9 de febrero de 2019
Distancia: 60km
Desnivel acumulado: 884mt
IBPindex: 89
Crónica por Javi.
En esta ocasión, Víctor, Diego, Luis, David, Toño, Micael,
Miguel Melero, Jero, Felix, Miguel, Ricardo, Fran, Israel y un servido “Javi
para los amigos”, armados y pertrechados hasta los dientes con los enseres
necesarios para descubrir nuevas ínsulas nos disponemos cuan caballeros
entregados a la noble causa de la búsqueda de aventuras que reconcilien
nuestros ánimos y estrechen amistades.
Víctor retoma la actividad con el grupo después de unos días
de ausencia, viene con energías renovadas y nos ofrece la posibilidad de
realizar una nueva ruta por la zona de Ribafrecha o Frechuela tal como se
llamaba en tiempos de la reina doña Estefanía, viuda del rey García Sánchez III
de Pamplona. Al parecer ha encontrado para su propia gloria y la del grupo una
nueva ruta, más angosta y difícil con la pretensión de forjar un ejército de
imbatibles gladiadores.
La salida la hacemos como siempre hacia Alberite con
dirección a Rifafrecha para coger la cuesta de la sal, pero esta vez hacemos
una pequeña variante por un camino roto al principio y bastante técnico que se
coge en Ribafrecha según se pasa el puente de río dirección Ventas Blancas,
creo que alguno del grupo ya la había hecho, pero de bajada. Continuamos la
subida hasta llegar a la cuesta de la sal, nos quedamos todos alucinados por lo
bien que esta la subida, es sin duda una buena variante para cambiar la
habitual de siempre.
La mañana esta fría con mucha niebla, pero el calentón que
te pegas es de ¡AUPA! hasta llegar arriba.
Paramos para descansar, comemos algo y ajustamos el cambio
de Miguel. Continuamos por la pista de la derecha, esta zona sí que es nueva
para todos, al principio un poco empinado hasta llegar a una loma donde empieza
la bajada, que según Víctor a ese paraje le llaman Círculo Glacial.
La bajada
comienza muy mal donde más de uno nos dimos un buen susto, luego se convierte
en una buena bajada, llegamos a un punto cerca de la senda del Cardenal donde
las vistas son una delicia y aprovechamos para hacer alguna fotografía, la del
grupo y alguna otra más artística con la niebla abajo y con unos tímidos rayos
de sol. Es un punto bastante alto y hay y una bajada espectacular muy empinada
donde Félix hizo la proeza de bajarla llevándose un buen susto, sin embargo,
Dieguito dio muestras de habilidad, la bajo como cualquiera otra de modo que
hasta parecía fácil a vista de cualquier profano (es un crak).
Continuamos por la pista para entrar en la senda del
Cardenal. La senda esta como siempre, en el empiece muy mal, no obstante hay
una alternativa a la derecha que quita un tramo muy roto y continua en una
inclinada bajada donde no existe ningún problema (bueno a alguno le da un poco
de ¡YUYU¡). Estamos en Leza donde el trak de Víctor dice que en vez de subir al
pueblo hay que coger la orilla del río, cogemos por tanto un camino bien
marcado con una bajada de escalones de madera. Ricardo se patina y cae, se hace
daño, pero afortunadamente no pasa nada y continuamos la subida al pueblo para
divisar la Nevera y las bodegas situadas en el alto del pueblo “por cierto” muy
bien
restauradas, son muchas las veces que habíamos pasado por
estos parajes, pero no nos habíamos fijado o quizás no estaban tan arregladas.
Dejamos el pueblo y otra vez a la ribera del rio para llegar hasta el puente Laidiez
y continuar por el camino recién arreglado hasta Ribafrecha donde llamamos a
Pepón para decirle los que íbamos a ir a almorzar.
Hoy invitaba Micael por su cumpleaños, GRACIAS Micael, un
buen almuerzo, que sigas cumpliendo años y que sigamos celebrándolos.
De Ribafrecha por los caminos habituales a Alberite y a
continuación a Logroño. La jornada ha sido estupenda con varias partes de la
ruta que no conocíamos, una autentica gozada.
Resumiendo, un día perfecto y como siempre recordando que lo
realmente importante es la compañía, no olvidando que cuando entras en el
corazón de un amigo, no importa el logar que ocupes, lo importante es que nunca
salgas de ahí.
Hasta la próxima.