Gran vuelta la que nos preparó Ernesto por sus dominios, hicimos la vuelta corta y la nueva entrada a meta. Gracias por la vuelta y por la invitación a la comida, eres un crack
Observo con cierta preocupación que se están imponiendo abrumadoramente las crónicas minimalistas, en ciertos casos, el minimalismo es tan extremo que se puede hablar sin temor a equivocarse, como en el presente caso, de NO-CRÓNICAS. Tomo nota de estas nuevas corrientes estilísticas para cuando me toque hacer la crónica o la no-crónica, según se lleve. Menos mal que nos quedan los fotógrafos oficiales (Vitín y Diego), además de los eventuales, para podernos hacer una idea de cómo fue la ruta y los parajes por donde discurrió. En este caso, estuvimos en los dominios de Ernesto -su amada Ventrosa- y nos obsequió con una gran ruta (aunque corta en kilomentraje -por las lluvias torrenciales-) y pudimos gozar de la magnificencia del esos montes y de un almuerzo sublime al que nos invitó el bueno de Ernesto. Por último hay que hablar del vídeo de Dron Diego (aunque pienso que vamos a tener que hablar de él no al final sino al comienzo para darle la importancia que se merece). No solo es el aparataje que tiene que transportar: teléfono, gopro y dron sino que los montajes son impresionantes, dignos de cualquier documental profesional, para ser emitidos en horarios de máxima audiencia. OSCAR PARA DIEGO, YA!!!
Gran vuelta la que nos preparó Ernesto por sus dominios, hicimos la vuelta corta y la nueva entrada a meta.
ResponderEliminarGracias por la vuelta y por la invitación a la comida, eres un crack
Observo con cierta preocupación que se están imponiendo abrumadoramente las crónicas minimalistas, en ciertos casos, el minimalismo es tan extremo que se puede hablar sin temor a equivocarse, como en el presente caso, de NO-CRÓNICAS. Tomo nota de estas nuevas corrientes estilísticas para cuando me toque hacer la crónica o la no-crónica, según se lleve.
ResponderEliminarMenos mal que nos quedan los fotógrafos oficiales (Vitín y Diego), además de los eventuales, para podernos hacer una idea de cómo fue la ruta y los parajes por donde discurrió. En este caso, estuvimos en los dominios de Ernesto -su amada Ventrosa- y nos obsequió con una gran ruta (aunque corta en kilomentraje -por las lluvias torrenciales-) y pudimos gozar de la magnificencia del esos montes y de un almuerzo sublime al que nos invitó el bueno de Ernesto.
Por último hay que hablar del vídeo de Dron Diego (aunque pienso que vamos a tener que hablar de él no al final sino al comienzo para darle la importancia que se merece). No solo es el aparataje que tiene que transportar: teléfono, gopro y dron sino que los montajes son impresionantes, dignos de cualquier documental profesional, para ser emitidos en horarios de máxima audiencia. OSCAR PARA DIEGO, YA!!!
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