15 de febrero de 2015
Distancia: 65km
Desnivel acumulado: 497mt
IBPindex: 41
Crónica por Pepon.
¡Qué ilusión! Ya es domingo y es el día para la salida
oficial de la cuadrilla. Parece que soy novato en estas lindes y el pensar en
la deportiva mañana no me deja dormir, para las 4 AM ya estoy escuchando la
radio, en este caso al grupo RISA que hace el programa de madrugada de la COPE,
luego escucharía -A TENAZÓN- el programa de caza y pesca de RADIO MARCA.
Son las 7AM toca desayunar copiosamente y mirar por enésima
vez por la ventana. La todavía noche apenas deja vislumbrar lo que al parecer
será una mañana pasada por agua. La calle está muy mojada y supongo que por lo
caído durante toda la noche nos resultara imposible realizar una ruta por
caminos de tierra hacia algún lugar de los que tanto nos gusta ir y que, para
no anegarnos de barro tendremos que echar mano de la tan manida pero a la vez
agradecida ruta denominada -LOGROÑO SIN BARRO-. La lluvia nos da una tregua y
parece que quiere descansar por el momento, así que raudo subo al trastero a
ponerme la ropa de faena e hinchar un poco los neumáticos para tener la bici
bien dispuesta para la mañana que se avecina.
En la gasolinera a las 8AM, como mandan los cánones, y a
esperar a que como cada domingo empiece a llegar el grueso de la cuadrilla. En
este caso, como así sería, debido a las inclemencias de la jornada no se
esperaba que fuera un quedada multitudinaria y aparecieron en un plis plas la
media docena de aguerridos compañeros a los cuales una lluvia apenas
imperceptible no era suficiente como para “chantarlos” y dejarlos en casita con
el pijamita puesto y maldiciendo por no haberse atrevido a desarrollar su
afición.
Nos dispusimos a hacer la ruta Santi (mi amigo, mi
hermano),Vitín (cada uno que le ponga el mote que quiera), Fernando (Milka),
Fernando Alcalá (de los alcalino térreos), Israel (conocido con el sobrenombre
de “suenaespaldas”) y José Eugenio (que bonito nombre).
Para la hora de la salida, el gran Santi ya nos había
propuesto un ligera variante que a la postre resultaría la zona digamos más
dura de la jornada ya que en esta ruta no estamos acostumbrados a realizar
esfuerzos que nos suban las pulsaciones.
Así que como es habitual tomamos el camino, (en este caso
casi todo asfalto), hacia Alcampo para buscar a reglón seguido dirección a
Lardero, ligera desviación hacia las bodegas y a por el camino conocido como
“el absurdo”.
Alguna gotita de agua nos hacía mirar sobre nuestras cabezas
y el color del cielo no garantizaba una mañana del todo agradable.
-Que sí, que no.
Ese era el debate sobre la lluvia.
-Maldonado tal, Maldonado cual.
Ese era el debate sobre los pronósticos.
Y entre uno y otro debate pero con la moral intacta
continuábamos la ruta entre comentarios dicharacheros.
Por la zona de los Maristas tomamos rumbo al Parque del
Iregua y a continuación a Varea para a partir de este momento realizar la
variante que con tanto acierto (como quedó demostrado) había propuesto Santi.
Esta consistía en después de dejar Varea dirigirnos hacia
Recajo y por la rotonda tomar dirección de las bodegas Darien para por el
cuestón subir al monte La Rad (antiguo lugar de maniobras del ejercito). La
bajada hacia las bodegas del Marqués de Murrieta y vuelta al Parque del Iregua.
Otra vez nos encontrábamos en la ruta habitual y continuamos por toda la orilla
del río Ebro llegar a la Ermita del Santo Cristo del Humilladero.
Cruzamos el barrio de Yague con dirección a La Grajera y en
este lugar hicimos la paradita para avituallarnos. Ya llevábamos un montón de
kilómetros y necesitábamos parar a descansar un poco.
Buscamos a nuestras amigas las ardillas pero hoy no salieron
a recibirnos. Tampoco salieron a recibirnos los patos y cisnes. ¿Qué había
ocurrido este domingo con la fauna? ¿Era mal día para que salieran los animales
de sus camitas? Esta situación me recordó a algún miembro de la OR, y es que el
día dejó en sus madrigueras a algunos de los habituales. Apenas merece la pena
que demos de ellos ninguna cumplida referencia. Que lastima. Quizás les hizo
daño Don Carnal o quizás les hizo daño San Valentín, más bien pronto que tarde
escucharemos sus programadas y planificadas disculpitas.
Tomamos un bocadito más bien pequeño debido a diversas
razones que fallaron en las intendencias personales del algún miembro del grupo
y rumbo a campo de golf para darle la vuelta y por el colegio de los Salesianos
llegar a Logroño.
Habíamos terminado la ruta y como propone su mismo nombre…
“SIN BARRO”. 3 horas y media y un buen puñado de kilómetros despertaron
nuestros más primitivos instintos de los cuales dimos cuenta sobradamente en el
bar Paris (así creo que se llama) y después de asear las monturas nosotros
también nos fuimos a nuestra madriguera después de dar por finalizada la
jornada.
Resulto ser una mañana agradable al fin y al cabo, sin
contratiempos ni incidencias y sin mojarnos que era de lo que se trataba. Creo
que nunca estaremos lo suficientemente agradecidos a este rutón que nos apaña
tantos domingos al año.
Y bueno después de este relato me despido como diría el gran
Manolo Preciado,
-Hasta mañana, canallas.
Gracias LOGROÑO SIN BARRO.
1 comentario:
Pepe menuda crónica mas sosa, tu lo sabes hacer mejor, así que un suspenso -no progresas adecuadamente-.
Lo de las disculpitas lo tengo muy oido, que si me he dormido, que si no he puesto el despertador, que si llovia en mi calle etc etc etc ¡¡¡QUE POCO COMPROMISO!!!
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