RUTA DE LA
MUERTE 2012. (12+1 CICLISTAS)
Viernes Santo
06 de abril de 2012
Distancia:
54km
Desnivel
acumulado: 1912mt
IBPindex: 166
CRÓNICA POR
PACO.
(12+1
CICLISTAS): David, Pepón, Santi, Mario, Ramón, José Luis, Juan, Ricardo,Marcelo, Javi, Víctor, Jesús y Paco.
RINGGGGG!!!!.
“Me cago en to..”, las 6:00 de la mañana. Si apenas he dormido. Va a llevar
razón mi mujer y estoy como una regadera. En fin, así es. Me levanto, un buen
desayuno y a los Golem. Hemos quedado con el grupo a las 7:00h, para hacer lo
que hemos bautizado con: la ruta de la muerte (vaya nombrecito para dar
ánimos).
Comenzamos la
ruta desde Anguiano. Son las 8:00h cuando ya estamos todos encima de nuestras
monturas, con absoluta puntualidad y con las ganas a tope, dispuestos a
disfrutar de una dura jornada en nuestro vicio favorito: la MTB. Avanzamos unos
metros por la carretera, para enseguida meternos por un camino a la izquierda.
Casi sin calentar y ya nos encontramos metidos en el monte, con la primera
subida no muy larga pero con algún tramo exigente. Salimos a un camino por el
que avanzaremos hasta llegar a Matute. Pasamos el pueblo y giramos a la
derecha. Una señal nos advierte: “zona inundable y bla, bla, bla ….”.
Efectivamente llegamos a un riachuelo donde unos ni se lo piensan y por medio
mitad!!. Otros deciden que es menos peligroso el paso por unas rocas puestas en
fila india y yo viendo a unos y otros, pues decido que si tengo que caerme, que
sea con clase y dignidad, desde mi bici, y no por un resbalón a pie. Primeras
bromas y vaciladas aparte, continuamos con la ruta y nos dirigimos hacía la
carretera asfaltada al lado de la cual discurre el río Tobía. Vamos subiendo
unos pocos kilómetros hasta coger una pista a mano izquierda donde comenzará la
primera subida seria del día.
SUBIDA A LA RENIEGA:
Comenzamos la
ascensión tranquilamente, cada uno a su ritmo y sin mayores problemas, la
pendiente es más o menos suave y el entorno pues una maravilla de hayedo con su
riachuelo y todo incluido. Enseguida vendrá el famoso y temido rampón del día: 1 Km. con una pendiente del
18%. Empezamos a subirlo varios a la vez, aunque enseguida me quedo más solo
que la una!!. Unos por delante y otros por detrás (cuidadito con las
interpretaciones de la frasecita), hacen que desde este punto hasta el final
vaya solito. Consigo subir sin bajar de la montura (que no es poco), y a
continuación sigue el calvario: otros 2Km al 12% (datos facilitados por nuestro
Boss).
La ascensión
termina en una pradera a unos 1500m de altitud, y no veáis como cuesta ese
tramo final con hierba (habrá videos de esto). Los primeros en llegar han
tenido tiempo hasta de sacarse alguna fotillo en algún nevero que quedaba y por
supuesto “animan” (por llamarlo de alguna forma) a los que vamos llegando en
últimas posiciones.
Tras
alimentarnos, bromear un poco y algunos jugar a la “silla la reina” (ahí lo
dejo, son como niños pero peor), comenzaremos el descenso. Nos ponemos ropa
porque a esa altitud hace bastante frío y el viento deja a más de uno helado. El
primer tramo mezcla pista y pradera para enseguida entrar en una senda que nos
llevaría durante toda la bajada hasta el monasterio de Valvanera. Durante un
buen rato la senda es bastante sencilla y sin apenas piedras que dificulten el
descenso. Incluso hay bastantes zonas con una estupenda alfombra verde.
Personalmente me resultó muy divertida y disfruté como un enano. Ya al final
nos encontramos algún tramo con rocas, y piedras sueltas lo suficientemente
grandes para que la mayoría echemos pie al suelo. En esta parte final ha
comenzado a llover y mientras esperamos a los últimos, nos entran dudas sobre
si hacer la segunda parte o no (por cuatro gotitas de NA!!!). En este punto el
“pe” nos recuerda que antes los OR era auténticos jabalíes, duros de roer, y
que nos estamos transformando en gatitos persas (no con esas palabras, pero por
no herir la sensibilidad de ningún colectivo hago una pequeña traducción). ¿Habrá
que cambiar el dibujito de la equipación?. Una vez en Valvanera bajamos hasta
el río y salimos a la carretera. Hacemos el tramo hasta el puente donde
comenzará la segunda ascensión del día: la Subida del Roñas.
SUBIDA DEL ROÑAS.
En este punto
nos abandonan Ricardo y Juan. Marcelo se lo piensa pero Pepón, con su
característica diplomacia, le convence sutilmente para que no complete la ruta.
Esta vez no hay susurros suaves y dulces por parte de David para asignar la
crónica, pero si una sonrisa de esas del malo de la peli, acompañadas de: “te
lo digo ahora o luego”. Pues eso que ya me lo esperaba, crónica para Paco.
Subimos todos
juntitos y enseguida el ritmo hace que Javi y yo aflojemos y nos quedemos
rezagados. El paisaje de nuevo espectacular, hayedo y riachuelo al margen derecho. Pasado un rato
Javi me da ánimos, “después de la curva a la izquierda, te cagas, veras que
subida”. Afortunadamente se equivoca y es a la tercera vez cuando acierta y llega
la susodicha curvita. Un poco antes pasamos con bastante cautela entre un
montón de vacas, con sus cuernazos y todo, la mar de monas (joder como se
arranque una de éstas, o nos monte, vete tú a saber). Nos reagrupamos en la
mencionada curva a la izquierda para comenzar con la parte más dura. Nos queda
1km al 10% , seguido de 2,7km al 13,5%.
Subimos como podemos. Las piernas van ya bastante castigadas y empieza a doler
todo. Casi en la parte final damos caza a Jesús, al que le ha entrado una pedazo pájara que ni
en las mejores discotecas. Llegamos arriba y vuelta a comer, que falta nos
hace. A Jesús le pega un tirón de esos de los que te acuerdas durante mucho
tiempo, en parte por lo que duelen y en
parte por lo que te vacilan los maricas de playa de tus amigos.
Superado ya
esto, comenzamos a bajar por una pista. Las vistas son espectaculares, todo el
valle con un desnivel de unos 800 metros y Anguiano al fondo. La primera
parte es sencilla y rápida, para a continuación entrar en un hayedo, donde el
terreno se complica y se vuelve más peligroso sobre todo por la acumulación de
barro de las últimas lluvias. Llegamos a Anguiano sobre las 13:35h, directos a
lavar las bicis y darnos una buena y merecida ducha.
A continuación
vendrá una parte dura de narices a la cual se nos suma Miguel Ángel: la
caparronada con bien de guindillas gentileza de Pepón. Ni que decir tiene que
algunos se ponen las botas, y otros con medio platito lo hacemos.
En fin, una
jornada totalmente recomendable, con buena compañía y la que espero repetir en
cuanto me sea posible. Sólo queda llegar a casa y que la parienta os deje una
buena siesta, sea comprensiva y a dormir, que no está el cuerpo para mas
alegrías. En cualquier caso, si no es así, decidle como si fuérais José Mota
aquello de: MAÑANAAAA!!!
FOTOS AQUI:
y AQUI:
7 comentarios:
Excelente crónica. La verdad es que lo pasamos de "MUERTE". A la "Avestruz Argentina" le vino bien volver por carretera así pudimos vacilarle en la comida.
Victor,no se llama "avestruz argentina",es mas correcto "ñandu".Y el muchacho de la crónica dice que él,medio plato, tendra valor,si se comió dos y con cartolas !que capacidad tiene para mover el plato grande¡
Si,si que andar no se pero a comer no hay quien "os" gane, ja,ja,ja.
Salud y suerte,
Barrancas.
Muy bien Paco, como llegues a andar igual o más de como comes, lo tenemos claro, aún me duele el estómago después de verte comer los dos platos de caparrones que te metiste...
El Pe
Un buen dia con una ruta muy exigente, una cojonuda comilona y en una muy buena compañia.
resultado Un dia perfecto!!!!
Super Mario
Buena Paco.....4 medios platos de c`parrones,manitas de cerdo,arroz con leche,etc...seras tragon.
La cronica de diez y el dia cojonudo..felicidades
Mon
La verdad que estuvo de p... madre. En cuanto pueda me apunto a otra. De momento acabo de llegar a Asturias a pasar unos días. La bici ni tocarla, pero de lo de comer estoy entrenando que no veas. Nos vemos pronto.
Saludos Paco.
Publicar un comentario