18 septiembre, 2019

La Boquera-Leza-Ribafrecha (6 Ciclistas)



8 de septiembre de 2019
Distancia: 50km
Desnivel acumulado: 1213mt
IBPindex: 94


Crónica by Fran.

Este domingo el grupo estaba como el corazón de Alejandro Sanz; “partío”, una representación se iba a Nieva para hacer la prueba allí organizada mientras que otros nos quedábamos en Logroño con la esperanza de que alguien hubiese en la gasolinera…así que cuando a media tarde del sábado y después de unas pintas (según dijo él), Pepón mandó al wasap la convocatoria oficial, pudimos respirar más tranquilos, alguien habría en la gasolinera.
Como era de prever no nos juntamos muchos “eslabones”, que diría el “negro” de Javi, solamente dos pulmonares y cuatro uves: Pepón, Mikael, Ricardo, Javi, Félix y Fran.

Mientras la espera de cortesía por si aparece algún retardado, preguntamos al único miembro de la cúpula y a la vez organizador de la ruta que donde íbamos a ir, a lo que rápidamente y sin titubear contestó: “Al monte!!”.
Mikael insistió un poco más porque quería volver pronto a casa para atender sus quehaceres familiares y así supimos que íbamos a ir por la zona de Albelda y la ruta era inédita.

Con esa información y siguiendo los pasos de nuestro guía, nos ponemos en marcha por el camino viejo de Alberite, muy concurrido de cuadrillas de muchachas y muchachos que volvían de las fiestas de esa localidad.
Pasamos por la senda del Iregua y por la Vía Verde hasta Albelda donde nada más pasar el pueblo comenzamos a subir por el camino entre viñas que está junto a la bodega del cofrade.
Subimos todos juntos y en un cruce de caminos, giramos a la derecha para ir a buscar una senda que nunca la hemos hecho de subida. La entrada estaba un poco cerrada por las matas por lo que el guía se pasa y acabamos en una viña, media vuelta y a buscar la entrada con más atención. Ahí estaba, justo donde nos había parecido al pasar, la cogemos en fila de uno y Javi dice no se qué de las tripas y se va a parar para marcar el inicio de la senda, que vayamos tirando que enseguida nos coge. Como se nota que este hombre ha nacido y se ha criado entre vehículos de dos ruedas, nos fue pasando uno a uno para llegar hasta arriba sin despeinarse a 100ppm.


La senda, que creo que se llama el barranco de la Boquera, empieza ligeramente hacia arriba cubierta de hierba para ir convirtiéndose en una fuerte subida cubierta de piedras que poco a poco y cada uno como puede, vamos subiendo y subiendo y subiendo hasta salir al Cerro Valmayor donde hay un poste que indica varias direcciones. Mientras esperamos a estar todos arriba, aprovechamos para hacernos unas fotos y admirar el paisaje.




Ahora tenemos que ir hasta el helipuerto así que comenzamos a bajar hasta un cruce que va hacia Clavijo donde se despide Mikael y nosotros seguimos subiendo hasta la portilla que conduce al helipuerto, paramos para comer un poco y coger aire, poco tiempo porque según Pepón, que se ha quedado como único representante de las antiguas bicicletas, la ruta es de 90 km., queda mucho y hay que llegar a almorzar, aprovecha para meternos alguna pullita de si tendremos suficiente batería y cosas de esas…, no dijimos nada pero seguro que todos lo pensamos y algo nos notaría en la cara que comenzó a carcajearse y decir que ya era todo favorable y si no que pedaleásemos que el llevaba toda la mañana pedaleando. Este tiene más aguante que cualquier batería del mercado.

La siguiente parada será Leza, bajando por la Petaca, así que nos abrigamos y bajada rápida primero por la pradera que nos ofrecía una preciosa estampa llena de florecillas moradas que según los entendidos en botánica son las que anuncian el final del verano y por eso comúnmente las llaman “espantapastores” o “quitameriendas” pero su nombre científico es “Merendera bulbocodium”, o eso dice Google.

Una vez en Leza, entramos en el pueblo por el puente San Martin y paramos enfrente en una zona de recreo a coger agua y ver el vandalismo que han sufrido los bancos y mesas que hay allí.


Cruzamos por el pueblo para ir por la Ruta de las Ermitas, perteneciente a la Red de Anillos Ciclo-Montañeros en la Reserva de la Biosfera de La Rioja, un camino asfaltado paralelo al río Leza por el que descendemos hasta el Puente Laidiez que marca la frontera con Ribafrecha.
Estrenamos la senda que discurre paralela al río que la han transformado en un paseo encementado que nos deja en un plisplás en Ribafrecha para seguir hacia Alberite por los monótonos caminos por todos conocidos.  Casi llegando a Alberite nos sorprende un rebaño de vacas pastando los hierbajos de los laterales del camino como si estuviesen en Moncalvillo, será por el cambio climático o estaban segando con agricultura sostenible…

Ya de vuelta otra vez por el camino viejo de Alberite y como agradecimiento a tan magnífica ruta con la que nos obsequió y guió, dejamos que Pepón esprinte en el puente de la autopista y corone en primera posición.
Y para culminar esta espléndida mañana, nos fuimos los cinco a almorzar donde se nos unió Jorge Muro que no había ido ni a Nieva ni a la salida oficial y allí estuvimos contando historias y demás hasta que se acabó “El Afilador”.

Esto es todo para una inédita ruta que puede entrar a formar parte del Gran Libro de las Rutas.







4 comentarios:

vitinbtt dijo...

Fran aunque te costó hacerla, al menos está bien, pero no llegas a la excelencia del maestro Javier Bartolomeu.
Buena ruta con una subida (la Boquera) que es durísima aunque veo que de 6, 4 la subisteis montados hasta el final, por lo que no será para tanto.
Pobre Pepe llegaría al bar lleno de calambres, espasmos y con los pelos erizados, tanta electricidad a tu alrededor no puede ser buena.
Otra ruta para el "gran libro" y van.....

Anónimo dijo...

Muy bien descrita la ruta, por lo que no tengo nada más que añadir, Fran.
Otra gran mañana de mtb.
Salud y esperanza,
Barrancas.

Pepón dijo...

Muy buena crónica Fran, con chispa y gracejo, como debe de ser, ahora da gusto verte pulular por estos caminos de Dios sin la necesidad de tener que usar la repetidísima coletilla de "Faltafrán". Muchas cosas están cambiando en todos los sentidos. En esta ruta y en la anterior me he visto muy solo y rodeado de fenómenos motorizados, ya no se si ando mucho o poco...siempre voy el último. Pasamos una mañana genial culminada por un gran almuerzo hasta al que incluso se quedo Félix y se añadió Jorge el cual nos aventuró el día anterior que nos iba a acompañar en la ruta, bueno está visto donde nos hizo compañía el tragonazo.
Otra gran jornada y van...

Pepón dijo...

!Ahh¡ se me olvidaba. A Ricardo le encantó la subida y para el martes ya se fue a repetirla aunque esta vez cuesta abajo...como anda el tío, que facultades.