17 junio, 2015

Ezcaray 2015 (16 Ciclistas)

07 de Junio de 2015
Distancia: 46km
Desnivel acumulado: 1405mt
IBPindex: 124
Crónica por Israel.
Después de mucho insistir a los compañeros este domingo salimos de ruta por la sierra de Ezcaray con la celebración de mi cumpleaños como excusa.
Puntuales, poco antes de a las ocho de la mañana, van apareciendo los coches de los participantes y aparcando frente a mi portal. El último en aparecer fue mi amigo Ventura que bajo en bici desde la cercana aldea de Azarrulla. De los escasos apuntados al evento a mediados de semana, terminamos siendo dieciséis ciclistas los que hicimos la ruta. Todo un "sexito".
Una vez descargadas las bicis y tras los correspondiente saludos. Nos ponemos en marcha no sin antes pasar por la fuente de La Paz a coger agua.
La mañanita estaba algo fresca y húmeda estando el pueblo rodeado de una niebla que no permitía apreciar los montes a los que nos dirigíamos, casi mejor que así no se sufre antes de tiempo. Cruzamos el puente de La Estación sobre el río Oja y seguimos por la vía verde dirección Santo Domingo unos tres llanos, tranquilitos y apacibles kilómetros. En breve llegamos al cruce a derechas que hemos de tomar justo antes del apeadero de Ojacastro. Esta dura pista nos subirá hasta el pico de Costanarros en menos de cinco kilómetros y medio ascendiendo mas de seiscientos metros acumulados.
Esta fue la primera subida intensa del día toda ella bajo frondosos hayedos hasta que al salir de estos nos encontramos primero dos duritas rampas y tras estas el desafío del día "La Rampa del Almendrado", una intensa cuesta de hierba de esas que parece que sí pero que es que no, con sus correspondientes roderas y endureciendo en su final. Solo fueron capaces de subirla del tirón David y Diego teniendo que echar pie a tierra todos los demás, siendo por tanto ellos los "Campeones del Almendrado". Quien llego antes de ellos dos me fue imposible de ver mientras jadeaba andando y arrastrando la bici tras todos vosotros, que subisteis como locos intentando superar el reto.
Tras esta fuerte rampa otro intenso sube baja también de hierba nos llevó primero al monte Espicia y luego a coronar Costanarros, punto más alto de esta primera subida, 1396m.
Desde los prados de Costanarros pudimos apreciar como nos habíamos elevado sobre la niebla que cubría los valles a nuestros pies, tanto de Ezcaray como de Santo Domingo, quedando sobre un mar de nubes bajo un cielo azul despejado. Fue una de las imágenes más bonitas, y fotografiadas, del día, allí aprovechamos para hacernos la pertinente foto de grupo. Este solazo y buen tiempo ya no nos dejó en toda la jornada.
Desde allí en una rápida bajada por una despejada pista-cortafuegos llegamos a un cruce de caminos donde cogemos el ramal que nos queda a la derecha. Seguimos por una pista con suave subida y zonas de rápido llaneo flanqueados por pinos y hayedos. Una pista preciosa sobre el valle de Pazuengos, sin peligro ni complicación alguna, salvo para Toño que se las arregló para coger un palo con su rueda delantera y dar un buen espectáculo de esos suyos, gracias a los hados sin mayor gravedad. Toño sufrió las puyas y risotadas de rigor aunque, una vez más, disfrutó del apoyo y comprensión de su buen amigo Jesús, que bonita es la amistad.
Tras este pisteo otra rápida bajada que nos dejó en el collado de Larrizabala donde cruzamos sin cogerlo el GR93 Ezcaray-Pazuengos. Tras pasar la portilla seguimos por un llano camino hasta la zona recreativa de Bonicaparra. Aquí despedimos a Carlos con indicaciones de como volver a Ezcaray, muy fácil desde ese lugar, ya que al pobre se le atraganto la durísima primera subida y no tenía buen día.
Los compañeros ya llevaban un rato preguntando por una fuente y aquí la tenían. La comúnmente fresca y buena fuente de Bonicaparra les recibió con su buen chorro el cual Vitín ataco sin miramientos tomando un buen trago, el problema fue que esta agua no clorada pero hasta este día siempre buenísima tenía un sabor y olor a gasoleo que echaba pa tras. Vitín no resultó afectado de envenenamiento ya que el carácter acido, vitriólico, que gasta últimamente, contrarresto fácilmente la ponzoña que pudiera llevar el agua que seguro hubiera acabado con cualquier otro ciclista. Así que no nos quedó otro remedio que seguir camino por la carretera de montaña que continua desde Bonicaparra buscando algún manantial o fuente mientras escupíamos cual Llama de los Andes. La fuente la encontramos a escasos dos kilómetros donde repostamos y bebimos quitándonos el mal sabor.
Un poco después cambiamos esta bonita carreterilla bajo hayas por una senda a derechas que nos va subiendo por las laderas de Piquillas y Chilizarrias pasando bajo pinos, hayas y atravesando escobones y ramas por una senda que se fue cerrando y endureciendo hasta dejarnos en las praderas del collado de Marulla. Una vez en la Majada de Marulla junto a su cerradero de vacas descansamos y comimos para recuperar fuerzas.
Desde aquí seguimos el GR190 dirección Valvanera subiendo por una dura y larga cuesta de hierba que nos va acercando al Collado de Benegerra al cual no llegamos ya que nos desviamos, ya muy arriba, para coger la “Senda de los Serranos". Aquí nos volvemos a reagrupar, descansamos y cogemos agua en la fuente que nos encontramos justo antes de entrar en lo duro de la senda.
Esta senda va faldeando a media ladera los picos Guilicerra y Cuña dejando bien debajo suyo la carretera de acceso a la estación de esquí de Valdezcaray. Mucho más abajo de ésta se divisaba la aldea de Urdanta como si fuera un belén. La senda nos conduce tras unos primeros metros en duro sube baja hacia la propia estación de Valdezcaray. El firme es complicado por la abundancia de raíces y rocas lo cual hace que varios compañeros se caigan ¡y que caídas!. David cayo y Roberto se la dio bien, viendo el video que grabó Diego no sé como no hizo nada. Vitín también cayó aunque no ha quedado material gráfico del raro evento. Ricardo en esta senda sufrió en sus carnes la horrible plaga de los calambritos que azota últimamente a este aguerrido grupo, lo pasó realmente mal, quedándonos atrás Ricardo, Ventura, Fernando y yo. Fernando como siempre todo un caballero se quedó atrás acompañando a tullidos y torpes siendo, como todos sabemos que es, un ciclista excepcional independientemente del terreno en que le sueltes.
La senda nos dejó en plena estación a la altura de la pista de esquí se Salegares desde donde nos lanzamos cada cual por donde mejor le parecio hacia el bar de la estación. La dureza del terreno lleno de lascas de piedra afiladas, la dura pendiente y la falta de una senda o camino bien marcado hace a esta corta bajada muy peligrosa. Aquí se dio buena galleta el compañero Ventura, también sin mayor gravedad aunque terminó bien marcado, es muy mal sitio para caerse pero Ventura es duro. Seguimos la bajada por la pista de esquí "El Camino" que cuando no hay nieve es eso, un camino, una pista que nos deja en el refugio que enlaza con la pista de subida a “las tres cruces” y la cima del San Lorenzo. Por esta pista seguimos subiendo durante algo más de 2,5km hasta llegar al cerro Torraguas esta subida a mí se me atraganto y llegue renqueando con un buen dolor de espaldas pero allí estaban todos esperándome, sobre todo porque no pudieron adivinar desde donde seguía la ruta ya que se pasaron por unos buenos cien metros en enlace con la siguiente bajada.
Después de dejar la pista subimos un par de rampitas y empezamos la bajada primero por unas praderas despejadas para en breve meternos dentro de un espeso pinar con rápida y divertida bajada. Cuando empezábamos a disfrutar esta bonita bajada nos encontramos con que la senda estaba destrozado por máquinas madereras, nunca la había encontrado así. Lo que debían ser buen firme y hierba se había convertido en un destrozado suelo de piedras sueltas que dificultaba el agarre y obligo a hacer un uso intensivo de los frenos. Yo, al igual que algún otro compañero, me quede sin presión en ellos llevándome un buen susto.
La bajada fue realmente muy rápida e intensa y enseguida nos dejó en la preciosa aldea de Zaldierna, donde bebimos agua y esperamos, ya en el cruce con la carretera al resto de compañeros.
Debido a la hora ya muy avanzada decidimos no seguir lo poco que quedaba de la ruta prevista y bajar por carretera a Ezcaray en vez de por el sube baja del "Camino de Herradura" que une a Ezcaray con las Aldeas hasta Posadas. Aquí despedimos a Ventura que fue en dirección contraria hacia Azarrulla.
Bajamos a buen ritmo la carretera, incluso picándonos y corriendo en los últimos kilómetros para entrar en Ezcaray por el mismo puente que cruzamos en la salida y terminar allí donde empezamos. Deje mi bici en el garaje mientras los compañeros las colocaban en sus coches y subimos todos a ducharnos…
Bueno he de decir que según os fuisteis todos de Ezcaray me puse a escribir esta crónica, no son verdad las excusas que os he ido dando, que no funcionara el ordenador o que tuviera mucho trabajo, no. Pero al llegar a este punto, las duchas las malditas duchas, una niebla oscura nublo mi mente impidiéndome recordar. Decidí dejarlo para el día siguiente. Esa noche caí rendido en mi cama despertándome de madrugada a mi micción nocturna. Ya en el baño, y sin gafas, creí ver en el espejo del baño la presencia de un hombre enorme con una extraña sonrisa, que me recordó remotamente a Carlos. Salí corriendo y me escondí debajo de mi manta intentando inútilmente conciliar el sueño. A la mañana siguiente, pese a todo, me desperté alegre y feliz como acostumbro y todo me pareció un mal sueño. En el momento de la ducha mientras me enjabonaba creí oír una voz que me estremeció “mi champú”, je,je,je me reí nerviosamente sin querer hacer caso pero otra vez oí “raíces y puntas, mi champú” no podía ser, pero esa voz… ¡Pepón debía estar como mínimo a 60 kilometros!, ciertamente él es capaz de hacerse oír a el doble de esa distancia, pero agitando la cabeza desprecie la idea. El resto de la semana en Ezcaray fue un calvario, por el rabillo del ojo creía ver presencias desnudas. Un pequeño trasgo o homúnculo haciendo comentarios mordaces o sacando fotos con un móvil mientras se escondía tras el paragüero, un extraño personaje que cual espantapájaros en cueros esperaba turno ante una ducha que nunca le llegaba, imágenes delirantes de unos cuerpos de pesadilla como salidos de un cuadro de El Bosco. Mala, muy mala semana.
Ya en Logroño durante esta semana volviendo a mi rutina habitual fui capaz de recordar esos aciagos momentos pero os ahorro la horrible descripción de ese horror de colgajos, desnudez y miseria que solo puede resumir como, inenarrable. Ahora que me encuentro con fuerzas para continuar este relato espero que Vitín y el resto de la superioridad entiendan mi triste situación y excusen la tardanza en la entrega de la presente crónica.
Tras la infausta ducha, nos dirigimos todos a tomar el vermú al centro del pueblo desde donde marchamos al mesón donde comeríamos y donde nos reencontramos con Ventura. La comida transcurrió como siempre entre alegres chanzas, intentos infructuosos de liar una vez más a Jesús en una ridícula apuesta y como no la entrega de los prometidos almendrados. Estos fueron entregados por la simpatiquísima mesonera a David y Diego que generosamente los repartieron entre los compañeros, aunque David en un primer momento intento que se los guardaran en congelador para llevárselos a casa.
Tras la comida nos dirigimos todos a los coches y despedimos al grueso de la tropa, unos cuantos obstinados en no terminar la buena jornada nos dirigimos a “La Estación” donde tomamos unos cafés o gintonics dependiendo de quien tuviera la suerte de conducir hasta Logroño.
Bueno espero que disfrutarais de la ruta y que repitamos el próximo año en parecidas fechas.
Gracias a todos por asistir.

7 comentarios:

vitinbtt dijo...

Gran crónica, esta tendría que valer por tres aunque no creo que el "chino" te la convalide.
La ruta fue enorme y la comida ni te cuento, agradecerte a ti y a tu familia lo bien que nos tratasteis, un 10.
Tu comentario sobre mi humor me va a hacer cambiar: "vuelve el Ácido al Wassap" (con lo tranquilito que estaba)

Toño Pleitos dijo...

Ruta preciosa, logística y avituallamiento perfectos, hospitalidad de 10. La crónica interesante ... pero te demoras más que Rajoy en hacer una crisis de gobierno.
Dada la amistad que nos une a Jesús y a mí, no quiero dejar de recordarte (al César lo que es del César y a Jesús, lo suyo, que ya tiene bastante) que el maestrillo también sufrió un pequeño percance en forma de revolcón en la última bajada.
Por último, he de reconocer que yo también es sufrido la aparición de cuerpos espectrales; se me aparece una figura que es como un buda pequeño, como un dalai lama regordete (además siempre viste de naranja) y con cara de Pedro Sanz, rebosante de artilugios electrónicos, los cuales están al borde del cortocicuito rodeados como están por un mar de cerveza.

Toño Pleitos dijo...

Se me olvidaba, lo dije en su día y lo vuelvo a repetir magnífico video, con actuaciones estelares como la de Roberto Matute y que decir de las fotos, algunas impresionantes, como la 277 (encuentra a Wally, perdón a David).

israelogro dijo...

Gracias Vitín, vuelve y recuerda que no es lo mismo Ácido que agrio.

Toño, si vuelves a ver al simpatiquísimo buda no olvides frotarle la barriga y entregarle una ofrenda, no seas roñoso que nos conocemos, seguro que te traerá suerte y equilibrio a tu vida, y esto último te es muy necesario.

Pepón dijo...

Gran día el que pasamos en Ezcaray. La ruta fue preciosa y la comida buenísima y abundante. El gran "Telly Sabalas" se tiró un convite de los que hacen época.
Muchas gracias por tu hospitalidad y procura institucionalizar el evento.

Anónimo dijo...

Creo que esta todo dicho, a mi sin mas darte las gracias por todo.
simplemente....ESPECTACULAR.
Salud,
Barrancas

Anónimo dijo...

Buena crónica Isra..
Este año no pudo ser, pero para próximas convocatorias en la zona intentaré estar.
El tema del almendrado, me viene un poco lejos, así que te sugiero que premies al último con una bolsa de palomitas,...así estaré en la pomada..
Quien dice palomitas, dice orujo de hierbas!!