16 septiembre, 2014

Moncalvillo-Los Helechos (9 Ciclistas)



Distancia: 60km
Desnivel acumulado:1230mt
IBPindex: 93
Crónica por Jesús “Educador”

Bueno, pues toca otra crónica de domingo y este domingo la echamos en la senda de los helechos. Hay que reconocer que el nombre de esta senda si que esta bien puesto, mas que nada por los abundantes plantas asexuales de este tipo que encontramos en el transcurso de la misma. Esto no ocurre con otras sendas famosas, como la del áspero, o la del parkinson que evidentemente fueron bautizadas en un arrebato de picaresca lingüística que ya deberíamos haber dejado atrás un grupo serio y formal como somos los O.Rdanzas.

Y a pesar de lo bien puesto que esta este nombre se me ocurre algún otro calificativo relacionado con su pendiente de bajada que podríamos haber utilizado para referirnos a ella, como por ejemplo la senda de ¡no hay huevos a bajarla montado! Sin embargo y de una manera afortunada, esta vez la sensatez nos hizo ponerle un nombre adecuado.

Aprovechando que según Maldonado no amanecía hasta las 7:49, quedamos a las 7:30 en Las Gaunas, para que nadie nos pueda acusar de que no tenemos muchas luces. Con la fresca que hace echo en falta mi rebequita, pero no hay que preocuparse, para ir entrando en calor Víctor propone que subamos a Moncalvillo por la senda de los cohetes y por la pradera. Que atento es este muchacho.

La subida hasta Sorzano es contra todo pronostico tranquila y sosegada, tan solo un inconsciente como Toño intenta meterle la rueda a Santi (esto era en sentido figurado), y hace que vayan un poco mas a la gresca. Los demás no les hacemos ni caso.

Agua en Sorzano, senda de los cohetes y pradera cada uno como puede, esta semana ya es la segunda vez que subimos la praderita dichosa. Vamos llegando al abrevadero, comemos algo, reagrupamos y tiramos para arriba ya que hay que llegar hasta las antenas. A lo lejos vemos un OR, ¿será Juan que ha salido solo? No, es Tate que ha salido antes que los demás, y lo que nos cuesta cogerle. Volvemos a parar en la torre de vigilancia donde le pegamos cuatro gritos a un simpática guardabosques que desde lo alto de la torre nos cuenta un poco de su jornada laboral.

Vamos ya calentitos, sobretodo Víctor que no tiene su bici y hoy ha tenido que venir con la clásica. Como esta disfrutando de los momentos que ha pasado con esta bici.
Vamos calentitos y aun así hay que subir hasta las antenas, donde Pepe nos deja para marcharse por carretera, ya que tiene que irse a Cantabria. Esta por confirmar si esta preparando el Soplao, pero creo que de momento no le ha pedido habitación al tiito.

Pasamos la portilla y empezamos a bajar primero por pista muy rota, con muchas piedras donde Javi empieza a proferir improperios contra los frenos que monta su bici. Yo le confirmo que eso le pasa por comprar bicis de gama baja, que luego te salen rana. Aun así tendrá que pasar la ruta como pueda con riesgo de frenar con su cara.

Entramos ya en la senda propiamente dicha, que va cogiendo pendiente poco a poco, yo iba el primero hasta que veo que viene Santi por mi derecha al que dejo pasar gustosamente para que vaya reconociendo el terreno. Cuando veo que lo ha reconocido tan bien, tan bien que incluso ha acabado rodando sobre el, decido dejar mis arrebatos de descender para momentos mas apropiados, así como Toño que cuando me ve bajarme a mi decide bajarse de la bici de una forma poco ortodoxa (esto me ha obligado a ponerlo ya que juró y perjuró que el no se había caído).

El mas valiente fue Fernando Alcalá, hasta que se dio cuenta de que era imposible sujetar la bici ya que no se podía frenar con esa pendiente. Bajar esta pendiente es complicado incluso andando, así que vamos como podemos despacito y con cuidado. Después la senda se vuelve mucho mas noble y agradecida y detrás de Fernando bajamos a buen ritmo hasta el abrevadero, no sin que antes alguien me pida pañuelos para… se encontraba indispuesto (Javi creo que no te hicieron fotos).

Bajamos a Santa Coloma donde Tate nos propone volver por no se que camino que va por no se que dehesa, con todo el cariño que puedo demostrarle le digo amablemente que no.

Pista – Ventosa – Camino de Santiago (donde a Toño le caen regañinas por frenar) – Navarrete y Logroño a buen ritmo.

Echamos unas pintas, unas risas  y una tortilla, y con esto y un bizcocho hasta el domingo a las OCHO


3 comentarios:

vitinbtt dijo...

Buena crónica Jesús, pero deja de meterte con Toño que aunque se caiga lo está haciendo muy bien (ahora cae sin daños físicos ni mecánicos, de los mentales no se que decir)

Anónimo dijo...

Eso de sin daños mecánicos preguntaselo a los alemanes

El cronista

Toño Pleitos dijo...

Jesusín, Jesusete, Jesusillo ... Dado el lamentable estado de forma que exhibiste el Domigo, compruebo que todavía no has recuperado el riego en el cerebro y que tu sentido de realidad anda algo distorsionado (tal vez influya también tu inclinación antinatural hacia las pintas)por lo que no voy a entrar a rebatir las insensateces e incoherencias que has incluido en lo que llamas crónica y en el comentario de mas arriba.

En cuanto a lo de Víctor, sin comentarios ... las salidas de los domingos las vive leyendo las crónicas porque como va tan atrás no se entera de lo que pasa en el grupo.