01 enero, 2010

"Homeless" en la Dehesa (6 Ciclistas)

1 de Enero de 2010

Crónica por Victor "Boss"

Distancia: 42Kmt.

Desnivel acumulado: 530Mts.

IBPindex: 36.00

Imagen Google Earth

Perfil

Track

Parece mentira pero a las 09:30 de la mañana lo único que se ve por la calle son ciclistas o gente haciendo footing; también se ven jóvenes que todavía están de fiesta (que por otra parte es lo más normal).

En la gasolinera las gaunas nos juntamos Igor, Santi, Miguel Angel, Fernando y yo; los caminos mojados invitan a que la ruta la organice Fernando ya que “sabe muy bien”, las zonas por las que se puede andar sin mancharse mucho de ese pegajoso elemento.

Vamos a ir hacia Entrena y para no pillar mucho barro nos lleva por caminos asfaltado hasta la cárcel; cruzamos el puente de la autopista bordeando el monte la pila; continuamos por asfalto hasta meternos por un cruce a la derecha; en este punto se acaba la brea pero el camino sigue con buen firme y sin barro; así que hacemos la subida sin complicaciones y nos dirigimos hacia Entrena ya cuesta abajo; para entonces ya nos había llamado Tate que llegaba un poco tarde y se dirigía por carretera a nuestro encuentro a la salida del pueblo.

Todos juntos y después de una pequeña discrepancia entre Santi y Fernando (total para llegar al mismo sitio) hacemos la subida del cementerio para dirigirnos a Medrano, vamos en dos grupos pero sin casi diferencias y llegamos al pueblo, prácticamente al mismo tiempo, tras un descansito para comer, beber y desbeber, continuamos la “peregrinación” hacia la dehesa de Hornos.

El terreno nos está aguantando perfectamente, el agarre es muy bueno y del barro nada sabemos, por lo que la travesía está siendo de lo más tranquila, a medida que nos acercamos a las últimas rampas de la dehesa vamos viendo mas barro pero en nada dificulta el pedaleo. Como nos espera el Bar Tizona para tomar el vermut a las 11:30 decidimos no completar la dehesa y bajarnos a Hornos sin realizar la subida del pinar.

La vuelta desde Hornos hasta Navarrete la realizamos por carretera con bastante tranquilidad hasta que vemos un ciclista a lo lejos y, como nos pasase en alguna ruta anterior, vamos a su caza y captura pero esta vez no se le adelanta y en Navarrete tomamos rumbos diferentes (parece que las bicis tienen polos opuestos ya que se atraen).

Pasamos el pueblo, continuamos por el camino de la Guardia Civil, cruzamos el puente de la autopista, dejamos la cuesta roja a la derecha para mejor ocasión, subimos a la Grajera, llamada al Tizona para que vaya preparando los calamares, bajamos al pantano, continuamos hacia Logroño cruzándonos con bastantes caminantes y llegamos a la ciudad todos juntos.

Santi se despide por que tiene compromisos familiares, los demás nos dirigimos a tomarnos el vermut y fue un lujo; cervezas, calamares y unos pimientos rellenos de patitas que han sido un descubrimiento gastronómico espectacular; todo cortesía de Igor.




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