23 mayo, 2013

Los 10.000 del Soplao (4 Ciclistas)



Los 10000 del Soplao: Raúl (De los Sandalios), David, Jero y Luis.
Distancia: Muchos kilómetros
Desnivel: Mucho mas desnivel
IBPindex: Mas de 300
La fina línea roja que separa a unos de otros estuvo a punto de cruzarse ¿o se cruzó? David cogió las riendas del “aparta”, habló con la señora, quedó con ella, recolectó el dinero, hizo la compra de los desayunos y el sorteo de las camas. Sorteo que no amañó. Se quedó con la peor cama, en el salón… pero esto es otra historia.

A las 7 de la mañana nos posicionamos en la salida, en el mejor sitio que pudimos pillar a esas “intempestivas” horas. Poca conversación, los nervios eran palpables. David tan pancho, que ya está muy bregado. A las 7.55 nos hicimos la foto de rigor y nos sumamos a la algarabía creciente. Cantamos con todos la cuenta atrás y gritamos. Nos dimos la mano, nos deseamos suerte y “hasta la vista”. A partir de ahí cada uno empezó su carrera. A David y a Raúl no volví a verlos hasta la llegada. Con Jero me crucé varias veces.
La salida, al ritmo de AC/DC, y pedaleando con la cadencia que nos marcaba el animador: “Pin, pan, pin, pan”, la hicimos atravesando un pueblo abarrotado de gente aplaudiendo. Fue emocionante.
A los 3 km. Empezó la subida. En frio. Con mucha suavidad nos fuimos metiendo en las rampas, duras pero no insufribles. Sol, silencio sepulcral a pesar de la gente que había. Cada uno a lo suyo. Aún me quedó tiempo de levantar la cabeza del manillar y ver las inmensas praderas que nos rodeaban, con el mar de fondo. En cada pueblo, que atravesamos bastantes, gente animando. Fueron los momentos dulces de la marcha.
La subida de La Cocina, donde el año pasado se leía el cartel de “aquí comienza el infierno cántabro: barro o polvo”, estaba asfaltada en su primer tramo, el más duro. Se pudo subir bien sin descabalgar, aunque un mortal hubo de echar pie a tierra en el último repecho.
Primer avituallamiento, Cuevas del Soplao, joder si hay unas cuevas y esto es un aparcamiento. El año pasado estuve en el mismo sitio y con la niebla no vi nada. Bajada embarradísima y peligrosa, sin embargo el descenso del Monte Aa fue a saco. Camino ancho y noble. Pendientes prolongadas y curvas pronunciadas. Diversión donde otro año fue sufrimiento del duro. Al final del puerto paré a saludar al “Lechuguen”  que vino a animar, y con comida.
Tuvimos que atravesar un riachuelo. Salvo algún machito, nadie quería mojarse los pies, por lo que todos nos agolpábamos, cuan ñus, en la orilla para cruzar sobre las peligrosas rocas mojadas. En este punto me encontré a mi amigo José Antonio de “Bici Pringaos”, que el muy pájaro, no sé cómo se las arregló, pero cruzó delante de mí, a pesar de haber llegado más tarde.  Así que luego me ganó, je, je.
Qué gustazo atravesar Ruente. Todos aplaudían, como si fuésemos héroes. Joer, si no he hecho nada…Momento psicológico muy importante, cuando franqueo el punto donde el  año pasado vi la cara de la derrota dibujada en Mario, donde todos nos retiramos.
Campa Ucieda. ¡Coño Jero! Alegrón de verte compañero, que llevo todo el día solo. Está con sus brujas y ya ha terminado su descanso. Sigue camino y yo me quedo con las mías.
El Moral, primer puerto importante de la jornada. Al que llegamos casi con 2000 m. acumulados en las piernas. Subo bien, adelantando a algunos y siendo adelantado por otros. Me planto en Bárcena Mayor (qué pueblo tan bonito) y vuelvo a encontrarme a Jero. Salimos juntos un rato pero luego cada uno sigue su camino. Aquí sí que sufrí, subiendo a Fuentes. Amagos constantes de tirones y cansancio. Para colmo las putas pastillas de potasio que eché al agua estaban asquerosas y casi tenía que contener el vómito a cada trago. Ya les he dado boleta.
Me planto en el último avituallamiento: Renedo. 30 km. a meta. Estoy reponiendo fuerzas y me dicen que solo que queda subir  ese paredón de 600 metros: Negreo. Lo sabía, pero aún así, cuando lo vi, se me empezaron a cruzar muchas cosas por la mente. No hay marcha atrás. Me monté en la bici y para arriba. No sabía cómo iba a subir, porque veía unas rampas del 20% o más. Ahí pasó algo raro, al empezar a subir se me fueron pasando los calambres y, despacito, me planté en la cima. Contento de haberlo conseguido sin bajarme, que  no eran pocos los que marchaban a pie. 15 km. de bajada y meta. Me moría por llegar así que apreté lo que pude y hasta Cabezón. ¡Qué gusto de bajada! Yo creo que adelanté a más de 60 pavos hasta la meta.
Muy contento de haber superado la prueba y de no haber estrenado la linterna. Juré no volver, pero ya se me va pasando el dolor de piernas…


6 comentarios:

vitinbtt dijo...

Grandísima crónica Luis, me ha encantado.
Llegasteis muy alejados de la cabeza tenéis que entrenar mas si vais a volver el año que viene (pero sin darnos los miércoles de Soplao)

Anónimo dijo...

Enhorabuena, creo que con lo que cuentas y viendo el gráfico es lo mejor que puedo decir.
Salud,
Barrancas.

Anónimo dijo...

Buena Crónica Luis. Me ha gustado lo de los ñus.
Al final volvimos todos enteros y satisfachos, mejor de lo que esperabamos en el camino de ida...
Un placer disfrutar de vuestra compañía.
Raúl

Toño Pleitos dijo...

Felicidades a los 4 mosqueteros!!!

Ya solo quedamos 4 cocoguaguas; Mario, Marcelo, Milka y un servidor... El guante está lanzado ... quién se apunta??

Anónimo dijo...

Enhorabuena a los soplaos , ahora nadie y digo ningún "cocoguagua" os podrá SOPLAR .
Me alegro que la acabarais y encima con un buen crono .
Ole.
salu2.

Jero dijo...

Está edición ha sido una novedad en mis aventuras btt , todo un premio compartido con grandes compañeros, que dieron buena talla en su esfuerzo y paso a una buena crónica Luis, que fue nuestro conductor y mi compañero en los tramos más duros. Sigue escribiendo estas crónicas y será buena señal de que sigues entre los mejores.
Jerónimo Vera