10 febrero, 2019

León dormido por Labraza (8 Ciclistas)



20 de enero de 2019
Distancia: 46km
Desnivel acumulado: 812mt
IBPindex: 78


Crónica by Jero

Dieguito, Diego “Buitre”, Luis, Pepón, Jero, Vitin, Toño y ¿Richi?.

Que ilusión volver a escribiros.
Esta vez sin "memes", solo letras y buenas intenciones aunque a medida que escribo y recuerdo me salen los demonios y una sonrisa picarona.
En esta particular historias el principio es el timbre de un despertador que a diferencia del resto de la semana, los domingos me hace recordar “los despertares de Isra”; sus gatitos, la tortuguita que no termina de salir, vestirse y encontrar a oscuras los calcetines marcados con izquierdo y derecho, sus idas y venidas del trastero al ascensor mientras saluda al vecindario. Hoy lo ha vuelto a clavar, aunque se despertó algo más tarde nos anunció -me dormí, ya no llego- eran las siete y media, hora más que sobrada para Fernando Alcalá o cualquiera con ganas de pedalear. Se ve que la noche le terminó confundiendo.

Esta mañana fría de enero salió llorona, falto compromiso, ya que solo fuimos un pequeño pero valiente grupo, eso sí, sin ganas de pelear por las metas volantes.
La salida fue desde las bodegas Franco Españolas y aunque resulte extraño Toño estaba presente a la hora de salir. Pepe tuvo la deferencia de recordarnos que alguien publicara la ruta por wikiloc, por si alguno se animaba a buscarnos al inicio o al final de la marcha. Santi estuvo muy a punto de salir pero no acudió.

La ruta la empezamos a ritmo suave dirección a Oyón, luego a Moreda y el barro no quiso ser protagonista por las parcelarias alavesas.
Por los caminos que nos llevan a Labraza, pasamos lista e intentamos justificar las ausencias. Hoy no será el caso, pero hay mañanas en las que los más trasnochadores nos sorprenden con su compromiso en la salida dominical. Ahí empiezan las conjeturas; Isra se quedó dormido, Alvaro con lo suyo y el lechazo, Félix estará feliz en la cama como David, Saúl esquiando por los Dolomitas, Winie subiendo la persiana del bar, el Vasquito que raro que no esté aquí, ¿Fernando... y este como que hoy no viene?, Javi con sus entrenos futbolísticos, otros porque son difuntos en vida, habrá quien aparezca a mitad de ruta y por ultimo también están los que tras ver la previsión del tiempo en el telediario de la noche ya no ponen el despertador.



A buen ritmo sin paradas intermedias, nos colocamos en la base de Labraza para subir por la pista hormigonada, siempre detrás de Toño y Diego de “Nieva”, las campanadas de las 9 nos dieron la bienvenida a esta villa amurallada. En la fuente junto a la iglesia reponemos agua, comemos algo y alguien advierte que -falta Fran-. Sin más dilación volvemos a la ruta que en este nuevo tramo iniciamos con el cuerpo húmedo de la última subida. Bajamos hasta unos corrales donde empezará lo realmente duro de la mañana (y no me refiero a la tortuguita de Isra) me refiero a una subida dura y larga de 5 km en el que pasaremos de 690mts hasta los 925mts en los aerogeneradores. De pronto surge el barro en nuestras ruedas, al punto de embozar el paso de la horquilla y embarrar la cadena y las roldanas del desviador. Pocos incidentes mecánicos pero arriba del todo mi rueda trasera se pinchó y me costó volverla a inflarla, gracias al inflador btwin de Luis consigo arreglar el problema. Hacemos la foto de grupo con los aerogeneradores y la niebla metida en el pinar dejándonos una estampa realmente bonita.




Justo después de la foto de grupo hacemos el Benny Hill que hay entre los molinos y la población y de paso hacemos nuestra labor social de la mañana limpiando de la senda un tronco de pino que nos cerraba el paso, al retirarlo casi aplastamos la bici naranja de Diego.



En la población nos abrigamos y bajamos con velocidad hasta encontrarnos con los del grupo “reventón” (un nutrido grupo que madruga poco y viste de naranja como nosotros). También vemos subir a una parejita; ella con eléctrica y el con un maquinón los dos conocidos de Diego “Nieva”. Y por último la aparición de Richi que no quiso madrugar y que nos acompañó hasta Logroño.


La gasolinera de Oyón nos venía de paso para lavar las bicis y devolverlas a los trasteros limpias y de paso recorrer Logroño para llegar al Nebraska donde ya nos esperaba Chuchi y una buena mesa para almorzar. Acudió Eduardo Bozalongo que también almorzó y Richi que venía a tomar el vermú.

Ya sabéis lo que se nos estira la lengua con unos vinos y el ceregumil. Pues sí ahí estuvimos con las capacidades personales de cada uno y solo tratando temas de importancia capital. Tenemos a un hombre rana del nivel de Michael pehelps al que no le caben las medallas en el cuello, lo que viene siendo “la trucha del Iregua” que ha retado al “pescadilla de Cádiz” a nadar en Lodosa la distancia de 50mts. Ya os podéis imaginar el ambiente que se prepara con estos alardes en caliente. El rato estuvo amenizado a mayores con los chistes del camarero y amigo de Pepe y las idas y venidas de Chuchi que conoce a mucha gente.
Y así como os he contado trascurrió la mañana de btt, no todo fue bici ni tampoco nos conformamos con solo el almuerzo. ¡Siempre buscando la plenitud!.


3 comentarios:

vitinbtt dijo...

Menudo nivel están cogiendo las crónicas, no sé si a todos os escribe un "negro". Muy buena Jero.
Día que empezó pasado por agua y que parecía que no íbamos a poder completarlo pedaleando, se arregló y hasta que no llegamos a la pista principal que sube desde Labraza casi no nos manchamos de barro, aunque hay que reconocer que ese kilómetro nos embarramos en condiciones.
Mucha disculpita para no salir, ese que dijo que en 35 minutos no le daba tiempo de llegar tiene mas cuento que Calleja.
"La trucha del Iregua" contra "La pescadilla de Cádiz" eso no me lo pierdo yo.

Luis dijo...

Jero no hacemos carrera contigo y con tus pinchazos. Vas a tener que cambiar de bici. Nos falta saber el nombre de la osada trucha del Iregua.

Toño Pleitos dijo...

Buena crónica Jerónimo!!! La verdad que no daba un duro por llegar a hacer más de 5 kilómetros ese domingo pero los astros se alinearon y nos permitieron gozar de una buena mañana y, como dice Vitín, sino llega a ser por ese fatídico kilometro antes de coger la senda cañero, hubiésemos completado la ruta casi sin manchar la bici.
La verdad es que hubo muchas ausencias y, en consecuencia, muchas disculpitas pero,aún no deseadas, no echamos a nadie en falta porque los que salimos formamos una cuadrilla de categoría, como se puede observar en la foto de grupo (en la que no figura Pepón. Habrá que descontarle una salida). Tampoco figura en la foto el ínclito Ricardo (cuartorutas) que acudió a nuestro encuentro para decirnos cual era el camino de casa y que no nos perdiéramos.
Luis, haber almorzado y no tendrías que preguntar.