9 de septiembre de 2018
Distancia: 58km
Desnivel acumulado: 796mt
IBPindex: 43
Crónica por Luis I “El
Castigado”
Toño, Víctor, Pepón y
Luis.
Hoy ha sido una mañana
extraña, por varias razones: Ayer cayó el diluvio universal y, dicen las malas
lenguas (y “los que han tenido una noche muy larga”), que no ha parado de
llover hasta el amanecer. Hoy también era la btt de Nieva, a la que hemos mandado
varios efectivos a partirse el cobre. El resultado es que solo nos hemos
presentado 4 almas a las 7,30 en las bodegas Franco Españolas.
Los pocos que hemos osado
a levantarnos a las 6,30 hemos cruzado varios mensajes, todos invitaban a echar
la pisadetta de rigor y volverse a la cama. Como decía mi padre, excusas mil y
todas buenas, como las de Javi (cgd) e Isra. Uno ha tenido una larga noche
(para ir a andar en bici estoy cojo, pero al bar poquito a poco) y el otro
tiene un legionario viviendo en su rodilla.
Cuando llego al punto de
encuentro me topo de sopetón con la cúpula, que me miraba con desdén, ¿qué
chorra (riojanismo) haces aquí? Cuánto mejor si te hubieses quedado en la
cama…No me desanimo, llega Toño, con su natural alegría, y empezamos a dilucidar
qué hacer. Directos al bar, a casa, paseíto…Impera el sentido común y decidimos
ir a dar un paseo con la clara intención de abrir el apetito y poder almorzar
en condiciones.
Para los que habéis
optado por la cama he de deciros que os habéis equivocado, la temperatura era
perfecta, 18º, la humedad relativa del aire, 85%, el sol ha hecho acto de
presencia a su hora, con puntualidad inglesa. Los caminos, cómo son estos
vascos, qué bien los hacen, drenan el agua de una forma extraordinaria. Todo
perfecto.
Os preguntaréis dónde
hemos ido. No sé si me atrevo a contarlo, hemos hecho un pacto de caballeros
para no desvelar los inigualables parajes por los que hemos disfrutado de este
maravillosa mañana.
Bueno, antes de relataros
la ruta debería contaros las bondades de mis compañeros de ruta. Qué agradecido
es Pepón, le marcas la entrada y salta como un resorte, me recuerda a la caja
de madera que cuando la abres sale un muñeco catapultado por el muelle que
tiene debajo plegado. Da igual el tema, empieza a despotricar con ese vozarrón
que Dios le ha dado y te alegra la mañana. La verdad es que no hemos parado de
reír.
Víctor aún estaba un poco
“mosquis” por el plantón que le dimos el viernes. 18 personas y ninguno lo vio
partir hacia la casa rural de Daroca. Le hemos explicado que le cantaba el ala
y no sabíamos cómo darle el esquinazo, pero no sé si se ha quedado satisfecho
con nuestras explicaciones.
Respecto a “Port” no ha
dado una guerra, no se ha caído ni ha roto nada, lo único que ha hecho es
meternos en la subida, haciendo honor a su mote.
Estando de vacaciones en
Nebraska, entré en un bar cuya especialidad eran los huevos fritos con patatas
y jamón, a un precio cojonudo. Era una tranquila mañana de domingo y el bar
estaba a medio gas. En esto que entra un oso y se pide la especialidad de la
casa. El dueño del local, un ex jugador profesional de fútbol, con los ojos
como platos le sirve la comanda y decide meterle una clavada de la hostia. Y
así, por entablar conversación le dice:
-
Pocos osos se
ven por aquí…
-
…Y menos que
se van a ver, a 20 € los huevos con jamón, cabrones!!!
4 comentarios:
La crónica está graciosa, pero corta y sin explicar nada de lo que hicimos, ni tan siquiera las antenas a las que ascendimos con gran sufrimiento.
Por fin te animaste a almorzar no sin antes haber dejado los deberes hechos en casa el día anterior (todos los deberes, o eso dijiste). Con lo que sobró de los 20 euros tuvimos para el vermuth del sábado siguiente matrako.
Al final pudimos aprovechar el domingo después de caer "la de dios" la tarde anterior, una ruta que no pasará a la historia, ni por su dureza, ni por su belleza, ni por nada de nada, pero no nos manchamos y conocimos (algunos) esa carretera que va de Aguilar a Aras y que tanto ponderan los carreteros.
Ya se os ha metido el gusanillo de la carretera dentro de nada os veo con una flaca Antonio Andrés depilado de pies a cabeza y Pepon y vitin de jefes de fila tirando en los puertos a luis no le dejará la parienta comprarse otra bici así que le dejaré la mía a cambio de hacerme la plancha
Luis, perdona por la tardanza, he estado un poco líado. Buena crónica, no tiene muchas cosas ni es entretenida ni variada, pero no se le puede pedir otra cosa a una ruta de carreteros de mie...!!! La carretera es lo que tiene; mucha monotonía...
Menos mál que subimos a las antenas (menudo subidón y vaya descubrimiento del Visir!!!) Para el que no la conozca, altamente recomendable.
Acabamos, esos sí, de la mejor manera posible, a la manera de los Ordanzas, con un reconfortante almuerzo en el que contamos con la exótica presencia de Luis (por lo insólita), el cual debió realizar algún pacto con el diablo para poder sentarse con nosotros.
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