29 agosto, 2013

Villoslada 2013 (4 Ciclistas)



25 de agosto de 2013
Distancia: 59km
Desnivel acumulado: 1818mt
IBPindex: 156
Crónica por Jose Eugenio
Habíamos quedado algo antes de lo habitual en estas ocasiones. La ruta, me pareció al plantearla, que iba a ser algo larga en cuanto al tiempo que íbamos a emplear, por eso, los participantes de la bien llamada “LA RUTA MÁS BONITA JAMÁS ANDADA”- Víctor, Javi Bartolo, Santi y yo, sin demora nos dirigimos a Villoslada para disfrutar como enanos de la mañana que nos esperaba.
Contábamos con nuestro amigo David, pero asuntos familiares le hicieron no poder acudir, lo cual sentimos, pues nuestro colega es de los que dan juego a la hora de las marchas por lugares nuevos. Con su GPS retiene hasta el más mínimo detalle de la ruta y es capaz de llegar a cumbres nuevas por lo menos, por ocho sitios distintos. Sinceramente se le echó mucho en falta, a la próxima será David.
Para, aproximadamente, las 7.30h ya estábamos en el lugar de inicio de la ruta y después de montar las bicis y coger agua, nos encaminamos por el lugar de salida habitual, El Sendero de la Virgen. La temperatura era fría, pero esta senda se encargo de que en apenas unos pocos metros la sensación cambiara por completo. Parece que cada año la pasamos con más soltura, a pesar de las piedras que la adornan y sin problemas llegamos al puentecito sobre el Arroyo de las Rameras. En ese lugar salimos a la carretera para a los pocos metros meternos por el sendero adaptado del Achichuelo y así, recortar un poco de tiempo ya que no íbamos a ir sobrados de él.
Tomamos el camino de Puente Ra y charlando sobre lo generoso que bajaba el río, no como el año pasado, llegamos al puente, y de aquí subimos hacia Lomos de Orio por una senda en la cual se empezaron a oír los primeros lamentos. Hubo que coger la bici al hombro en tres ocasiones pues la pendiente y el terreno así lo exigían y en apenas un km ya nos encontrábamos en la ermita. Agua en su fuente y… ¿pero que ocurre?, la peña ya quiere almorzar, hemos hecho 7 km y ya tienen hambre.
Vitín ya se metió entre pecho y espalda su primer pastelito, Javi estaba deseoso de sacar su emparedado de tortilla y Santi solo trajo cinco barritas eso si, 1000 calorías entre las cinco (son de buena calidad).
Retomamos la marcha con la bici en la mano, por el sendero hacia Pajares. En apenas 50 m ya montamos y por un lugar precioso ganábamos altura para llegar, después de saltar varios troncos, a la Majada de Ófilo, de allí, sendita guapa, y a la Pista del Sillar. En un buen manantial, hicimos el primer avituallamiento. Apenas 15 km y casi 2 h. de marcha. El terreno era muy exigente y bastante técnico para subir. Esta vez si, comimos con ganas y llenamos los bidones pues en poco íbamos a recorrer una zona en la que no había fuentes.
Por la Pista del Sillar llegamos a Sancho Viejo, nos hicimos unas fotos y nos lanzamos cuesta abajo por la hermosa bajada que después de atravesar la pradera, nos lleva a cruzar, sin puente, el Río Lumbreras. Esta bajada aparte de la pradera también tiene un camino pedregoso que hace que llegues abajo con los brazos adormilados, eso si, todos menos Vitín que baja su tija y parece que desciende en el sofá de casa a toda pastilla. Un poquito de llano y empezamos la verdadera subida de la ruta. Es por un cortafuegos de 6.5 km de longitud, en el cual metes la catalina al comienzo y ya no la quitas, prácticamente, en todo su recorrido. La subida la hicimos lenta por su dureza, superando rampas terroríficas y en mitad de ella paramos para hacer reagrupamiento. Las vistas si volvías la cabeza eran espectaculares y la subida, por su terreno era de las que se disfruta haciéndola pues hay que ir con todos los sentidos para escoger las mejores trazadas y no echar el pié. Una hora de subida y ya coronamos el llamado Puerto de la Cola. Estábamos en las faldas del pico Mesa de Cebollera a más de 1800 m de altitud. Las vistas eran increíbles y durante el cumbreo fuimos disfrutando de la visión de las dos vertientes, la Riojana y la Soriana, así como del olor que daban la cantidad de flores moradas que tapizaban las cumbres. En algún lugar llegamos a divisar a izquierda y derecha los Pantanos de Pajares y de Cuerda del Pozo. Fue una maravilla de cumbreo .
Llegamos al Pico Terrazas y comimos por segunda vez, descansamos un poco y tras ponernos los chalecos continuamos la ruta esta vez por terreno algo más favorable.
Todo este cumbreo se desarrolla por la Cañada Real Galiana Ramal del Alto de Santa Inés al Puerto de Piqueras.
Al llegar a un prado el cual tiene una portilla a mano izquierda, habíamos recorrido algo mas de 8 km por las cimas concluyendo el cresteo. Teníamos ganas de lanzarnos cuesta abajo. Atravesamos dicha portilla y empezamos el descenso por una verde campa con un paisaje precioso, al cual adornó, más si cabe, unos ciervos machos que pasaron por delante de nuestras narices, dándole tiempo incluso al avezado fotógrafo Víctor, a realizar una instantánea muy oportuna. Que habilidad tiene el colega para desenfundar la cámara y hacer una foto cuesta abajo y a bastante velocidad. Genial.
Discrepancias entre astas y puntas y para abajo.
Por cierto el paraje de las discrepancias, casualidades, se llama Asta Redonda.
El citado prado se torno en inclinado cortafuegos llamado, del Maguillejo, los frenos olían a quemado y al llegar abajo después de 6km de descenso, a todos nos dolían las manos y los cuádriceps del esfuerzo que requería la bajada. Impresionante bajadón con muchas piedras en su último tramo y porcentajes tremendos. Algún socio me comento que este año se me había ido un poco la olla por la dureza del recorrido, pero todos estaban muy satisfechos por esta parte de la ruta y el gusto de haberla culminado, en especial Javi, pues andaba un poco temeroso de su preparación, Estaba loco de contento por haber llegado hasta este punto sin ninguna incidencia física y haber podido estar con el grupo sin problemas.
Atravesamos el Arroyo Lavieja y llegamos al pantano. En este punto nos entraron algunas dudas de si podríamos acabar la ruta al completo pero les animé a que continuaran hasta completarla, pues aunque no sencillos del todo, los aproximadamente 16 km que nos restaban eran más llevaderos y no por ello menos atractivos.
Seguimos bordeando el pantano unos 5 km para llegar a San Andrés, llenamos el bidón y subimos hasta el cruce que va a Lumbreras. Me despiste 100 m y debimos retornar nuestro camino, no hubo reproches porque la culpa fue de mi GPS y no mía, Empezamos un descenso muy entretenido para llegar al Campo de las Verdades con sus puentecitos muy bien cuidados, este paraje merece la pena verlo como podréis apreciar en alguna foto, continuando hasta el pueblo por una zona de sendero sombría y muy bonita.
Llegamos a Lumbreras por al lado del Parque de Aventuras y bajamos a la carretera general por una pequeña senda que da al río Piqueras.
Solo nos quedaba la última parte de la jornada, los 5,5 km del tramo de la Laguna de la Nava. Buena sorpresa nos llevamos al contemplarla ya que tenía agua como en la vida la habíamos visto. Le hicimos las postales de rigor y afrontamos, esta vez ya por fin, la última subida, y bien técnica por cierto, del duro día. Cada uno subió como buenamente pudo y nos reagrupamos en el paso de hombre del final de la subida. Desde aquí llamamos al restaurante Corona para reservar la comida, y gracias a Dios que lo hicimos, pues estaba a tope y mala cosa hubiera sido quedarnos sin comer.
El pobre Santi no veía la hora de terminar, el cansancio ya había hecho mella en él después de la noche pasada en Ribafrecha en fiestas, si es que hasta los más preparados sufren la dureza de una jornada exigente.
Teníamos que descender a Villoslada y todo habría terminado. La bajada es un poco difícil, como ya sabéis, y comentamos de hacerla con precaución para finalizar sin incidentes la ruta, pero si antes lo hablamos, nuestro avezado descender Víctor, dio un volatín sin percances físicos pero que hizo que el cristal de su GPS se rompiera con la consiguiente frustración. Suponemos que el proveedor lo reparará.
Terminamos la senda y Villoslada nos recibió en honor de multitudes. Nos abrazamos celebrándolo y fuimos sin pérdida de tiempo a nuestro privado Spa.
Víctor y Santi eligieron un baño termal romano y Javi y yo un buen baño checo.
Reposando en pelota picada en la orilla, al bueno de Javi le picó, aunque parezca increíble, un cangrejo señal en el dedo gordo del pié y damos fe de ello porque lo capturamos a reglón seguido. Luego dicen que los cangrejos son carroñeros, pues es verdad, porque Javi terminó la ruta medio muerto y lo confundieron con comida.
Caparrones, cabrito asado y postre morrón, regado con mucho vino pero con gaseosa, pusieron el broche de oro a la jornada, aún nos quedó tiempo para tomar la espuela en el Dover un vez llegado a Logroño.
En resumen una gran jornada y otro año más de la bien llamada “LA RUTA MÁS BONITA JAMÁS ANDADA”.
Hasta el año que viene que ya está casi matizado el recorrido.


7 comentarios:

vitinbtt dijo...

Muy buena crónica pero la ruta fue todavía mejor, menuda subida desde el pantano, con muchas rampas que superaban el 19% y sus casi 7 kilómetros de "catalina" por lo demás, Jose Eugenio nos llevó por sendas nuevas y ya está preparando la del 2014 ¡no os la perdáis!

Anónimo dijo...

Me imagino la ruta. Habra sido increíble. Menos mal que ya avisaste.
Salud,
Barrancas.

Anónimo dijo...

Eso no lo conocen ni los viejos del lugar. Cuando llego al pantano lo que menos se me ocurre es volver a subir por ese cortafuegos y crestear.Alucinante. Lo demás lo conocía todo. Enhorabuena.
Santi Alonso

Anónimo dijo...

Lo que en estos momentos siento se resume en una sola palabra: ENVIDIA.
Felicidades por la ruta y por la crónica.
Abrazos,
Juan

santiago dijo...

Si Victor. La ruta fue buenisima, Pepe se curro todo el recorrido. Tenia controlado hasta la ultima pierdra y hay que agradecer todas la horas que ha metido para preparar esta ruta para la cuadrilla.
Pero aun me estoy chupando los dedos de esos CAPARRONES y el cabrito que nos metimos entre pecho y espalda. Que bueno estaba todo.

Toño Pleitos dijo...

El título de la crónica de la "RUTA MÁS BONITA JAMÁS ANDADA" tenía que haber sido "NOMBRES QUE APRENDÍ CON SOLO CICLARLA".
Si bonita es la ruta qué decir de los nombres de los parajes por los que discurre;la Majada de Ófilo, el paraje de Asta Redonda, el Maguillejo, el Campo de las Verdades ... Qué resonancias tan poéticas!!! No son menos interesantes otros (aunque de distinto cariz) como el Arroyo de las Rameras o el Puerto de la Cola.
Por último, ha de resaltarse la belleza del nombre del autor; José Eugenio. Con escribirlo es suficiente, nada más se puede añadir.

Anónimo dijo...

Leyendo la crónica por lo menos me he imaginado haciendo la ruta,tuvo que estar de fábula,vaya rampas...ya me acordé de vosotros, otra vez será ( para una vez que me iba a bañar en pelotas...) buena crónica Pepón, como me gusta tu nombre.

El Pe