor Ricardo. Después se nos unirían Santi, Igor “Moncalvillo” y Cesar.


Faltan algunos ilustres pero, llegada la hora, arrancamos.

Tenemos una larga y exigente jornada por delante.

Tomamos una dirección no muy habitual y salimos de la ciudad hacia la cantera de Villamediana recorriendo las carreteras circundantes, pasando por detrás del hospital y tras pasar el puente nuevo y hacer la rotonda encarar la primera tachuela del día, donde ya se marcan algunas diferencias.
Una vez arriba, reagrupamiento y rápido descenso hacia lo que antes fue una ganadería de vacas bravas y ahora tienen allí unos preciosos burritos.



Vamos hacia Murillo, el ritmo no es malo, pero después de de un pequeño descenso paramos, pues Dieguito parece no encontrarse bien. Ha pasado mala noche nos dice. Los excesos se pagan amigo.
Así que hacemos foto de grupo y nos despedimos. Él marcha a la cama y nosotros continuamos nuestra ruta.

Llegamos en un momento al mirador de La Covacha y entramos en el pueblo.

Aquí tenemos otros nuevos abandonos.
Fran, ya lo había anunciado, se marcha, pues la batería de su bici no va del todo bien y solo ha salido para comprobarlo. Le acompaña en su huida Jorge, éste no se el porqué.

Sin más contratiempos abandonamos Murillo y nos presentamos en un plis plas en Ventas Blancas ya que el camino hasta aquí es cómodo, rápido y llevadero.
Hasta este momento la etapa iba siendo fácil pero a partir de aquí se empieza a “complicar”.
Cruzamos Ventas por la LR-261para a los pocos metros girar a la derecha y comenzar la primera ascensión fuerte del día hasta las antenas que dominan desde lo alto. Son unos 3Km.de asfalto en los que se marcan diferencias, pero poco a poco todos vamos llegando arriba.



Estando aquí, por fin, aparecen otros 3 compañeros a los que llevamos esperando toda la mañana, pues se quedaron dormidos, y nos van retrasando la ruta.
Estos son: Santi, Igor y Cesar.
Un poco de charla, unas fotos para el recuerdo, algo de comer y para abajo, hacia Santa Engracia de Jubera. Es una bajada rápida, y con algunas piedras.
Tan rápida que los pierdo en el camino y tienen que volver a buscarme, pues cuando llego al pueblo los he perdido de vista.





Antes de esto tenemos la única avería del día con un pinchazo de Edu, que con gran habilidad reparan en unos pocos minutos
Cruzamos el pueblo por la calle del Río, no sin antes saludar a los cuatro lugareños que vemos y que forman parte de esa España vacía que esta ahora tan de moda.





Vamos a cruzar el barranco para encaminarnos a San Bartolomé. Para llegar a él lo hacemos por una bonita y dura sendita.



Salimos del lugar para incorporarnos, una vez más, al asfalto. Son casi otros 3Km. de ascensión hasta un cruce donde hay una ganadería.


Tenemos a nuestra izquierda una carreterilla que nos llevaría hasta nuestro próximo destino, San Martín de Jubera, pero preferimos bajar por una senda.
No tiene complicación alguna, excepto que al estar poco transitada las zarzas se van apoderando de ella y en algún momento nos despistamos, pero enseguida volvemos al trazado.
Los compañeros que fueron de corto se acordaran bien de ella, ya que los pinchos y zarzas estaban por todos los lados.




Cogemos agua y rápidamente hacia el puente nuevo, al río, para desde aquí encaminarnos al pueblo que da principal nombre a todos estos lugares, Jubera.

Para llegar tenemos que hacer lo más bonito de la mañana. Vamos a ciclar, unos con más habilidad que otros, una preciosa senda que recorre todo el barranco.
Antes de salir desde el puente, hacemos unas fotos y disfrutamos un poco del lugar, y menos mal que nos retrasamos un rato, ya que estando allí aparecen 2 moteros y nos comunican que vienen otros 3 detrás. No se que hubiera pasado si nos los encontramos en mitad de la senda.



Esta senda, como digo, es muy bonita, para que los que  dominan el enduro disfruten como niños; tiene tramos rápidos que todos los hacemos fácil y otros con algún escalón, piedras y otros obstáculos en los que los “pros” demuestran sus habilidades.
Edu, en uno de estos escalones, da con sus huesos en tierra pero pudo continuar sin más contratiempo que los consiguientes dolores.
Casi al final de la senda un último obstáculo, que creo que aquí sí todos bajamos andando, que nos deja al lado de la bajada a la mina.




Dejamos las bicis “aparcadas” para bajar a verla, pues aunque casi todos habían estado, alguno como yo mismo no las conocía. La verdad, merece la pena visitarlas.



Subimos al poco y continuamos nuestro recorrido, para, después de unos metros alcanzar la carretera. Estamos en el cruce de Jubera.


De lo que queda de ruta poco se puede contar, pues casi nada es reseñable.
Tras un nuevo tramo por la LR-261, abandonamos ésta para introducirnos por un camino parcelario, y a una velocidad constante dirigirnos de nuevo a Ventas Blancas.
Ya todo es favorable y nos presentamos en Murillo de nuevo sin comerlo ni beberlo, ya que por no molestar no molesta ni el aire.


Aquí tenemos el último abandono del día, Pedro que viene arrastrando molestias en su rodilla desde hace algunos Km. nos deja, ya que es de aquí y tiene casa, por lo que no tiene que seguir sufriendo.
Los demás salimos del pueblo por la cuesta del Perchas, para coger la sendita de la curva y enfilar desde aquí el camino hasta Alberite rodando a buen ritmo.




Esto se acaba, a Logroño, unos a almorzar y otros para casa.

Salud y esperanza,
Barrancas.

P.D. si he omitido algún pasaje de esta bonita ruta, lo siento. Mi memoria de jubilado no da para más.




4 comentarios:

vitinbtt dijo...

Buena crónica Ricardo, extensa y bien redactada, se puede saber perfectamente lo que hicimos.
Una ruta larga y dura aunque los que vamos con motor no lo apreciamos lo suficiente, también hay que decir que la hicimos sin él hace un par de años y el redactor de la ruta juraba en hebreo jejeje.
Ver esas minas es un auténtico regreso al pasado, aunque no hace tantos años que dejaron de funcionar es muy curioso verlas.

Miguel_Bike dijo...

Muy buena crónica, yo la hice al día siguiente y relatas muy bien el transcurrir de la ruta, claro que ir solo no tiene nada que ver con ir con la cuadrilla, una ruta larga pero que merece la pena, bonitas las vistas desde Peña Muro, la visita como dice Ricardo de la Rioja vacía, muy chula la senda a las minas de Jubera, que no las conocía, estupenda ruta.

Luis dijo...

Ricardo, leyendo tu crónica es casi como si hubiera estado con vosotros en la ruta. Lástima que me la perdí. Buen relato y buena mañana. Ahora, desde el asedio al que estamos sometidos, se aprecian mucho más estas gestas.

israelogro dijo...

Muy buena crónica Ricardo no merece menos está magnifica ruta. Deseando estoy de que podamos volver a disfrutar de estas buenas rutas y sus mejores almuerzos.