Peña Saida y vuelta
Crónica por Fran
Distancia: 63km
Desnivel acumulado: 1127mt
IBPindex: 111
Para este domingo (de Resurrección), teníamos programada la tradicional Ruta de la Muerte (qué ironía), y las predicciones meteorológicas para Semana santa decían que era el día con menos riesgo de lluvias, jah! Toda la noche y la mañana lloviendo hizo que se cambiara la convocatoria a un almuerzo y fue allí donde, seguramente después del vino ingerido y unos cuantos chupitos, se decide ir el lunes a Peña Saida.
Cuando salgo de casa, me encuentro con Víctor y vamos hacia la gasolinera, mientras él va a hinchar la rueda, yo voy a saludar a Pepe que ya está esperando. Llegan después “Chifla”, el “Pe” y Miguel Angel y mientras uno satisface unas necesidades fisiológicas de última hora, Pepe y Víctor cambian el obús a la válvula de Víctor y esto hace que la salida se retrase un poco.
Una vez puestos en marcha hacia Alberite, mirando a la derecha y a la izquierda, el cielo comienza a despejarse, pero si miramos hacia donde nos dirigimos, el cielo está de un morado tirando a negro que asusta, pero nuestro particular hombre del tiempo nos dice que no va a llover por lo menos hasta la una. Así que seguimos hacia Albelda, el “Chifla” se escapa y la rueda de Víctor dice que tururú, que no sigue más. Mientras se quedan a colocar una cámara, yo voy a la caza de Jesús y esperamos en la fuente de Albelda a que lleguen los demás para ir todos juntos hasta Viguera.
Una vez recobrado el aliento después de la subida, vamos hacia la carretera que va a la cantera. Giramos a la izquierda y comenzamos a subir por un camino en donde Pepe tiene problemas con la cadena y se le parte, todos iban más adelante y yo no le espero para no amargarle luego la subida, así que se queda solo a poner un enganche. Una vez hemos llegado a la cantera, llamamos a Pepe y nos dice que sigamos que ya nos cogerá.
Seguimos subiendo por una pista con unas rampas que no dan descanso mientras podemos comprobar como se ve Viguera “a vista de pájaro”.
Mis compañeros de viaje se han vuelto a adelantar y solamente les veo a lo lejos así que poco a poco y con “la soledad del líder” voy subiendo hasta que veo que baja Jesús y me dice que ya casi estamos arriba, solamente queda un tramo encementado. Al decirme esto, viene a mi memoria el dicho de un compañero “cuando encementan una cuesta es porque no la suben ni los tractores”, qué razón lleva!! Y para no echar por tierra su teoría, me bajo y ala! otra foto empujando la bici. Allí están todos esperando y debido a la altura estamos ya rodeados de una densa niebla, seguimos hacia la cumbre, el camino está embarrado y hace que las ruedas se embocen y pesen más de lo normal así que el ritmo es tranquilo y vamos todos juntos, de repente, un coche, que se para justo en el cruce a la izquierda por el que tenemos que ir nosotros, y se baja “el hombre que berreaba a las yeguas”, saca unos sacos de pienso y empieza su particular “berrea”, mientras nosotros aprovechamos a coger un poco de aire y recuperarnos de la última subida, vemos como del monte y a través de la niebla empiezan a aparecer yeguas y más yeguas (aunque a alguno le parecieron caballos), hacemos unas fotos y seguimos hacia la famosa cumbre de Peña Saida (que no sé cuando va a llegar), según Víctor, está aquí al lado y hay unas vistas alucinantes. Pues nada, otro tramo de subida y llegamos a lo más alto. Vaya vistas! Allí rodeados de niebla solamente se ve al que tienes enfrente. Precioso!!
Pepe ha llamado y nos dice que le esperemos allí que ya está casi arriba, así que mientras comemos algo y hacemos unas fotos, llega y nos cuenta que ha tardado más porque al ir a poner el enganche en la cadena, le ha saltado y no ha podido encontrarlo, así que ha tenido que recurrir al “troncha” para cortar y empalmar la cadena (a ver, si algún fabricante de enganches lee esto, que los fabriquen en color naranja fosforito y así si se cae, pues es más fácil de localizar).
Ahora, la idea es bajar por una senda que tiene Víctor en el GPS que es por donde suben los amigos de “Kddasriojanas”, pero al ir a buscarla allí entre la niebla, tenemos alguna diferencia de opiniones y por si acaso, y haciendo caso a la cordura, decidimos bajar por donde habíamos subido y dejar la senda para otro día que esté despejado.
Qué decir de la bajada, mucho mejor que la subida y mucho más rápida, esto hace que lleguemos a Viguera en un “plisplás” y de ahí y a un ritmo bastante alto, hasta la gasolinera a echarles un poco de agua a las bicis.
Pues ya solamente decir que nuestro hombre del tiempo el “Pe” acertó y no llovió, que el Chifla corre mucho, que Víctor tuvo que aguantar unas reprimendas por venir con la rueda como vino, que Miguel Angel es un buen compañero de fatigas y que Pepón es el más grande, aunque era la primera vez que yo subía a Peña Saida y llegué antes que él, es más, le tuve que esperar (jejeje).
Ah! y que pasamos una mañana estupenda.
5 comentarios:
Muy buena crónica Fran.
Tienes toda la razón, pasamos una mañana estupenda.
Te imaginas al de la berrea, haciendo el amor, ja ja ja ja.
Se le llenaría la casa de caballos...
Muy buena crónica Fran. Por cierto en donde dices: "Domingo de resurrección y ruta de la muerte" se dice antítesis, que lo he estudiado esta mañana.
Fmd.
Curro Jiménez,el agarrobo y el winnie.
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