14 agosto, 2012

Leza-Aldera-Sendas de Trevijano-Soto (8 Ciclistas)


12 de agosto de 2012
Distancia: 63km
Desnivel acumulado: 1140mt
IBPindex: 100
Perfil
Imagen google earth

Por fin!!

Después de no salir con la cuadrilla desde hacía muchos meses (salvo contadas ocasiones), hoy me he animado y, con más miedo que vergüenza, he aparecido por Las Gaunas a las 8; bueno, a las 8:05. Después de hinchar un poco la rueda y saludar al resto de amigos, he preguntado a Vitín por la ruta prevista para hoy y, a priori, no iba a resultar muy dura para mí que estoy bastante bajo de forma y bastante alto de peso (dichosas cenas y cervecitas)

Así que salimos en dirección a Alberite y al poco empiezo a jurar en arameo porque el cambio, a pesar de acabar de sacar la bici del taller, me sigue yendo mal. Al final, en medio minuto Santi detecta el problema, me manda parar y me ajusta el cambio. Gracias, Santi!!

Así que ya no me quedan excusas para acabar la ruta; además, tal y como me temía, me iba a tocar escribir la crónica.

De Alberite a Ribafrecha el ritmo se acelera y empiezo a perder al grupo de cabeza y al de cola. La verdad es que éramos tan pocos que solo había un grupo. En Ribafrecha, como no escarmentamos, volvemos a pincharnos con las mismas zarzas de la senda de siempre. Al final, tendrá que ir la cuadrilla “abresendas” para limpiar de maleza la zona.

Continuamos hasta el puente Laidiez en el que comento con nostalgia que ya no se para a hacer fotos, así que continuamos por el cuestón (ahora encementado y carente de gran parte de su atractivo, para mi satisfacción) en dirección a Leza, donde llegamos rápidamente. Una vez recuperado el aliento, comido algo (al menos yo) y cargado de agua, subimos por la carretera hasta coger el camino que nos llevará en continua ascensión hasta Cerro la Muela y que supone la casi totalidad del desnivel positivo.

Desde el principio Chifla se queda conmigo, no sé si para darme ánimos y que no fuera sólo o para cerciorarse de que no me daba la vuelta y le tocase escribir a él la crónica. La ascensión es un rosario de ciclistas: en primer lugar, a modo de crucifijo van Santi y David (qué cruz!!, cómo andan!!) y luego el resto de cuentas en larga letanía hasta llegar a mí, que ocupo el lugar del último Ave María.

Para mi alivio, en una curva  a falta del último km veo que están todos esperando, lo que supone un gran alivio y respiro para mí, y para los demás, que todos lo agradecieron (parece que poco a poco va entrando la cordura en este grupo). Tras el descanso, aprovecho y salgo el primero para que no tengan que esperarme mucho arriba, y no sé si ha sido por el descanso o por el chute de glucosa que me he arreado, pero me encuentro bien y veo la gente no me pasa como una exhalación, lo cual me hace venirme arriba (literalmente) y me da ánimos para llegar.

Una vez arriba, nos dirigimos por unos corrales al comienzo de la senda que nos dejará en Trevijano. Como no conozco la senda y me conozco a mí mismo, decido no ir de los primeros no vaya a ser que me pase. Así que poco a poco vamos bajando hasta encontrar una señal a partir de la que ya no hay pérdida. El nivel técnico de la senda va aumentando, y al mismo ritmo aumenta mi disfrute. El ritmo de disfrute de los demás es variable, como el tiempo en Londres, pero todos vamos bajando sin problemas hasta llegar a Trevijano, donde otra vez son fiestas aunque esta vez no vemos a las doncellas ataviadas con los típicos vestidos.

Tras una breve parada para coger agua, superamos un pequeño momento de despiste hasta encontrar la entrada a la senda que nos llevará hasta Soto. Ahora sí, las posiciones de cada uno se van ajustando a los gustos de cada cual, y comenzamos a bajar hasta que Vitín anuncia una parada obligatoria: un reguero de agua ha convertido la senda en un lodazal de unos 20 metros. Cada uno lo cruza como puede/quiere, todos intentando mancharse las zapatillas lo menos posible.

Una vez superado el escollo, nos lanzamos por la divertida y técnica senda con vistas al Barranco Trevijano, totalmente seco, que deja a la luz el lecho de roca: un paraje muy bonito. Tras las consabidas fotos en pasos algo complicados, todos llegamos a Soto sin ningún percance.

¿?

Sí, TODOS.

¿?

Sí, Pleitos también ha venido.

¿?

No, no se ha caído. Y eso que la senda tenía sus pasos algo comprometidos.

Una vez en Soto, cogemos el camino que lleva al mirador del Torrejón, con vistas al cañón del Leza que en este tramo baja seco hasta aflorar de nuevo en las surgencias conocidas como Fuentes del Restauro. En este tramo disfrutamos de unas excelentes vistas sobre este espectacular cañón tan cerca de Logroño. Tras la foto de grupo y los consabidos chascarrillos, iniciamos el regreso por carretera hasta Ribrafrecha, desde donde retomamos el camino seguido por la mañana (pero en sentido contrario, claro) hasta llegar a Alberite a un ritmo frenético que yo, a fuerza de chupar rueda por el viento y mis menguadas fuerzas, consigo mantener a duras penas.

El regreso a Logroño, como suele suceder, también a ritmo frenético que yo, al perder rueda que chupar y las pocas fuerzas que me quedaban, no consigo mantener (qué pena tan dura!!)

Dudas, dilema, sí o no, al final se impone la cordura y nos vamos a tomar una cerveza. Yo no quería, pero si quería escribir una crónica fiel a lo acontecido me tenía que quedar hasta el final (como para fiarte luego de lo que te cuenten…) Así que todo terminó tras dar buena cuenta de una pinta (cada uno) y una tortilla de patata (entre todos). Y como todo había terminado pero no me había quedado claro para poderlo escribir en la crónica, decidimos repetir. La ruta no, hombre, lo de las pintas y la tortilla. Cuando ya todo me quedó claro (o era entonces cuando ya no tenía nada claro?) dimos por finalizada la ruta de hoy que acabo de relatar. Espero no haberme dejado muchos detalles en el teclado.

Ha sido un placer volver a compartir una ruta tan divertida y un almuerzo con amigos después de tanto tiempo.



2 comentarios:

vitinbtt dijo...

Buena crónica Diego y si, Toño ya va aprendiendo a guardar el equilibrio jejeje

Anónimo dijo...

Hola

Me pongo en contacto con vosotros para presentaros la ciclomarcha LA TOCATA que tendrá lugar el próximo 30 de septiembre en San Rafael, Segovia. Tenéis toda la información en la web www.latocata.es
Si tenéiss cualquier duda pregúntame.
Espero que os guste la marcha y compartamos un bonito día de bici de montaña.
Muchas gracias.

Saludos. Sergio Lozano
659 309 432
info@latocata.es