21 de junio de 2020
Distancia: 56km
Desnivel acumulado: 1.491m
EL PUERTO DEL TORO
COMO
DECÍAMOS AYER…
< Al fin y al cabo las situaciones suelen volver por su
cauce.>
Como casi todos los domingos se coloca la ruta a las 8 de la
mañana, esta vez en Bodegas Franco Españolas, pues hemos pasado en la crisis
del Covid 19 a la fase de nueva normalidad y ya podemos hacer deporte
desplazándonos a otras CCAA. Posiblemente llevábamos más de 3 meses sin poder
dar una vueltita por los preciosos montes de Sierra Cantabria y lo cierto es
que nos amaneció un día de los que raramente nos salen cuando vamos por esos
parajes en concreto. Pudimos observar en toda su plenitud la belleza de los
lugares que atravesamos y saboreamos los generosos sombríos que nos ofrecieron sus frondosos
hayedos.
Nos juntamos en el lugar de la cita:
“Patitas de perrito policía”, ”David Perrea”,
“Amargasendas”, “La Blasa”, “La Trini la sudores”, Iñaqui, “David Reventón”,
“Lamecunetas”, “Edu Ayuntamiento”, “Luis I el castigado”, “El Patinetas”,
“Jonathan y José Eugenio (que bonito nombre). Ahí me encontraba otra vez con mi
montura (que con lo vieja que es, la tengo más amortizada que José Luis Moreno
a Monchito) después de bastante tiempo de recuperación y lo cierto es que me
encontraba un poco nervioso y algo temeroso sobre el discurrir que iba a ofrecernos
la jornada, casi me creía un advenedizo. Durante el transcurso de la ruta se
unieron a ella dos voraces componentes del grupo de los Sagaces, “Santi ¿el
nuestro?” e Igor García, no sin antes haber remostado a un tercero que había
quedado con ellos sin tener ni un ápice de piedad con él, (que voraces son
estos Sagaces) por ahí lo dejaron tirado como una colilla.
- Coño como
echaba en falta el escribir el nombre de los corredores en el verdadero argot
ciclista, todo ello ya os podéis imaginar que es sin acritud.
A reseñar el detalle de un componente de la cuadrilla que
apareció con una bicicleta eléctrica pero prestada… ya no sabe que artimaña
utilizar para no cansarse haciendo deporte, aunque me da la sensación de que es
la misma que utiliza para no invitarnos a almorzar por su cumpleaños, esto es,
embaucar con sus buenas palabras a los que le rodean para conseguir sus
enmarañados propósitos. Bueno pero teniendo en cuenta que soy amigo suyo y solo
por ese motivo, me voy a callar el trato que le dio a la bella montura que le
prestaron y únicamente voy a destacar la bella sonrisa que lució durante toda la
mañana gracias a la ayuda del salvavidas al que se aferró llamado ECO.
Bien y después de saludarse, abrazarse, acariciarse,
tocarse, palparse y besarse con verdadero énfasis para darse los buenos días,
los participantes en el rutón de la jornada nos pusimos en marcha atravesando
el monte del Corvo para buscar después de un par de cuestones de galipo la
refrescante fuente de Viñaspre.
A destacar durante este tramo el clásico interrogatorio al
que somete el petardo de Luis cuando se quiere enterar de algún recorrido o
alguna rutita poco asimilada en su fructífera mollera. Esta vez le toco al
bueno de Iñaqui explicarle los alrededores de Colocobia y os podéis imaginar la
conclusión a la que llegaron. Nosotros pensamos que Luis se encontraba
mentalmente a unos 20km.del paciente Iñaqui, como decía Félix:
< Iñaqui, te
acompaño en el sentimiento y si te hacen falta Fernando Alcalá lleva
octalidones>
Por temor a quedarme muy descolgado ya que no las tenía
todas conmigo en cuanto a mi forma física pues ando más flojo que un puñado de
pelusa, las paradas procuré hacerlas muy cortitas y salía abriendo camino con
el ya clásico < yo voy tirando >, pero cuál fue mi sorpresa que los que
otros días hacían descansos interminables y se tiraban toda la mañana parados,
en esta fecha partían instantáneos detrás de mí como si fuera a llegar el
primero y me iría a comer todo el
almuerzo. Estos sinvergüenzones me daban menos ventaja que el árbitro al
equipo que juega contra el Real de Madrid.
El siguiente pueblo Cripán, y a partir de aquí la cosa ya
empieza a ponerse seria. Primero una rocosa senda y luego un recién arreglado
camino con un desnivel de cuidado nos llevaron hasta la zona frondosa de bosque
para tras una buena soba llegar al punto de cambio de vertiente. Los camaradas
se quejaban de la dureza del recorrido hasta que se dieron cuenta de que la
grandeza se encontraba en la monumentalidad de cada pedalada.En esta auténtica
dureza en la ruta siempre hay que tener en cuenta que para la mayor parte de
los compañeros que tienen bicicleta eléctrica el único esfuerzo personal
consiste en aguantase un pedo cuando van en grupo porque lo demás ya os lo
podéis imaginar, su única preocupación es mirar cuantas rayitas les marca la
moto.
Senda muy sombría y muy bonita hasta abajo por la vertiente
norte que se hizo sin percances y disfrutando de la bici como verdaderos
obsesos de éste deporte. Hay que reconocer que el buen tiempo nos dejo
divertirnos en la ruta en todo nuestro apogeo.
Nos quedaba a partir de aquí la prolongada última subida de
la andanza. Apenas en su comienzo dos caminos en el bosque divergían, recorrer
los dos no procedía y optamos por el menos transitado que saboreamos con
verdadero placer aun teniendo que hacer un esfuerzo extra pero mereció la pena.
La última zona de la subida es verdaderamente inciclable al 100%, curvas en
paella y rocas de buen pelo la hacen imposible. Siempre hay en el grupo algún
miembro que logra realizar verdaderas proezas subiendo pendientes dignas de
cabras montesas. Personalmente subí casi todo andando pero tuve la suerte de ir
detrás de “lamecunetas” y disfruté verdaderamente viéndole hacer cosas imposibles para la mayor
parte de los mortales, como dice Ossama < este muchacho es un gato>.
Una vez en la cima de la ruta, sobre los 1200m.,
aprovechamos para comer algo y hacernos las fotos de rigor en grupo sentándonos
cómodos sobre las rocas admirando la belleza de la zona patatera del lindo
paisaje Alavés. Ojo al dato, 21 de junio y todavía quedaban bombones del chino,
como podéis imaginar la peña dio buena cuenta de ellos, ¿son inagotables estas
exquisiteces?
Emprendimos todos el descenso con cuidado por los pedruscos
que lo inician, bueno todos menos ya os podéis imaginar quien, y al entrar en
la senda primera caidita de “amargasendas” encima en parado, al pobre se le
vence la moto y con lo que le pesa lo tira sin miramientos, dolorcito y
rasponazo que te crio.
La senda es realmente “acojonante”, bonita de verdad y sin
apenas pasos comprometidos. Los que se estrenaban en ella se quedaron
sorprendidos y totalmente satisfechos del entretenido descenso que ejecutamos
llegando hasta un ancho camino y con un gran desnivel que después de pasar por
el tentadero de la extinta ganadería de Hermanos Santamaría (ganadería que
incluso lidió en los Sanisidros madrileños) nos dejaba a las puertas de
Biasteri. Cogimos agua en su gasolinera y tras esperar un poco a que se
incorporasen dos miembros que subieron hacia el pueblo nos dirigimos por las
charcas de Carralogroño y Carravalseca en busca de la zona del Campillar.
La línea del recorrido que transcurre por ese lugar del
Campillar es un poco truño pues aparte de no aportar nada bello lo único que
nos hace es perder mucho tiempo y nos remosta por los repechones que tenemos
que hacer, que a las alturas que llevamos ya de ruta es lo que menos nos
apetece pues estamos ya deseando llegar a Logroño para almorzar. Conclusión, la
próxima vez que hagamos esa zona al llegar a la carretera nos iremos por ella
atravesando Assa y en frente de la bodega de Gerardo Viteri (los más antiguos
miembros de la cuadrilla ya la conocemos de sobra pues incluso llegamos en su
día a comprarle vino) tomaremos el camino que nos lleva sin dilación otra vez
hasta el Corvo. A reseñar en esa franja el incidente que perpetraron dos
insignes miembros Andanziles que llevo otra vez a dar con los huesillos en
tierra a un cabreado individuo al que no le cuadraba la situación desarrollada,
cierto es que en cuanto se enfrió el tema reflexionó y cambió su actitud
volviendo a ser el bendito personaje que es habitualmente. Al pobre le dolía
más la moral que la raspada rodilla que saco del incidente ya que a veces las
sonrisas duelen más que las puñaladas.
Ya en plena fraternidad continuamos hasta el Corvo donde un
desconocido paseante saludó efusivamente a los habituales sabatinos carreteros
que iban en el grupo. No llegue a entender porque estos se hicieron los orejas
y no le devolvieron el saludo… bueno ellos sabrán el porqué.
Una vez finalizada la aventura, y después de despedirnos de
algunos componentes de la cuadrilla, cruzamos Logroño de norte a sur para hacer
la dominical penitencia que llevamos a cabo en el bar Nebraska. Nos esperaba en
el templo para purgar también sus pecaditos nuestra referencia cupular Vitín,
el cual se nos lesionó hace unos días en una mano de tanto chocar el puño pues
ahora como son endureros no hacen nada más que saludarse con ese argot tan
guay.
Dando cuenta de todos los manjares que danzaron por la mesa
nos despedimos satisfechos por el gran domingo que disfrutamos.
Ya solo me queda despedirme de vosotros como hago
habitualmente cuando confeccionó una crónica, es decir, parafraseo al memorable
y expirado Manolo Preciado. El siempre se despedía con un cariñoso:
-Hasta mañana…canallas
5 comentarios:
Cómo siempre, gran crónica Pepe.
Se nota cuando se hace con ganas. Una gran alegría verte otra vez montado en tu máquina, haciéndonos sufrí.
Salud y esperanza,
Barrancas.
Buenísima crónica Pepe, se nota el interes que le pones, da gusto leerla, tiene un parecido a la del "Patitas de perro policía". Una pena perderme esa ruta (y las demás), pero es lo que toca y envidia lo que tengo...
Buena crónica Pepón!!! Ruta preciosa y dura qu se realizó a buenaa marcha y en inmejorable compañía. A pesar de las críticas a las eléctricas ha de reconocerse gracias a ellas los tiempos de espera en los reagrupamientos son menores y sobre todo -y lo más importante- que ha permitido a algunos de los componentes de la cuadrilla volver a disfrutar como enanos en cada salida.
Me alegro de tu reincorporación a la disciplina de grupo después de tus "vacaciones por prescripción facultativa" y me pregunto si tu vuelta tendrá algo que ver con la ausencia también por "prescripción facultativa" del Torpedo de Islamabad. A ver si os ponéis de acuerdo los copuleros!!!.
Pepón, has vuelto con poderío, repartiendo estopa a todo bicho viviente. Atisbo en el verso que me dedicas que en el fondo me aprecias. Yo también te quiero, Bribón. Bienvenido de vuelta. Ya era hora de poner orden en el grupo.
Qué casualidad, unicio la lectura de las crónicas atrasadas, empezando por la última, y me encuentro con este gran exponente del sainete satírico español.
Su autor, gran amigo, se había retirado pero vuelve con toda su fuerza habitual. Un apunte, no consigo saber quién cojones es la tal Blasa, pero seguro que es alguna nueva incorporacion que todavía no controlo. Pepe, me alegro mucho de tu regreso, pero haz el favor de devolverle la estaca a Gorgorito, que se la has dejado caliente...
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