04 noviembre, 2020

Senda del Gruñon-Montecillo de Cenicero (6 Ciclistas)

 

DEHESA DE NAVARRETE  Y MONTECILLO DE CENICERO

12 de octubre de 2020

Distancia:  56kms                         

Desnivel: 998 m.

IBPindex: 65






Crónica por Edu “Ayuntamiento”                       



Seis toros seis: Victor, Pepe, Javi, Toño, Isra y EduardoG.




Lunes atípico con motivo de la celebración de la fiesta de Moros y Cristianos, unos porque rememoran el descubrimiento de América, y los otros porque fueron expulsados del Al-andalus. Para centrarnos,  que es festivo y toca salida oficial de la cuadrilla, y  como día de la hispanidad felicitar al Cuerpo y a todas las Mari Pilis del grupo. 




El día anterior la salida había sido exigente, por las sendas del León Dormido, que sumado a que era puente, contribuyó a que la convocatoria no fuera muy multitudinaria. Antes de las ocho de la mañana ya estaba Bartolo en la gasolinera de las Gaunas, triste por la derrota del Sporting ante su eterno rival, hasta que llegue, seguidamente apareció  Pepe, y juntos Victor, Toño e Isra. En ese momento Pepe sin mirar el reloj dijo, vámonos pronto, no vaya a ser que venga alguno más, y ya estamos seis.




Estaba amaneciendo y la mañana venía fresquita, con nueve grados y el cielo encapotado, las previsiones eran de poco calor y mucho aire, con indicios de agua a media mañana, o sea un planazo para quedarse en la cama, aunque para algunos eso ni se contempla.

Una vez retiradas las mascarillas obligatorias nos dirigimos dirección a la Dehesa de Navarrete, parecía más una tarde de miércoles que una mañana de domingo, al fin al cabo un día tranquilito nos venía bien a todos, unos por exceso de kms y otros por defecto.




En el grupo había paridad,  tres eléctricos y tres pulmonares, por lo que las fuerzas estaban equilibradas, no obstante el ritmo fue amigo y prácticamente toda la mañana fuimos agrupados. De camino pasamos por el cortijo de Tate, recordando que le tocaba trabajar, aunque igual todavía podía estar en la cama, ya que para eso es el jefe, luego sabríamos que estaba en faena desde mucho antes.

Nos dirigimos hacia la Grajera por el precioso y cómodo nuevo camino, ejecutado por el Ayuntamiento, pasado el pantano subimos al alto de la Grajera por la viña, las obras de la autovía nos obligaron a coger el camino Santiago hasta Navarrete. Luego carretera y sin parar en la fuente empezamos a subir a la Dehesa de Navarrete, se decidió subir por la derecha de la viña ya que igual había menos barro, aunque el patinetas no pudo aguantarse sin echar pie al barro en la rampita antes de llegar a la pista.





Curiosamente por evitar barro la pista hasta arriba, donde llegue el último,  Pepe me estaba esperando para decirme “no pares, que vamos ya”, y Yincana por todos los caminos de la meseta hasta bajar por la senda Calidad, antes del final de la senda conectamos con la pista en dirección a Cenicero, donde Vitín diviso un pequeño sendero a mano izquierda y junto a Pepón se decidió que era buen momento para explorar, una senda nueva en la Dehesa, parecía imposible, pero fuimos subiendo por ella, inicialmente muy bien y luego acarreando la bici entre árboles y bancadas de terreno hasta salir de nuevo a la senda calidad.

Con la emoción ya empezamos a querer bautizar este nuevo descubrimiento y Pepe con buenos modales y sutileza nos sugirió amablemente que mejor le dejáramos pensar, a él y solo él, el nombre de la nueva senda, aunque en esa fase el resto la habíamos bautizado como “la Senda del Gruñón” en reconocimiento a su mentor.






Una vez perfectamente marcada la hicimos de bajada que es mucho más agradecida, momento en el que me resbale “en parado” contra un pino cayendo de culo, ya en la pista empezó a orbayar,  pero se quedó en cuatro gotas, subimos pista hacia Cenicero y cogimos la senda de bajada que completamos todos montados hasta la parcelaria, con el comentario generalizado de que estaba muy noble y poco transitada, incluso el atajo que evita bajarse de la bici.

Ya en las afueras de Cenicero alguien propuso subir al montecillo de Cenicero, lo cual hicimos por una pista cómoda, una vez arriba llaneamos disfrutando de la vista de las viñas y los meandros del rio a nuestros pies, llegando al punto geofísico para sacar la fotito de rigor y degustación de viandas propias, incluso Toño repetía Plátano.






Con los deberes cumplidos vuelta por la pista junto al río dirección Fuenmayor, en esta subida asfaltada a Vitín le apetecía dar un rodero por la senda de la derecha pero el estómago de Pepe había entrado en barrena y no quería más aventuras.

Sin entrar en el Pueblo giro a la izquierda para pasar por el túnel del ferrocarril y a la orilla del Ebro camino del Cortijo, con parada obligatoria en la fuente de la Plaza para rellenar los botellines.

Salimos del Cortijo por el camino del depósito del agua, continuando por la senda, que Toño se empeñó en complicar subiendo por media ladera  hasta la trialera.






Raudos y veloces hasta el cruce de la perrera donde los más valientes se numeraron para el almuerzo y tras confirmar la comanda con Ossama, nos colocamos las mascarillas al divisar Logroño y como un tiro hasta el Nebraska.

En resumen una jornada sin grandes objetivos, pero con la virtud de poder disfrutar mejor de los paisajes otoñales de La Rioja, totalmente cicable, sin caídas, ni averías, con tiempo para la charlar durante la ruta, terminado la ruta con tablas pactadas entre el grupo propulsado y lo contrario.




Empezó como una mañana que no prometía, y al final lo pasamos genial, más de 60 kms y más de 1000 m. de desnivel, sin más secuelas que el dolor en la curcusilla que me durará algún día y la satisfacción de pasar en buena compañía otra mañana de bici de montaña.




FOTOS AQUÍ:

https://photos.app.goo.gl/3m5KXFeNVMMyEuc3A


3 comentarios:

vitinbtt dijo...

Muy buena crónica Edu.
Para ser una ruta de "estirar" piernas no estuvo nada mal, muchos kilómetros y bastante desnivel, pero descubrimos una senda que la tenemos que andar para que no se cierre y se marque bien, aunque ahora va a ser muy complicado,por lo menos para los que vivimos en Logroño.
Va a estar complicado salir con esto de los 6 por grupo y por el municipio de Logroño, al menos podremos andar en bici aunque sea en solitario, hay que aguantar y seguir las indicaciones por que la cosita está jodida.

Luis dijo...

Dos cosas no encajan, dices que no hubo caídas pero tú tocaste el suelo con el culo...La otra es lo complicado de ese camino bonito a La Grajera, ¿Ya lo has señalizado para saber qué camino es el nuestro?

israelogro dijo...

Pues no salió mal la vueltita y la senda del gruñón fue un descubrimiento bien bautizado qué vaya mañanita nos dio "el gruñón"