Fuenmayor - Antenas de Moncalvillo - Senda de las Neveras

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Juanan y François

Este domingo había quedado con mi vecino de Fuenmayor, Toño, para bajar por la Senda de las Neveras, ya que él todavía no la había recorrido. El sábado después de nuestra ruta mañanera, quedamos en que venía a buscarme el domingo a las 8h30 para subir a Moncalvillo y bajr por las neveras. Cuál fue mi sorpresa cuando al abrir la puerta del garaje en vez de encontrarme con Toño, estaba esperándome Juanan. Este me indica que mire mi móvil y entenderé porqué no está Toño.

Tenía un mensaje en el móvil de las cuatro de la mañana en el que Toño me explicaba que le había salido un plan y que esas ocasiones no están para desaprovecharlas, así que lamentablemente no me iba a acompañar.

Aclarado el tema, Juanan y yo decidimos hacer la ruta prevista y aprovechar así el estupendo día que nos iba a salir. Estaba el cielo sin una nube y el sol ya despuntaba por el horizonte. Nos dirigimos a buen ritmo a Navarrete, y digo a buen ritmo, porque tenía que estar de vuelta en casa a las 12h00. De Navarrete nos fuimos por el camino de Medrano hacia la Dehesa de Daroca. Sabía que los OR iban a andar esa mañana por la zona y tenía esperanza de encontrármelos, pero no fue así. Subimos la Dehesa de Daroca y bajamos hacia la carretera entre Daroca y Hornos de Moncalvillo por la senda que este verano me enseñaron los OR. La senda está cada vez más limpia de piedras sueltas y bajarla ahora es un placer.

Al llegar a la carretera, la cruzamos en dirección a un nuevo merendero que han montado los de Daroca y que se ve desde la carretera. De ahí seguimos por el bosque en dirección al camino en subida que nos llevará un poco más arriba del paso canadiense de la carretera de subida a Moncalvillo.

Esta subida estaba preciosa. Todo el bosque de otoño, con las hojas secas por el suelo, que íbamos pisando y haciendo crujir con nuestras ruedas. Justo antes de llegar a la valla con el paso de hombre, nos desviamos hacia la derecha para ver el nacedero con cascada incluida de un arroyo del cual desconozco el nombre.

Volvemos a la carretera de subida a Moncalvillo y la subimos hasta llegar al empalme a la izquierda con el camino que va hacia la torre de vigilancia. La subida por carretera se hace dura y me es imposible abandonar el plato pequeño para abordarla. Durante un breve momento noté una bajada de pulsaciones por minuto, que corroboré con el pulsómetro: Estaba a 120 ppm en plena subida, cuando lo normal era estar en 150 ppm. Esto me indicaba que me estaban empezando a fallar las fuerza y que en breve debería repostar.

Al llegar a la torre de vigilancia, con el deber de la subida cumplido, paramos a comer una manzana y disfrutar de las bellas vistas desde aquella altura.

A partir de ahora quedaba lo más bonito de la jornada: la bajada por la Senda de las Neveras. La he bajado en varias épocas, incluido el frío invierno de febrero con nieve, y os puedo asegurar que esta es la mejor estación para bajarla. Toda la senda se halla recubierta de hojas, y aunque un poco peligroso, porque se esconden todas las piedras y ramas que quedan debajo y acechan cómo trampas, la estampa es de las más bonitas que recuerdo.

Al llegar al tramo con bosque de pinos nos encontramos con una reunión de amanitas muscarias, que tuvieron la paciencia de estarse quietas para la foto.

Bajada hasta Sotés y desde allí vuelta a Fuenmayor por Navarrete.

Fueron 45 km de pedaleo a buen ritmo y como prometido ante la familia, a las 12h00 estaba en casita listo para preparar la comida del domingo.

El día anterior, con Toño, habíamos hecho la misma subida pero al llegar a la carretera, bajamos por el camino hacia Santa Coloma, Ventosa y Fuenmayor. Ese día nos salieron 55 km, aunque fueron menos exigentes que la subida hasta las antenas de Moncalvillo. Moncalvillo es mucho Moncalvillo.

Las fotos están en el siguiente enlace: Fotos