12 marzo, 2022

Panzares-Moncalvillo-Senda de las neveras de Daroca (4 Ciclistas)



 


27 de febrero de 2022

Distancia: 65km

Desnivel acumulado: 1250mt

IBPindex: 109




Track en wikiloc

Crónica por Pepón



Pepe, Toño, Israel y Vitín



CUANDO UN HIPOTENUSO MIDE MENOS QUE DOS CATETOS






Vaya sorpresa, el amanecer nos depara una jornada marcada por la lluvia. No entraba en los pronósticos que este domingo apareciera el terreno mojado, pero al cerciorarme de que era más bien una borrasca pasajera decidí ponerme manos a la obra y sin más dilación subí al trastero a ponerme la indumentaria y coger la bici para después de tomar un cafecito presentarme en Las Gaunas con puntualidad ferroviaria.

¿Qué ocurre? ¿Pero qué está pasando? No acude nadie a la acostumbrada citación, si son apenas cuatro gotas. ¡Por dios! ¿Cuál es nuestro destino? Si alguien se había propuesto algo, a fe que lo ha conseguido.

-Divide y vencerás. (Julio Cesar)



Después de dar el tiempo de gentileza y abrazar mi soledad, enfilé por el camino viejo de Alberite con la intención de cumplir con la ruta que el sábado marcó Vitín en el tradicional vermut en Winnie’s pub.

Me dio tiempo mientras subía por la Vía Romana de saborear el hermoso paisaje que ofrecía una tan añorada jornada de vivificante lluvia como diría el otro, y de disfrutar de la productiva soledad del ciclista que tanto enriquece la mente pues te hace soñar y pensar con bonitas situaciones que para nada en grupo las puedes encontrar.




Al ir a marcar el primer waypoint de la mañana al inicio de la Senda de los Pescadores cuál fue mi sorpresa pues aparecieron de la nada el residual “Patinetas” y en breves segundos los también residuales “Suenaespaldas y el Visir”.

No me extrañó que me alcanzaran pues de todos es sabido cómo anda el Pati y teniendo en cuenta además que los otros dos son de la E.L.O. (Electric light orchestra) la distancia tiempo no es un problema para ellos.




Ya éramos cuatro componentes y estalló la tormenta de chorradas a las que estamos acostumbrados cuando somos multitud. Como si de un guion Berlanguiano se tratara empezaron las afirmaciones, negaciones y discrepancias.

- Que si sí que si no, que si 8 que si 8.05.

Surrealismo puro y duro, sino alguien quizás podría decir el motivo por el que “el Patinetas” no se cansa de decir:

- Yo no digo nada pues partir de ahora voy a ser buena persona y voy a tener un acaramelado carácter.

(Algo está tramando el raposo si no al tiempo)




¿Por qué “el Visir” niega hasta la fe de Cristo para defender su impuntualidad y porfía para quedar siempre flotando como aceite sobre agua? A nadie le puede extrañar su tardanza teniendo en cuenta la novedosa afición que le ha cogido al cuadradito de colorines. Si continúa con esa condición bien seguro puede tener que cuando sucumba no se va a ganar a las 72 doncellas vírgenes que su Dios le tiene asignadas en su ansiado paraíso.





Y bueno…” el Suenaespaldas” ni está ni se le espera. Ahora entiendo el porqué nos lo cedió gratuitamente él avispado “Jaba”. Parece un ente subido en una programada moto que asciende y desciende cual jinete pálido que se tercie. Este domingo si no tiene la necesidad de comer y cagar te lo llevas a casa lo pones en el mueble del salón y a fe que hasta te adorna la morada, menuda mañanita nos dio el voluntarioso muchacho.




Entre risas y jaleos llegamos a Panzares y a partir de aquí se acabaron las discrepancias. Una opinión unánime se apropió del cuarteto y esta no fue otra simplemente nada más que la de que a partir de este momento nos íbamos a pegar una soba, sobre todo los pulmonares, de las que no olvidan. Descalabrados llegamos hasta la cima recorriendo una infinita cuesta que nos hace siempre dar hasta la hiel para culminar.






En este punto de la cumbre era el momento de tomar la hipotenusa que da título a la crónica. Para ello debíamos de abrir otra portilla y como no podía ser de otra manera la tuvieron que abrir los mismos pues nuestro jinete pálido no desmonta hasta que lo sientas a comer, parece el espíritu de la golosina.

Rápidamente recorrimos la cumbre para dirigirnos a la Senda de la Nevera de Daroca no sin antes el Visir deleitarnos con una lección de escalada libre digna de un verdadero especialista. Que tremendo cuerpo especial se ha perdido el GAR, aunque ya el Jero está moviendo los hilos para hacerle el papeleo e incorporarlo cuanto antes, aunque mucho me temo que los problemas de nacionalización den al traste con su intención, hay que tener en cuenta que la benemérita no es como la legión y en ella solo se aceptan miembros con pasaporte español.





Debíamos de recorrer la senda y el camino de las Nenas y temíamos que la cantidad de árboles caídos por los pasados huracanes no nos dejaran pasar con comodidad, pero nuestra sorpresa fue el ver que ya había actuado la cuadrilla de la motosierra para dejar todo en muy buenas condiciones.





Y ya a la fuente de Moncalvillo para con tranquilidad descender hasta situarnos en la bonita pradera que nos coloca en Daroca. Iba por delante y avisé de que se aproximaba un ciclista en contra, para nuestra sorpresa resultó ser el también residual sargento Vera. El jodido al ver en la madrugada el suelito mojado y por tener todavía reminiscencias de carretero no era dueño de su cuerpo, y sin poder controlarlo este lo dirigió como poseído hacia la cama y esa situación y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid se quedó a hacer ciclismo bajo techo también llamado ciclismo indoor, a saber, los puertos que se ventiló el gran escalador.

A partir de Daroca salimos como las mulas cuando vuelven del campo en busca del almuerzo concertado por nuestro ciclista bajo techo en la víspera y subimos la cuestita del 16% como si en la cima estuviera el mismísimo premio de la montaña. Ya teníamos las piernas cansadas y los estómagos vacíos y las ganas de sentarnos en una mesa, bueno yo no me senté, nos llevaban como zombis a la meta.





Objetivo cumplido y para las 13 horas a embuchar.

Y esto fue más o menos lo que aconteció en una gran jornada, un poco deslavazada quizás por lo incierto del amanecer, pero que mereció mucho la pena.

Recordar que poseemos el incunable calificado en su día como tercer mejor libro de rutas de la Península Ibérica y que podéis disfrutarlo tan solo con acudir los domingos y festivos a las Gaunas a las 8 de la mañana, siempre habrá alguien allí.




Y solo me queda despedirme como siempre lo hago parafraseando al gran Manolo Preciado:

-Hasta mañana…canallas.


FOTOS AQUÍ:


1 comentario:

vitinbtt dijo...

Muy buena crónica Pepito, da gusto leerte y además sabiendo lo que te costó hacerla.
Otra gran ruta ya que la subida de Panzares al Serradero es de las duras (bueno, para los pulmonares, nosotros los de la "moto" ni nos enteramos)
El monte está destrozado, muchísimos árboles caídos, espero que los limpien rápido ya que eso en verano será gasolina.