27 diciembre, 2021

A Zenzano y más allá (6 Ciclistas)


 

Medio Zenzano y más allá.

24 de diciembre de 2021

Distancia: 64km

Desnivel acumulado: 1214mt

IBPindex: 81



TRACK EN WIKILOC

Crónica by Miguel Ángel

 


Son las ocho menos dos minutos y me encuentro solo en la gasolinera de Las Gaunas, no había nadie, lo que me hizo pensar por un momento que la quedada se había suspendido, pero fue un espejismo, tres minutos más tarde aparecieron de repente todos los componentes que realizaremos la ruta del día de Noche Buena.





Pepón, Toño, Luis, Javi, Mikael y un servidor Miguel Ángel.



Como es una vieja costumbre en el grupo haremos  la ruta de casi Zenzano, o eso era lo que creíamos todos en un principio pero no adelantemos acontecimientos.

Como la ruta está más que realizada y sin esperar un segundo más iniciamos la marcha, Pepón hace las veces de guía ya que siempre impone su granito de arena y serenidad en la ruta.




Los caminos han ido acumulando agua de la humedad de tantos días de niebla, así que después de Alberite encontramos barro, pero tenemos cierta suerte ya que el camino hace poco que lo han arreglado y está bastante compacto, la cosa cambia cuando el camino pasa al término de Ribafrecha que no está tan arreglado.

A los 18 kilómetros llegamos al puente Laidiez,  en la hora y media que llevamos de recorrido ya sabemos que no nos quedamos a almorzar después de la ruta, unos por el bicho otros porque tienen otras labores caseras, en fin.




En este mismo punto también hacemos la foto de grupo, Javi nos lo recordó y posamos un par de veces ya que la primera captura salió un poco mal, bueno será que somos así de feos.

El camino de la cuesta de la sal no está mal, el que está mal es Mikael que se apoderó de la última posición y no la soltó.

Dos kilómetros más tarde Javi hizo de dama de llaves y nos abrió la portilla antes de la gran pendiente que nos viene, a los eléctricos no nos influye ya que no hay repechos para nosotros, Mikael sigue atrás ¿no?, si pero ahí baja su tío Luis en su busca.






Después de este fuerte repecho y a la espera de tío y sobrino, vamos reponiendo fuerzas con lo que llevamos encima, unos  fruta, otros barritas, vaya hoy no hay emparedado.

Javi  nos recuerda otra vez la foto de grupo, en fin es mejor haber estado para ver mis pericias para mantener la bici y el móvil fijos para sacar una instantánea, en esto que Pepón no me hizo una instantánea, sino que me hizo un vídeo, qué horror, si parezco  Ussain Bold cogiendo velocidad, una medalla no ganaré pero nos echamos unas buenas carcajadas.



A las Diez menos diez de la mañana, Luis el hombre para el que siempre hay un reto,  tiene la idea de alargar la ruta hasta Zenzano ya que no hay almuerzo ni prisa para volver, en ese momento  a Mikael se le nubló la vista más que la niebla que íbamos a atravesar y Toño, el hombre sin fin asintió que era buena idea.

Los demás también asentamos afirmativamente, Javi  como siempre va en eco no tiene problemas de autonomía, yo un poco más preocupado porque las rayas de la batería han bajado  demasiado rápido y a Pepe el hombre que todavía le dan repelús las eléctricas, tiene fuerzas para eso y mucho más.




Atravesamos la densa niebla hasta situarnos por encima de ella, cuando llegamos a una especie de balcón, paramos a tomar unas instantáneas del valle cubierto por la niebla, cuando arrancamos los seis componentes de la ruta, Javi  nos advierte que no nos hemos hecho la foto de grupo.




En el trayecto se observan unas sendas bastante empinadas que acortan las curvas que hace el camino principal, en una de ellas arrancan con una furia desmesurada , Toño, Luis y Javi, éste último como va siempre en eco hace el gran tapón del día.

Cuando llevamos 24 km de la ruta y son las Diez y cuarto de la mañana, Mikael con pena, nos abandona en el paso canadiense para coger la carretera de Ribafrecha por la cuesta de los almendros y regresar a casa.

Con un componente menos seguimos el ascenso hasta el paso canadiense del alto de la Nevera que se encuentra a 1.154 metros de altura, a las Once menos cuarto de la mañana y llevamos  27 km, Pepe propone seguir un poco más adelante para bajar por la dolina La Covaza como así hicimos.





Para llegar a ella pasamos por un sendero corto pero con una fuerte pendiente que nos hizo empujar con más o menos fuerza nuestras monturas,  después de descender un poco, con el fondo de la dolina y por consejo de Javi nos hacemos otra foto de grupo, con el consiguiente video.






Proseguimos el descenso por la estela de una desdibujada senda, en la que Toño nos deleitó con un invertido que no tuvo mayor consecuencia por lo limpio de su aterrizaje, en la parte baja de la senda y antes de dirigirnos a Zenzano, Pepe indica de la existencia de una aldea abandonada, se trata de Villanueva de San Prudencio  que se encuentra a un kilómetro escaso de nuestra situación, así que dada la cercanía de la aldea nos dirigimos hacia ella.

Ante la inexistencia de un acceso por camino, sendero o similar para llegar buscamos por el monte la zona más ciclable.




Total que estamos en la mitad de la ruta, lo que iba a ser una media ruta se ha ido convirtiendo en rutón, todavía no se ven signos de cansancio entre los cinco componentes que somos, pero yo ya empiezo a temer el regreso, no tengo ni idea de cómo lo voy a afrontar  con apenas dos rayitas de batería y mis débiles piernas.

Lo primero que encontramos son las ruinas de la ermita de Los Frailes, rebautizada como Toño San Patinetas, aquí también nos vimos abducidos por la recomendación de Javi con el consiguiente vídeo de mi postureo para hacernos la foto grupal.




A las Once y cuarto de la mañana y quedando más de 30 km para llegar a Logroño, partimos desde Villanueva de San Prudencio por la pista en principio a Zenzano para proseguir el descenso y sin apenas visibilidad, por la densísima niebla por el desvencijado asfalto hasta el cruce con la carretera de Ribafrecha.

Debido a la densa niebla que apenas nos dejaba ver unos pocos metros por delante, en el trayecto a Murillo por camino y sorteando algún que otro barrizal nos fuimos apoyando  del track del GPS.





En el trayecto de Murillo a Albelda el cansancio del grupo se reflejaba en la cara de Luis, yo me iba quedando atrás, tenía que guardar la batería restante para las leves pendientes que parecen montañas con una eléctrica apagada.

Con éxito llegamos a Logroño a la Una de la tarde después de 61 km, o sea medio Zenzano y más allá, Pepón, Javi, Toño y yo finalizamos la ruta en el Nebraska y lo que iba a ser una cerveza y un pincho se convirtió en medio almuerzo con café incluido.

De esta manera, andando en bici por los montes del Señor, nos deseamos y os deseamos Feliz Navidad y que paséis unas muy buenas fiestas.

 Feliz Navidad.

https://photos.app.goo.gl/zub1RqXoH3ohDcY2A

 

 

5 comentarios:

vitinbtt dijo...

Muy buena crónica Miguel Angel y muy buena ruta, no pude ir pero me acordé mucho de vosotros ¡¡que envidia!!

Luis dijo...

Buena crónica

Miguel dijo...

Una expresión que aprendí en este grupo y que me sucede mucho. Iba más jodido que el arroz🤣🙈

Pepón dijo...

Buena crónica Miguelón y lo que es mejor entregada con rapidez que es muy digno de valorar, para que tomen nota algunos miembros de la residual cuadrilla que se demoran demasiado siempre para lo que les interesa.
Me pareció bonito visitar de nuevo Villanueva de San Prudencio y más teniendo en cuenta que alguno de los participantes en la ruta no sabía de su ubicación y no imaginaban ni por lo más remoto que allí se encontraba dicho despoblado.
Ahh Miguel Ángel, que te quede claro que Pepe no impone sino que ante la duda y la ambigüedad de la que hacéis gala propone casi siempre una rápida alternativa, a veces con mayor suerte que otra, la cual tantas veces nos ha sacado de muchos atolladeros, "espantarrifas no confundas los términos".
Otra gran jornada y van...

Anónimo dijo...

Como te la preparo el amigo Pepón, seguro que todavía se esta desco........
Buena ruta os tirásteis.
Salud y esperanza,
Barrancas.