08 mayo, 2018

Moncalvillo por Panzares - Barranco la turriente (10 ciclistas)




29 de abril de 2018 
Distancia total 68km
Desnivel acumulado: 1628
IBPindex: 134
Crónica por Tate

Luis Multacar, Dieguito, David El Pe, Tate, Igor Sanjuan, Tonho, Pepón, Rafa, Fer Alcalá, Edu ayunta.



Pido mil perdones por el retraso de la crónica. No suele ser mi costumbre, mas al contrario que
normalmente en cuanto acabamos la ruta ejecuto la obligación contraída con David.
Este finde, el siguiente a la fecha de la ruta, recibí un wasap de David recordándome
cariñosamente que no había recibido la crónica todavía, así que en cuanto he tenido un
momento libre, me he puesto a ello.
Domingo 28 Abril llego a las Gaunas, no teniendo muy claro si voy a ir a Trevijano en bici a ver
a la familia o ir a Moncalvillo por Panzares con la cuadrilla. No opongo mucha resistencia a la
oferta, soy débil y es una ruta que no he hecho y aunque mi estado físico es bastante
lamentable tras el duro invierno, así que me dejo seducir por los encantos del grupo.
Enfilamos hacia Sorzano, Pepe y Dieguito en la dirección técnica: Fernando, David, Igor, Toño,
Edu, Rafa, Luis y yo los seguimos con un ritmo muy asequible. Sufro en la subida a las vacas y
me reincorporo. Llegamos a Sorzano, ya sin tocar la carretera, por cierto muy sabia elección, y
echamos un bocado para seguir hacia Castañares,. El camino ha sido abierto en canal por las
máquinas, parece que con el fin de que entren los camiones para sacar leña. Ya veremos cómo
queda después. El descenso es agradable y da gusto el último tramo en el que se ve agua por
todas partes. Un trozo corto de carretera y tomamos el desvío de la pista a la derecha, para
cruzar el riachuelo y enfilar por la pista que discurre sobre la traída de aguas para llegar encima
de Panzares. Se acabo lo bueno; empieza el sufrimiento. Me quedo el último y encima la
cadena dos veces se me mete entre el piñón y la rueda. Poco a poco consigo llegar donde es el
desvío que baja al río Solbes y que lleva por la senda a Nestares. Allí me espera el grupo y nos
hacemos la foto de ídem. Empieza lo durísimo, pero estos maquinones lo suben todo y Rafa y
yo nos tenemos que bajar en varias ocasiones. Nuevamente nos esperan a la entrada del
cortafuegos en los restos de un chozo, nos reagrupamos y enfilamos el último tramo para
alcanzar la línea de cumbre del Serradero. Hace frío, 4 grados dice Dieguito comparando los
termómetros de los presentes. En la cumbre nos abandonan Edu, Luis y Rafa que se bajan por
las antenas, mientras nosotros enfilamos hacia la bajada de la Turriente. Se echa un poco de
niebla, pero no llega a cerrarse del todo. En el descenso avisan, ¡precaución!, hay trampas,
agujeros tocones, piedras y demás todo escondido tras tupidos arbustos. Todos recuerdan que
Israel cayó en las garras de un agujero y que apenas asomaba su cuerpo. Toño, Igor y yo nos
retrasamos e Igor cariñosamente me invita a presenciar la larga Patineta del abogado que dice
no fiarse del terreno. Igor se va para abajo y Toño decide dar la vuelta al cambio, porque
apenas hemos tenido percances. Grita como poseído entre la niebla que ha levantado y nos
permite ver Castroviejo: ¡Avería, Avería! Con la bici al hombro y la inestimable ayuda de
Dieguito e Igor que suben por la senda después de asustar a unos pocos buitres que
custodiaban su cadáver de vaca desde enfrente, nos encontramos y con certera maestría el
mecánico da la vuelta al cambio, lo que permite a Toño seguir hacia abajo sin ninguna patineta
más.

Llegamos a Castroviejo algo helados y cogemos agua en un bonito lugar con bancos y mesa,
para enfilar por la carretera hasta Santa Coloma y después torcer a coger por los caminos de
parcelaria hasta llegar a Ventosa para salir al camino de Santiago, recién embreado en el tramo
Ventosino, lo cual suscita distintas opiniones a favor y en contra.

Bordeamos Navarrete por la carretera para tomar de nuevo el camino de Santiago y salir a la Grajera bordeando por el trujal a salir al ICVV, dónde Fernando y yo nos entretenemos a saludar a un amigo. Carretera abajo y yo me despido de Fernando y llego a casa hacia la2 13:15 con una sonrisa en la boca.
Deliciosa y dura ruta la de hoy.



4 comentarios:

Luis dijo...

Tardía pero buena la crónica Tate efectivamente fue muy dura pena que me perdí lo mejor cuándo Toño rompe la bici

vitinbtt dijo...

Buena crónica Tate, pero menudo despiste lo de la crónica... Si que es una ruta bonita y exigente lastima que me la perdiese y no pudiese ver en vivo la clase maestra de "cómo hacer bien una patineta", menos mal que también se hizo video para que lo pudiesemis ver los demas

Toño Pleitos dijo...

La crónica, Tate, pasable y un poco fría por la tardanza en servirla. Te disculpamos porque tu neumonía quizás te afectó las meninges y dado el estrés al que el cuidado de La Gragera y su fauna te tiene sometido.
La ruta es de las más bonitas de las que se pueden hacer por los alrededores de Logroño. Lástima que la hacemos siempre en días tristes y nublados. También tiene dureza pero queda sobradamente compensada por la dicha que proporciona.
Además pudimos realizarla a buen ritmo y sin perdernos gracias a la ausencia de la Rémora de Karachi y sus instrumentos digitales de última generación (Made in Pakistán).

Pepón dijo...

Cuando la crónica se retrasa tanto pierde todo su encanto a pesar de que la ruta en sí merezca del todo la pena por sus características. Que se puede esperar de un elemento que se presenta en la gasolinera dudando si viene o no con la cuadrilla en la ruta dominical que es al fin y al cabo la jornada de culto, que pena pero así es.
Otra gran jornada y van...