13 diciembre, 2013

Dehesas y Montecillo (4 Ciclistas)



9 de diciembre de 2013

Distancia: 73km

Llegó la 3ª salida del fin de semana largo que hemos disfrutado, y… decepción, solo nos encontramos cuatro componentes de la “cuadrilla” en el lugar de costumbre y a la hora de costumbre. ¿Hoy no hay almuerzo? o ¿es que hace mucho frío?, seguramente casi todos habrán tenido sus motivos para la ausencia.
Cierto es que hay algún motivo justificable.
Mañana fría y oscura donde las haya, en la parrilla de salida David, Jero, Eduardo Elías y José Eugenio (que bonito nombre). 2º grados marcaba el termómetro y la niebla estaba echada con fuerza, con lo que la sensación era todavía más gélida. Destino… el viernes fuimos dirección Clavijo, el domingo dirección Moncalvillo, así que hoy tocaba dirección… para todos los lados.

Salimos hacia la Grajera con destino a Navarrete, de allí nos encaminamos a la dehesa de Hornos y en el cruce de Daroca, Eduardo se desvió para Medrano pues no tenía tiempo para hacer más ruta, ya que según nos dijo, la familia le esperaba con el propósito de pasar el día en la feria de Santo Domingo. Fotos de “casi grupo” (de grupo entero no podíamos ya que el móvil de David no se sostiene solo). No quedó mas remedio que hacérnoslas de tres en tres componentes, y que guapos hemos salido todos.


Nos despedimos y continuamos hacia arriba para darle la vuelta a los tres bucles que solemos hacer en esa zona, por cierto que en la última cuestita hubo alguna repetición por parte de un pertinaz biker para lograr su culminación sin poner el pié.
De allí nos dirigimos sin ningún tipo de referencias visuales ya que la niebla era tan espesa que no nos lo permitía, hacia la cola del embalse de Valbornedo, lo bordeamos por la izquierda haciendo la corta sendita del pinar, y rebasada la presa nos encaminamos a la antigua carretera de Burgos tomando el cruce de la dehesa de Navarrete. Subimos por el centro de la viña al camino principal, y a la cumbre por la subida de la derecha que es la más sencilla.


 Una vez arriba cogimos la bajada de la ruta 18 y con algo de precaución por el estado resbaladizo del terreno a causa de la niebla, salimos al camino que se dirige directo a Cenicero.

 Avituallamiento sólido y líquido, alguna foto en la que podéis observar la “belleza de los paisajes”, y después de guardarse las gafas David que no tienen limpiaparabrisas y no cumplían la misión de mejorar su visión, con más frío que otra cosa tomamos rumbo al llamado por nosotros “balconcillo de Cenicero”.
Subiéndolo nos acordamos de un osito pequeño y anaranjado que en su época de esplendor como ciclista, se ponía en cabeza en estas duras rampas, destrozando el pelotón cuando se celebraba la “perimetral” en estos lugares. Qué pena, que añoranzas, quién lo ha visto y quién lo ve… aunque ahora también se le valora como escritor y dibujante de comics de gran prestigio. David recordó aquellos avituallamientos en los que se detenía hasta una hora, poniéndose las botas de comer esperando a los componentes del lamentable, deplorable y penoso, extinto “Comando San Millán”. La verdad sea dicha, era una de las rutas organizadas en la que más disfrutábamos y más se aprovechaba la inscripción.

Terminamos de recorrer el balconcillo y bajamos tomando la dirección de Fuenmayor. Un poco antes de llegar al pueblo seguimos el cartel de “Peña Gorda” para hacer la senda que la recorre, la cual nos deja, normalmente, ver impresionantes vistas desde su vertical ladera, no fue hoy el caso. Atravesamos la viña en la que Alberto “Solera” desvirgó su Orbea en el barro, ya no volvió a ser la misma, como tantas veces recordó nuestro amigo Fernando “el mudo”, ( por cierto recupérate cuanto antes) y por el camino del canal cruzamos para coger otra vez ya de regreso la dirección de Navarrete.
 
Camino de Santiago y para casa, no sin antes rematar la mañana con la “cuesta del toro”, que hacía tiempo que no entrábamos y se merece que la recorramos más a menudo, sobre todo por el trabajo que desarrolló en ella, la lamentable, deplorable y penosa, extinta “Cuadrilla de la Melaza”. Demasiada flor de un día, que lastima.
Pasamos con precaución el parque de la Grajera y el gran Jero nos invitó a lavar las bicicletas en el gran lavadero que tiene en su casa.
Terminamos la mañana después de no pasar la temperatura a la llegada de 3º y sin almorzar esta vez, y sin que sirva de precedente, dimos por finalizada la ruta, 70 km. y para las 12.30h en casa, por cierto, ruta hermosa donde las haya aunque no se vio ni un paisaje en toda la jornada.
Recordamos que el próximo fin de semana iremos a poner el Belén. Si es posible a ver si sale alguien más porque si no, entre tan pocos no podremos llevar todas las figuritas y a alguna la tendremos que dejar en casa. Si alguien no puede salir por lesión o motivo parecido, el sábado en el Winnie’s pub, si quiere, se puede enterar del transcurrir de la ruta y si tiene a bien, nos puede llevar alguna vianda navideña como sucedía antaño, (cualquier tiempo pasado fue mejor) seguro que la peña lo agradecerá, para estas cosas ya se sabe que somos muy agradecidos.

Bueno ya está todo más o menos relatado y voy a aprovechar para despedirme como lo hacía el gran Preciado,
-Hasta mañana “CANALLAS”.
Un saludo.

5 comentarios:

vitinbtt dijo...

Una muy buena crónica por el gran Jose Eugenio (bonito nombre) y que razón tiene, cualquier tiempo pasado fue mejor.
Esperemos que alguno se anime a llevar algo a las palomeras para celebrar la navidad ;-))

Anónimo dijo...

gran cronica. como siempre.
salud.
Barrancas

israel dijo...

Muy buena crónica lástima haber faltado.

Javi Bar dijo...

Buena crónica Pepe cuando me toque ami ya sabes que te volverá a tocar he amigo!!!!!

Anónimo dijo...

Muy buena crónica ¿Seguro que hicimos todo lo que has escrito? y yo sin enterarme...¿Estás seguro que no pasamos cerca de Clavijo? Buena ruta y a ritmo moderado. Eso sí, mucha nenazas, como se notó que nadie invitaba a almorzar, tú si que vales Pepón.

El Pe