VII Sierra La Hez.
Distancia: 62km.
Desnivel acumulado: 1738mt
IBPindex: 131
Munilla-Ocón-Munilla.
Crónica por Miguel Angel
Este año toca salir de Munilla así que por ahí nos dejamos ver, Diego, François, Eduardo, los de Lodosa (Unai, Enrique y un amigo carretero), Kdds (Lukas, Man, Chapi, etc. etc.), de la S.C.Villanueva (Jose Ángel y Pedro), unos cuantos del Pinchazo, Chemi, el de Rioja Sport, con el que recorrí buena parte de la ruta, y muchos conocidos más, todos más o menos sufridores de éste tipo de rutas organizadas.
Simplemente decir que la ruta transcurre por terrenos buenos, todo pista, el tiempo no pudo ser mejor, soleado con una ligera brisa que impedía que sudáramos más de la cuenta, para haceros una idea, deciros desde que desde que salimos fuimos en manga corta.
Es una ruta ideal para “quitarse el forro”, es lo más parecido a la carretera en mountain bike, así que no busquéis senderos ni dónde poner el molinillo, eso si hay que ser consciente y no quedarse sin energía ya que si no, las podéis pasar mas p… que Caín.
Desconozco si hubo algún percance, no se oyó que hubiera pasado nada, si que algunos lobos, bien porque estaba mal una flecha, o que la velocidad les ciega, se subieron al alto de Nido Cuervo, pero bueno esos iban sobraos y creo que no les importó nada de nada.
A la llegada, Lukas y su grupete, me invitaron a una cervecita bien fresquita, apunta Víctor, para la próxima, una nevera con hielo y cervecitas.
En el sorteo nos tocaron a Diego y a mí, sendos estuches de botellas de vino.
Hubo record de inscripciones, alrededor de 200 bikers y deciros que la gente a este tipo de rutas cada vez viene más preparada, cómo anda la peña.
Saludos y hasta otra.
FOTOS AQUÍ
DIEGO:
En la salida estaba bastante atrás y me costó alcanzar a Miguel Angel. Pero como bien dice el dicho, “Los últimos serán los primeros”, y en el km. 9 más o menos, había un desvío a la derecha mal señalizado, y salvo los 15 ó 20 de cabeza que habían ido por el camino correcto, el resto de la peña siguió para arriba hacia Nido Cuervo. Justo cuando llegaba yo al desvío estaban cambiando la señalización. Así que, de repente, me encontré con que delante de mí no había nadie a la vista. Es una zona en la que la pendiente se suaviza un poco y hay algún llaneo y toboganes hasta comenzar la bajada que nos lleva hasta el primer avituallamiento. Así que apreté para seguir disfrutando de la sensación de ir por delante de muchos lobos, tiburones y demás depredadores que venían aullando por detrás. En la bajada sólo me pasaron dos; de uno de ellos di cuenta en seguida, y el otro iba tan ciego que se pasó otro desvío y si no le llego a avisar aparece en Robres. Así que fui el primero que paró en el primer avituallamiento (de los 15 ó 20 que habían pasado antes no había parado ninguno). Allí vi llegar a Eduardo y a François y a todos los machacas. Salí antes que ellos y me pasaron al poco rato, y volvimos a coincidir en el segundo avituallamiento. En la subida de vuelta a Cabimonteros fui recuperando posiciones, coincidiendo con François en el tercer avituallamiento. De ahí, un último esfuerzo antes de la bajada a Munilla, donde llegué poco antes de la una tras 3:08 de pedaleo.
En resumen, me lo pasé en grande, disfruté (por suerte) de sensaciones fenomenales y volví a casa satisfecho de la ruta.
PD. Enrique (de Lodosa) tuvo varios pinchazos y no terminó la ruta.